å

ENTREVISTA ECARTELERA

Maggie Civantos: "Todavía se cuestiona la palabra de una mujer que denuncia maltrato o violación"

Hablamos con las chicas del cable de la segunda temporada de la serie, el personaje de Ángeles y la polémica feminista que surgió cuando se estrenó la ficción.

Por Sandra Sánchez Guerra 23 de Diciembre 2017 | 17:47

Comparte:

¡Comenta!

'Las chicas del cable' han dado la doble campanada este año. Primero, por liderar la primera serie española de Netflix y después, por presentar los campanazos en la improvisada Puerta del Sol que reinó el evento del balance del año organizado por la plataforma de streaming. Allí, las telefonistas de los años 20 en la ficción presentaron la segunda temporada de la serie, que abraza cambios importantes y la evolución de un personaje, el de Maggie Civantos, que promete en el arranque de la temporada salir de su sometimiento.

Para trabajar la primera temporada, la actriz se agarró a la idea de que Ángeles "no es una mujer sometida, está en esa situación pero sabe que en algún momento va a salir de ahí porque quiere ser ella misma". Ahora, cuando este 25 de diciembre los nuevos episodios lleven a las protagonistas a la madurez, la veterana de la compañía de teléfonos se va a acercar a eso según su intérprete. "En el segundo capítulo ya empieza a ser ella, empieza a buscar dónde está ella en todo esto. A lo largo de la temporada, yo creo que va colocándose como persona dentro de esa libertad y de eso que busca", explica.

 'Las chicas del cable'

El desenlace de la anterior temporada propicia un campo de minas para ésta, que gestionará las mentiras de los que sufrieron engaños en los primeros episodios según Blanca Suárez. Para ella, las chicas del cable "ya no están tan atolondradas como cuando llegaron a la compañía, sino que de repente están como más asentadas". Empujadas, quizás, por las circunstancias a crecerse de golpe ante los demás.

Coinciden las actrices protagonistas al señalar que 'Las chicas del cable' habla de muchos temas. El empeño de las protagonistas por desligarse de aquellos que las dominan no deja de conectar con el papel actual de la mujer en la sociedad. Parte de esa conversación la encontrábamos en la primera temporada al ser testigos de la relación de maltrato en la ficción con la que Mario (Sergio Mur) descargaba su rabia contra Ángeles. El cauce que va a tomar ese matrimonio en los próximos capítulos sigue teniendo la capacidad de hablar de nuestra realidad hoy en día. "Conecta 100 % y el desamparo que hay con la ley sigue ocurriendo hoy en día desgraciadamente", dice Civantos al hilo de lo que veremos sobre su personaje a partir del 25 de diciembre. "Lo que se ve ahí es por supuesto muy extremo pero todavía muchas veces se cuestiona y lo estamos viendo, la palabra de una mujer que está denunciando un caso de maltrato o de violación".

Hay material de sobra de ese arranque de 1929 en 'Las chicas del cable' para extrapolar a las puertas del 2018, sobre todo en lo tocante a la desprotección de las víctimas de violencia de género. "Estamos haciendo ficción, y en ficción puedes hacer lo que te dé la gana... pero en la realidad, esos pensamientos puedes tenerlos perfectamente aunque luego hay unas consecuencias que, al final, sales tú perdiendo. Para eso están las leyes que hay, patéticas, por supuesto, pero de momento son las que hay. Lo que hay que trabajar es en que cambien", suelta Ana Fernández, Carlota en la serie. Rematando la conversación de hasta dónde puede superar la barrera del tiempo lo que le pasará a Ángeles, su intérprete insiste en que le gusta la imagen de esa telefonista que se transforma buscando su supervivencia por puro instinto: "Incluso siendo frágil uno puede ser muy fuerte, ya está bien de la banderita de que el sexo débil es el conjunto de mujeres".

Cables de teléfono pelados

Cabría preguntarse si, al sentarse en un junket cualquiera con un personaje público, es verdaderamente relevante llevar una pregunta preparada de lo que es el feminismo para esa persona. ¿Es vinculante? ¿Nos dejamos llevar por una tónica que sólo busca a posteriori despellejar al otro y el debate, la profundización, la honesta curiosidad, se la trae al pairo? Puede, el no y el sí irá dentro de cada uno.

Al compartir cabina con 'Las chicas del cable', el tema de debate nos remontaba al estreno de la serie, cuando, en los actos promocionales, Yon González, al hablar de una permisividad que sólo apuntaba a la víctima, de lo que supuestamente hace cruzar a una persona "no maltratadora" la línea de la violencia, empañó en cierto sentido la llegada de la propia serie. En redes sociales, sobre todo, hubo usuarios contrariados por el hecho de que una ficción centrada en cinco mujeres que buscan encontrar su propio camino, tuviera detrás algún actor con esa visión tan contrapuesta. Y la pregunta estaba ahí: ¿son conscientes de que hay una parte del público que no se ha acercado a la serie tras esa polémica, por pensar que podría aprovecharse de una etiqueta feminista cuando luego no sería así?

 'Las chicas del cable'

"Yo creo que eso no hemos sido nosotros, han sido los medios. Los medios han escrito y eso lo vivimos después, pero ya no estábamos haciendo ruedas de prensa, estábamos inmersos en la grabación y simplemente, lo leíamos", afirma Ana Fernández. "Yo he estado con ellas todos los días que hemos estado haciendo entrevistas y no he visto ninguna salvajada, ninguna estupidez que han escrito diciendo que hemos dicho nosotros porque no, porque tenemos una responsabilidad". La actriz continúa diciendo que, cuando tienes esa responsabilidad y eres un personaje público, "te piensas muy bien lo que dices": "Es mejor pecar de cauto que de ir alardeando sobre un tema que, si no controlas mucho, la puedes cagar. No sé si lo han hecho más compañeros o lo que sea...".

Para Ana Polvorosa, ese movimiento no ha existido. "Sinceramente, yo como espectadora me da igual lo que digan. Hasta que no veo algo, no tengo mi propia opinión", comenta la jefa de las telefonistas en la serie. Blanca Suárez y Nadia de Santiago están de acuerdo en que, entre las funciones de la serie, no se encuentra hacer pedagogía del feminismo. "Simplemente intenta mostrar un poco su situación [de la mujer] y lo que fue, que fue algo súper importante", explica De Santiago. "Ni dar lecciones yo creo", añade Suárez.

Hemos puesto el debate encima de la mesa y la implicación se nota: "Para mí, a día de hoy, que sea una serie protagonizada por cuatro mujeres que buscan ser independientes, dentro de las tramas amorosas que hay luego, que hay muchas y estoy totalmente de acuerdo, porque tiene un género muy determinado la serie. Que sean cuatro o cinco mujeres que buscan ser ellas mismas, para mí, eso es feminista", argumenta Maggie Civantos. "Que luego está 'manchado', hay muchas aristas y todo tipo de temas, pues sí, por supuesto. Pero lo básico es esto, y ahí creo que estamos todos de acuerdo, ¿no? Y quien diga que no, es que no ha visto la serie".

Nos vamos, con otros interrogantes en el bolsillo y con las ganas de haber podido profundizar más. Nos vamos y no porque queramos, el tiempo es el que es en el 2017 de los junkets, donde estar en la cabina más de cinco minutos, al igual que en 'Las chicas del cable', tampoco se estila.