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LOS CORTOS DE LOS GOYA

Goya 2018: 'Los desheredados', filmar al padre que cierra la empresa familiar para hablar de toda una generación

La directora Laura Ferrés documenta en 'Los desheredados' cómo su padre echa el cierre al negocio familiar. Está nominada al Goya a Mejor cortometraje documental.

Por Sandra Sánchez Guerra 2 de Febrero 2018 | 10:10

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Un baile mano a mano entre padre e hija es una buena definición para la historia que recoge 'Los desheredados'. Una canción de Joe Crepúsculo para liberarse en la pista de baile, hacer equipo en la despedida y que, a fin de cuentas, lo que cuenten de nosotros sea que lo hicimos lo mejor que pudimos y con dignidad. Laura Ferrés dirige a su padre, Pere Ferrés, en el trance de cerrar la empresa de autocares que heredó, y se descubre como una de las nuevas creadoras a la que próximamente veremos estrenarse en la dirección de largometrajes.

Documentando ese lugar de trabajo que le fascinaba y le parecía un espacio por completo cinematográfico, esta directora firma un cortometraje premiado en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y nominado al Goya a Mejor cortometraje documental. Las anécdotas de juventud que su padre le contó prendieron la llama de un proyecto en el que veía a un protagonista claro. Sin embargo, al principio no le convenció esa historia inspirada en hechos reales en la que se iba a ver obligada a contar con un actor para interpretar a su progenitor. "Años más tarde, mi padre me dijo que tenía que cerrar la empresa. Empecé a ver que ahí realmente estaba la historia que merecía la pena contar y ya le puse a él para que lo hiciera", explica.

Esa confesión es el verdadero motor de 'Los desheredados', cuando a la realizadora se le empiezan a remover muchas cosas por dentro. Así, el cortometraje "surge de la necesidad de tener que grabar ese lugar para que quede constancia de que existió", sin olvidarse de todos aquellos recuerdos paternales sobre los que Ferrés había escrito en el guión previo y que, al echar el cierre el negocio familiar, se quedarían aparcados en el papel. Además, el que hubiera más familiares que vivieran de conducir y alquilar esos autocares aumentó la necesidad de Laura Ferrés de aprovechar ese punto de inflexión para filmar. "De repente, por desgracia, muchas personas cercanas, de unos 50 años, se quedaban sin trabajo y entonces, también surge la necesidad de tener que darle forma a ese caos", continúa.

"Antes de hacer el corto, la verdad es que no estaba pasando por un buen momento. Ha sido un antes y un después en mi vida, algo que le ha dado un rumbo totalmente distinto", relata la catalana que, con su proyecto final de carrera, 'A perro flaco', estuvo presente en festivales tales como la vallisoletana SEMINCI o el Festival de Montreal. Esta vez, su trabajo era una forma de arropar a su padre en ese proceso de la mejor manera que sabía y ficcionar, de paso, anécdotas del pasado. "Mi primera intención fue coger una cámara, grabar a mi padre y ya está, que fuese una cosa muy íntima entre los dos. Pero me puse a escribir el guión y me di cuenta de que la cosa se empezaba a complicar", cuenta la directora que ha unido ficción, la recreación de lo que su padre le había contado, y pura documentación en una obra con un aura especial.

"Hay secuencias que no estaban en el guión y que surgieron de forma más espontánea en el rodaje. Los diálogos son improvisados. A veces yo le ponía en situación, pero a la hora de la verdad era él quien desarrollaba el diálogo", explica Laura Ferrés sobre 'Los desheredados', que también cuenta con amigos de la familia para recrear esas situaciones pasadas que se muestran en el cortometraje. "Fue muy fácil y soy la primera sorprendida porque mi padre nunca había estado delante de una cámara y yo hacía muchos años que no grababa. (...) Supongo que hubo mucho de intuición pero al final, yo conocía muy bien esos espacios, a mi padre... Lo que hice fue coger los rasgos de su personalidad que más me interesaban o los que creía que él podía plasmar en el corto", comenta la realizadora. Para Ferrés, es una motivación "trabajar con elementos reales y darles la forma que a mí me apetece".

