Las mejores escenas eróticas de 2017

La escena entre Kevin (Jharrel Jerome) y Chiron (Ashton Sanders) en la playa sorprendió a todos este año. Algo tan cotidiano como una masturbación en pareja, destacó por la delicadeza y el intimismo propio a las primeras experiencias sexuales. Y es que Barry Jenkins supo retratar con cuidado el descubrimiento de la sexualidad por dos chicos negros, así como todos los handicaps con los que se encuentran por su color de piel y su homosexualidad. Por eso, el film ha sido reconocido como una reivindicación de aceptación por la comunidad negra y el colectivo LGBT.

'Tierra de Dios', el drama romántico de Francis Lee, presenta la relación entre dos granjeros en Inglaterra. Una historia de amor a lo 'Brokeback Mountain'. Pero en esta esta película hay una exploración más intimista de las emociones de los personajes; una evolución que se refleja, precisamente, en sus encuentros sexuales. Johnny (Josh O'Connor) y Gheorghe (Alec Secareanu) van gestando sentimientos a lo largo de la película, calentando el ambiente hasta la explosión en forma de revolcón en el barro. Una escena de lucha y pasión, tierna y visceral al mismo tiempo.

Una de las escenas eróticas más incómodas de este año fue, sin duda, la protagonizada por Colin Farrell y Kirsten Dunst en 'La seducción'. La escena, entre un soldado de la Guerra Civil americana y una chica del internado donde se hospeda, estuvo pensada como un encuentro impactante. Por eso Sofia Coppola, su directora, dio indicaciones a los actores para que no se besaran durante el encuentro. Así, la escena discurre con ambos en el suelo, agresivos y desesperados. Él, rasgando sus ropas; ella, resistiéndose ligeramente, pero disfrutando al mismo tiempo.

Una de las escenas más impactantes de 2017 nos la trajo el primer episodio de 'American Gods'. Bilquis (Yetide Badaki), la antigua diosa del amor, consume a un hombre durante el coito, succionándolo por la vagina. Una escena cargada de morbo y desconcierto a partes iguales, al mostrar el placer de morir en esa especie de parto invertido. Y es que esta serie nos ha regalado algunas de las escenas más salvajes y tórridas del año.

Aunque la serie de Netflix va de la psicología de los asesinos en serie, las escenas de sexo entre el detective Holden (Jonathan Groff) y su novia Debbie (Hannah Gross) le dan ese toque picante a la oscuridad general de la serie. Sorprende, sobre todo teniendo en cuenta la época, ver escenas en las que se prioriza el placer de la mujer al del hombre, especialmente a través del sexo oral. La joven, una femme fatale con apariencia de lolita universitaria, convierte al maduro detective en el aprendiz sexual que todos querríamos ser.

Jérémie Rénier y Marine Vacth elevaron mucho la temperatura este año. 'El amante doble' de François Ozon, ella es una mujer depresiva que se enamora de su psicoanalista. Además del morbo de la situación en sí, los dos actores recrean muy bien el juego de pasiones y secretos que propone este drama erótico.

Está claro que cuando Bryan Fuller y Michael Green pensaron en adaptar 'American Gods' a la pequeña pantalla, decidieron honrar al máximo los pasajes sexuales de la novela. Entre las escenas de sexo explícitas, sorprendía la del encuentro entre Salim (Omid Abtahi) y Jinn (Mousa Kraish). Tras encontrarse en un taxi, la conexión surge al instante entre estos dos personajes. Así que Salim invita a Jinn a su hotel, donde hacen el amor apasionadamente. La escena, aunque explicita, está más cerca de la metáfora que de la pornografía, ya que evoca un acto de adoración a la criatura mitológica Ifrim, de la que, como comprobamos, emana puro fuego.

Si ya de por sí organizarse en un trío normal debe ser complicado, qué decir de uno virtual. Pero Denis Villeneuve, director de 'Blade Runner 2049' quería llevar al límite las posibilidades de la tecnología.

En la escena, el cazador de replicantes K (Ryan Gosling) logra intimar con el holograma artificialmente inteligente Joi (Ana de Armas), a través de la réplica corpórea Mariette (Mackenzie Davis). De modo que Joi se proyecta en ella, mediante un efecto surrealista e inquietante en el que ambas se superponen y conectan con K. Una forma pionera de hacer el amor que fue posible gracias a la combinación de técnicas visuales antiguas con la tecnología de punta. Sin duda una de las escenas más impactantes de la película y del 2017, que tuvo ocupados a los artistas gráficos durante un año.

El encuentro sexual entre June y Nick representa una liberación de ésta de las restricciones a las que está sometida. Frente al primer encuentro entre ambos, puramente reproductivo y obligado, en este caso ella decide tener su propio desliz. Un momento de empoderamiento ya que, aunque es consciente de las consecuencias, decide deshacerse de su vestimenta de puritana, y tomar el control de la situación. Un acto rebelde y osado, con el único objetivo de su disfrute personal, que se convertía en una de las escenas más atrevidas del año.

Todos estábamos esperando la consumación de tanta tensión sexual entre Jon (Kit Harington) y Daenerys (Emilia Clarke). Durante toda la temporada 7, el dragón y el lobo se habían dedicado miradas y mucho tonteo. Jeremy Podeswa, director de ese episodio en el que, por fin, consuman, contó en una entrevista, que quería centrarse más en la emoción que en el sexo. De ahí que la escena fuera bastante sencilla y sin muchas florituras. De ahí que, de lo poco que se vio, destacaran, por encima de todo, la espalda y las posaderas de Jon. Sin duda uno de los placeres visuales de este 2017.