å

CRÍTICA

'Tierra de Dios': El descubrimiento de los sentimientos

Francis Lee dirige y escribe 'Tierra de Dios', protagonizada por Josh O'Connor y Alec Secareanu. Premio a la mejor dirección en el Festival de Sundance, mostrada en la Sección Oficial del Festival de Sevilla.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 24 de Noviembre 2017 | 12:27
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

Comparte:

Ver comentarios (1)

Ya lo dijo el gran doctor Gregorio Marañón: "Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar es empezar a morir". Aclamada en festivales como los de Edimburgo, Karlovy Vary, Berlín, Sevilla o Sundance, donde se alzó con el premio a la mejor dirección; llega 'Tierra de Dios', ópera prima del actor británico Francis Lee, que también logró el premio a la mejor interpretación para Josh O'Connor en la 22ª edición del Lesgaicinemad.

Tierra de Dios

En Yorkshire vive Johnny Saxby, un joven granjero que se ha visto obligado a convertirse en el sostén familiar después de que su padre, Martin, sufriese un derrame cerebral. Su abuela, Deirdre, es muy mayor y tampoco puede ocuparse de su hijo, lo que hace que Johnny tenga doble carga familiar. Cansado de su situación, cada vez que puede huye al pueblo para emborracharse y tener sexo furtivo con algún chico, ya que es homosexual. Después de que un ternero de la granja muriese durante un parto en el que Johnny no estaba, su padre decide contratar a alguien para que también se haga cargo de la granja. Es así como Johnny conoce a Gheorghe, un chico rumano que busca trabajo urgentemente. Aunque al principio la relación sea bastante complicada, entre ambos surgirá una pasión que irá mucho más allá de la atracción sexual.

La metáfora entre la naturaleza y la autoaceptación

Sin duda, hay que aplaudir el talento de Francis Lee, un actor que, tras 15 años trabajando en cine, televisión y teatro en Londres, decide volver a sus orígenes rurales con una historia muy personal e íntima en la que Lee sorprende como director y guionista. Después de tres cortometrajes, Lee salta con éxito al largo, en el que la relación entre sus dos protagonistas se combina con un canto de amor a la vida rural y a la naturaleza.

Tierra de Dios

Eso es lo que hace a 'Tierra de Dios' una historia magnífica, en la que el cineasta huye de protagonistas trágicos y atormentados por su sexualidad. Cierto es que la temática, un amor entre dos granjeros en un lugar natural apartado de la humanidad, puede recordar a 'Brokeback Mountain', pero eso es sólo la primera impresión, ya que 'Tierra de Dios' tiene mucha más en común con otras propuestas europeas como 'Un amor de verano' y, sobre todo, con 'Ander', filme español rodado en euskera, de Roberto Castón y que, pese a las buenas críticas recibidas por festivales, no se ha distribuido a día de hoy de forma comercial en España.

Lee muestra diálogos parcos, en los que la naturaleza y los animales se convierten en los otros protagonistas. Es más, la pasión entre sus dos protagonistas va en sintonía con una fuerte conexión con la naturaleza. Lee aprovecha su relato para no sólo evidenciar la homofobia en el medio rural, sino también el racismo, pero mostrado de forma implícita. Sin embargo, todo ello queda plasmado en un ambiente hostil en el que no se habla nada, de ahí que sus personajes y sus diálogos sean completamente austeros. Y el derribar los prejuicios es, justamente, al hablar.

El amor entre dos hombres, más allá de la pasión sexual

También se destaca la evolución de Johnny, que empieza a entender que su sexualidad no sólo es, valga la redundancia, sexo sino también amor y sentimientos. No se aplica la frase "da igual con quien te acuestes" sino la frase "da igual a quien ames", una interesante reflexión sobre cómo el abrirse a los sentimientos libera y hace vivir en mayor conexión con la naturaleza propia de la persona.

Tierra de Dios

En ese sentido, 'Tierra de Dios' es la heredera directa de 'Ander', la ya citada película española, ya que el filme de Castón también hablaba de ser homosexual en un ambiente tan oprimido como el rural, con personajes muy reales y un desenlace similar al de la ópera prima de Francis Lee. Es más, la cinta británica tiene unos protagonistas que, aunque tengan caracteres alejados del estereotipo urbano del colectivo LGBT, siguen siendo hombres jóvenes semejantes a modelos, muy alejados de la realidad rural que mostraba 'Ander'.

Pese a ello, se está ante una película delicada, personal e intimista, que demuestra que el mal llamado "cine gay" no es cine de nichos, sino séptimo arte con todas sus letras, capaz de traer películas tan entregadas y bellas como un magnífico debut con un dúo de protagonistas, Josh O'Connor y Alec Secareanu, entregados en sus papeles y que están apadrinados por dos grandes veteranos del cine y teatro británico como son Ian Hart y Gemma Jones. Un maravilloso descubrimiento de los sentimientos, más allá de los instintos básicos.

Nota: 8

Lo mejor: La relación de los dos protagonistas como también su conexión con la naturaleza.

Lo peor: No es una película accesible, sus diálogos son muy parcos, requiere paciencia.

Películas