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CRÍTICA

'Ganar al viento': El firme espíritu de la dicha

Anne-Dauphine Julliand dirige y escribe 'Ganar al viento', película documental sobre la vida de cinco años que padecen enfermedades raras y terminales pero que desean tener felicidad en su día a día.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 9 de Febrero 2018 | 09:56
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La pedagoga, científica y médico italiana Maria Montessori dijo sobre la infancia: "Si la ayuda y la salvación han de llegar solo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la Humanidad". La periodista y escritora francesa Anne-Dauphine Julliand sufrió una dura pérdida familiar al morir dos de sus hijas pequeñas por enfermedades raras. Su duelo queda plasmado a modo de conciliación con 'Ganar al viento', documental que ha dirigido enfocado en la vida de cinco niños que padecen enfermedades raras o terminales. Al contrario de lo que puede parecer a simple vista, el largometraje se muestra como un poderoso mensaje sobre la felicidad pese a la grave adversidad.

Ganar al viento

El documental narra el día a día de Ambre, Camille, Imad y Tugdual, niños entre seis y nueve años. Cada uno padece una extraña enfermedad, en algunos casos terminal, lo que obliga a que sus rutinas sean completamente diferentes a las de otros niños. Cada uno de ellos disfruta de cada momento que tienen en su vida, con humor y, sobre todo, con energía optimista. A lo largo de la película, los niños mostrarán sus juegos, su manera de ser feliz y aprovechar cada instante de su vida, como también de las enfermedades que tienen.

Labor y profesionalidad periodística en un documental comprometido con el derecho de los niños a ser felices

Sin duda, hay que aplaudir la gran profesionalidad de Julliand, ya que como documentalista ejerce una objetiva labor periodística, al mostrar el día a día de los pequeños protagonistas. No hay efectismo, son los niños los que marcan las pautas de filmación, de forma que el documental fluye de una forma natural, sin artificios ni sentimentalismos. Sí, se muestran sonrisas pese a la gravedad de la situación, pero tampoco se oculta el dolor, el que la muerte les rodea constantemente. La esperanza existe en la cinta, pero no es la meta precisamente, ya que Julliand no pretende engañar al público, se limita a contar la propia experiencia de vida de esos niños y ahí radica su mensaje: En vivir plenamente pese a ello.

Ganar al viento

En ningún momento se busca la lágrima fácil o el reconfortar hipócritamente al espectador. Es más, estos niños enfermos son alegres, felices y llevan su padecimiento con suma dignidad ante las cámaras. Ellos comparten su vida, con esa inocencia propia de la infancia pero también sin ese miedo a la muerte más propia de aquellos que ya tienen un amplio recorrido de vida y la esperan como quien sabe que se reencontrará con un antiguo amigo. Mención especial a la banda sonora, magnífica elección del tema 'Mistral gagnant' del cantante Renaud.

Didáctivo y divulgativo. De imprescindible visionado

Quizás sea por la propia experiencia de Julliand, que escribió dos libros que se han convertido en éxito en su país de origen, 'Llenaré tus días de vida' y 'Un día especial'. La realizadora hace un admirable ejercicio de profesionalidad en el que invita a ser felices, a aprovechar cada momento de vida que se tiene. Ahí reside la fuerza de esos niños, valientes. Cierto es que el documental no pretende ser artístico, para eso están los de Wim Wenders con 'Pina' o Gianfranco Rosi con 'Fuego en el mar', pero es, justamente, por su espontaneidad y el que esté más cercano al reportaje periodístico que al documental artístico lo que hace que el mensaje de 'Ganar al viento' sea tan directo, carente de artificios o sentimentalismos.

Ganar al viento

Comprometida por los Derechos de los niños, 'Ganar al viento' es un alegato a la felicidad, a la alegría de vivir pese que la muerte ronde cerca de esos cinco niños. Magnífica, didáctica y pedagógica, de imprescindible visionado y que merece la mayor cantidad de difusión posible. Ya lo dice la canción que envuelve a la película: "Es necesario amar la vida. Amarla incluso si el tiempo es un asesino y se lleva con él las risas de los niños y los vientos ganan".

Nota: 8

Lo mejor: Pese a la desgarradora situación, el ver que esos niños desean ser felices y viven su vida con la máxima plenitud que pueden.

Lo peor: Infravalorar ese poderoso mensaje. No es un documental artístico, sino social.

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