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CRÍTICA

'El Vacío': El Más Allá

Crítica de 'El Vacío', título de terror dirigido por Jeremy Gillespie y Steven Kostanski. En cines a partir del 8 de diciembre.

Por Javier Parra González 8 de Diciembre 2017 | 13:16

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Que un título como 'El Vacío' tenga distribución en nuestro país, y que además consiga proyectarse en salas comerciales (aunque se trate de un estreno limitado), es todo un logro que corrobora el buen estado del cine fantástico actual. En un año en el que títulos como 'Déjame salir' o 'It' han logrado copar un sinfín de titulares y escalado en lo más alto de las listas de recaudación en la taquilla mundial (el de Jordan Peele, posicionándose como el tercer film de terror con calificación R más taquillero de toda la historia; el segundo, arrebatándole el puesto a 'El exorcista' dentro de la misma categoría), llega una propuesta mucho menos ambiciosa en cuanto a su carrera comercial.

El Vacío

Sin embargo, y sin pretender tener ínfulas a convertirse en uno de los títulos que coparán las listas de lo más visto del año, es su apuesta por una regresión al cine de terror que se hacía antaño, en lo que 'The Void' consigue superar con creces a la gran mayoría de los títulos de terror que se ha estrenado esta temporada.

Sus artífices, Jeremy Gillespie y Steven Kostanski, juegan a la perfección dentro de un campo que conocen al dedillo, el cual sirve de invocación a un tipo de cine de género que parecía haber quedado condenado al ostracismo de la serie B y la eterna revisitación por parte de la crítica especializada. Rodada a finales de 2015 en Canadá con un presupuesto que no llegó a los 150.000 dólares (82.510 conseguidos gracias a una campaña de crowdfunding en Indiegogo), estamos ante la ópera prima de dos expertos en la materia: Gillespie ha sido asistente del director de arte en 'Pacific Rim', 'La forma del agua' o 'It', entre otras; mientras que en el currículum de Kostanski encontramos su labor en el departamento de maquillaje y efectos especiales de 'Exorcismo en Connecticut', 'The Divide' o 'La cumbre escarlata'.

El Vacío

Bajo la supervisión del productor Todd Brown ('The Raid 2: Berandal', 'The ABCs of Death', 'Baskin'), la historia de 'The Void' se nos presenta con el agente de policía Daniel Carter (Aaron Poole) llevando a un hombre herido a un hospital que se encuentra en pleno proceso de traslado. El poco equipo de sanitarios y pacientes y una pareja de extraños a los que nadie esperaba, deberán hacer frente a una fuerza sobrenatural que ha aparecido dentro del edificio en el momento en que han sido rodeados por un grupo de siniestros encapuchados.

Aquí es donde entra en juego la mención directa al horror cósmico, ya que nos encontramos ante una película cuyas imágenes evocan de forma directa al cine de terror de serie B de los años setenta y ochenta, y en concreto a las cinematografías de dos estandartes del género como John Carpenter y Lucio Fulci.

El Vacío

Serie B de primera

Pero no solo son dichos maestros los que le pueden venir a uno a la cabeza a la hora de visionar 'El Vacío'. Gillespie y Kostanski, que con esta carta de amor a un tipo de cine de terror que ya no se hace, no solo amalgaman en su obra el espíritu del asedio carpenteriano tan característico de 'Asalto a la comisaría del distrito 13' o 'La cosa', o el de la Trilogía de las Puertas del Infierno de Fulci. También están presentes, de algún modo u otro, las esencias de Lovecraft y Clive Barker, nombres que se suman al listado de referencias sobre las que se sustenta una historia que encuentra en la repetición de los esquemas de aquellos títulos de culto de décadas atrás (entre los que sobrevuela 'El Más Allá'), la fórmula que la diferencia del resto de producciones actuales.

A ojos de los más nostálgicos, 'El Vacío' viene a recuperar la naturaleza de un horror que parecía haberse olvidado en la actualidad. Los más exigentes quizá solo vean en ella la enésima producción gore de serie B, cuyo uso de los efectos artesanales sirve como principal reclamo en estos días en los que el CGI parece haberse hecho con la hegemonía de los efectos especiales. Para el cine fantástico, la ópera prima de Jeremy Gillespie y Steven Kostanski es una de las mejores cosas que le podía pasar al género en años, aunque tengan que pasar unos cuantos para que realmente se valore como el hito cinematográfico que es.

Nota: 8

Lo mejor: Que es consciente de su naturaleza de serie B y no se avergüenza de ello.

Lo peor: Verla como "una de terror más".

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