 Un fotograma de 'Los desheredados'

El relato, que al principio se centraba exclusivamente en la figura de su padre, acabó pidiendo la presencia de su abuela, en una escena que, sin duda, funciona a la perfección como alivio cómico por el diálogo que Pere Ferrés mantiene con su madre. Por otro lado, la directora desechó la posibilidad de incluirse en la historia como personaje ya que sintió que le quitaba protagonismo a su padre y perdía el foco de una trama que habla de y a "toda esa generación que a raíz de la crisis se ha quedado sin trabajo y ha perdido sus empresas".

"El querer hablar de esa generación era lanzar un mensaje de esperanza, incluido en que este personaje se mantuviera firme ante toda esta inestabilidad. Ese es el fondo, que también se tenía que transmitir en la forma: el tratamiento de la luz, los espacios...", enmarcados en planos, por lo general, abiertos, que dan al lugar de trabajo del padre de la realizadora una entidad propia. Ese rayo de esperanza lo transmite también la personalidad del protagonista, uno de los seguros que han garantizado que 'Los desheredados', a pesar de la crisis en la que se ambienta, se desarrolle con un tono que despide luz. "Es importante que el personaje se ría de todo porque es la manera en la que queda por encima de la situación y hace que sea digno, algo muy importante hoy en día", añade Ferrés.

 'Los desheredados', de Laura Ferrés

El camino a su primer largometraje

Para la directora Laura Ferrés, levantar el proyecto de 'Los desheredados' también ha significado, como el caso de su compañera de nominación Mabel Lozano, invertir sus propios ahorros. "Creo que cuando ves el corto parece que hay más dinero del que hay", dice retomando ese cariz cinematográfico de las localizaciones. "Muchas veces se invierte una cantidad de dinero y tiempo y las cosas no salen. Me considero afortunada". Más aún, si cabe, por haber cumplido un sueño cinéfilo al concursar en Cannes y resultar distinguida por su cortometraje en la Semana de la Crítica. "De repente, la gente supo que el corto existía y se interesaron. Te diría que ha sido como un milagro porque en este tipo de proyectos en los que no tienes muchos medios y no ves la hora de terminar, cuando acabas empieza otro objetivo que es que llegue a la gente", comenta.

A raíz del reconocimiento obtenido en Cannes, Ferrés ya se encuentra en pleno proceso creativo de su primera película, después de pasar por el taller Next Step. "Estoy escribiendo. (...) Todavía es pronto pero mi objetivo es terminar de escribir este año y quizá, rodar el próximo. Tengo muchas ganas y de momento, a la gente le está gustando, así que estoy motivada para seguir adelante", cuenta. A destacar también el que, con 'Los desheredados', Ferrés haya interesado a Inicia Films y a la productora Valérie Delpierre, que ha producido 'Verano 1993', la obra de Carla Simón que se ha convertido en la revelación de la temporada. Un signo que podría significar el próximo descubrimiento de una directora novel a la que seguir la pista por su brillantez, como ha sucedido con Simón.

Antes, Ferrés se plantea la candidatura al Goya con precaución pero destacando la confianza e ilusión que tiene en su proyecto. No da la espalda al cortometraje, una obra que parece que "sólo le importa a la gente que lo ha hecho, a sus amigos y familiares". "Muchas veces se hacen con el propio dinero del equipo, al margen de la industria y teniendo que aguantar 'desplantes' porque no ocupan titulares, sólo cuando de repente ganan un premio fuera. Parece mentira que tengas que ganar un premio fuera para que en tu país te hagan un poco de caso", explica al respecto. La selección a los Goya, al exigir que un cortometraje gané en ciertos festivales, también supone un esfuerzo extra para los cortometrajistas y el que estas obras audiovisuales tengan como único camino de distribución, prácticamente, los festivales, no facilita que lleguen al gran público al no poderse colgar en abierto en Internet en su primer año de vida.