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CRÍTICA

'Cincuenta sombras liberadas': Ella quiere un chico malo

'Cincuenta sombras liberadas' sigue en la misma línea de sus predecesoras ofreciendo un producto a la altura de lo que esperan los seguidores de la saga.

Por Alberto Cano Rodríguez 9 de Febrero 2018 | 09:28

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La saga 'Cincuenta Sombras' llega a su fin. 'Cincuenta sombras liberadas' se nos presenta como el epílogo de esta adaptación cinematográfica de la exitosa saga de libros escrita por E.L. James, que tras el más que satisfactorio resultado de recaudación obtenido por 'Cincuenta sombras de Grey' en 2015 y 'Cincuenta sombras más oscuras' en 2017, venía dispuesta a volver a conquistar a los seguidores de la historia de Christian Grey y Anastasia Steele con más dosis de erotismo, romance y pasión. Y llegados a estas alturas, ¿se le podría pedir algo más a 'Cincuenta sombras' más allá de ofrecer un producto al servicio de su buena base de fans?

Christian Grey en 'Cincuenta sombras liberadas

Con 'Cincuenta sombras de Grey', la directora Sam Taylor-Johnson, parece que intentó ir un paso más allá del material escrito por E.L. James en sus novelas, apostando por ofrecer un enfoque más intimista hacia la trama y relación de sus dos personajes, ofreciendo una realización llena de planos y secuencias donde realmente se apreciaba gran gusto y buenas intenciones tras las cámaras. Sin embargo, dicha propuesta fílmica tal vez no fuera la adecuada para una trama como la de 'Cincuenta sombras', y posiblemente, la apuesta por un enfoque más despreocupado y juguetón como el que ofreció James Foley con 'Cincuenta sombras más oscuras' resultara más efectiva de cara a adaptar el texto de las novelas.

'Cincuenta sombras más oscuras' fue posiblemente más resultona y disfrutable que su predecesora, y todo ello gracias al saber jugar en condiciones con el material de los libros, el saber trasladarlo a la pantalla de una forma más entretenida y amena y el ofrecer una cuidada propuesta que supo tomar partido de forma mucho más eficaz de todo aquello que los fans de la franquicia le demandarían a una película de 'Cincuenta sombras'. Y este hecho, el volver apostar por ello en 'Cincuenta sombras liberadas' es posiblemente lo que ha vuelto a convertir a esta tercera y última entrega de la franquicia en un producto más que aceptable que volverá a hacer las delicias de los seguidores de la saga, manteniéndose completamente fiel a la esencia de su predecesora e incluso funcionando mejor en diversos aspectos.

Christian Grey y Anastasia Steele pasando su luna de miel en París

Toda 'Cincuenta sombras liberadas' basa su ejecución en ofrecer diversas escenas eróticas con cierto enfoque juguetón, en mostrar secuencias donde la elegancia y el buen gusto en apartados artísticos como la banda sonora o el vestuario no dejan de estar presentes, derivando en que la película nos deje ante momentos realmente disfrutables como puede ser el caso de todo el tramo con la boda y luna de miel de Anastasia y Christian o todos los momentos sexuales donde el buen uso del más que admirable tracklist de la banda sonora conlleva a encontrarnos ante escenas que pueden ser un auténtico disfrute. En referencia a esta banda sonora, mención especial a temas como 'For You' de Rita Ora y Liam Payne, 'Capital Letters' de Hailee Steinfeld y BloodPop, la versión de 'Feel Good' realizada por Jessie J o al hecho de recurrir a la banda sonora de las anteriores cintas.

Sin embargo, en esta cuestión, 'Cincuenta sombras liberadas' también encuentra uno de sus principales problemas, y no es ni más ni menos que el hecho de que toda la cinta termine viéndose como una sucesión de videoclips introducidos forzosamente y sin lógica argumental alguna, algo que ya ocurría en las dos anteriores películas y que aquí termina incluso por languidecer todavía más. De hecho, más allá de las situaciones eróticas mencionados anteriormente, hay escenas donde el uso de la música no resulta para nada adecuado, y momentos que, por ejemplo, deberían ser una trepidante persecución a bordo del flamante Audi de Christian Grey, terminan por dar la impresión al espectador de estar viendo un spot publicitario de dicha marca de coches.

Esto ya lo he visto antes

Otro de los grandes problemas de 'Cincuenta sombras liberadas', y posiblemente el mayor de ellos, se encuentra en el desarrollo argumental de la historia. Prácticamente toda la película se basa en la continua recurrencia a situaciones y diálogos con peso argumental nulo, conllevando a que todo el hilo argumental principal no termine por tener consistencia alguna, un hecho heredado de las propias novelas que también se dejaba evidenciar en las dos anteriores películas. De hecho, toda esta continua sucesión de inconexión trae consigo una sensación constante de estar viendo las mismas escenas, diálogos y situaciones una y otra vez, ya que todas ellas recaen en las mismas cuestiones y mismos puntos de desarrollo de forma continua.

Además, el propio planteamiento del argumento que se nos ofrece desde la sinopsis del film, en donde encontramos una boda, una luna de miel y un embarazo, ¿no resulta demasiado familiar? Porque, efectivamente, este hecho nos vuelve a dejar ver de forma clara que 'Cincuenta sombras' no es más que un fanfiction de 'Crepúsculo', y concretamente, aquí asistimos a visualizar varias de las mismas tramas que tuvieron lugar durante 'Amanecer: Parte 1' y 'Amanecer: Parte 2'. De hecho, incluso desde la propia realización del film se recurren a algunos de los recursos usados en la última película de 'Crepúsculo' para realizar el cierre definitivo de la saga con una emotiva despedida. Desde luego, la sensación de déjà vu es constante.

Christian Grey y Anastasia Steele de fiesta

Entre otros aspectos referentes al desarrollo argumental, 'Cincuenta sombras liberadas' vuelve a ser presa de la gran lastra que sufre toda la saga: el hecho de mostrar a la mujer como si fuera un mero ser al servicio del hombre, el mostrar al personaje de Anastasia Steele como una persona débil y manipulable que se deja dominar por la simple cuestión de estar ante un hombre guapo y apuesto, aunque este solo la quiera para satisfacer sus perturbadores deseos sexuales.

Esta cuestión, por muy absurda que pueda parecer la comparación, no hace más que poner la historia y la saga al nivel de productos como cualquier canción machista de reggaetón, esas que inexplicablemente gustan y arrasan en cualquier rincón por muy deplorable que pueda ser considerado su contenido. Y mientras que dicho género musical empieza a salir de dicha estocada llegando a encontrarnos con auténticos hits que apuestan por mensajes feministas, Anastasia Steele sigue queriendo a un "chico malo" y sigue pidiendo que la den "más gasolina", una visión sobre la mujer que en pleno 2018 resulta ciertamente chocante y que debería terminar por desaparecer.

Christian Grey y Anastasia Steele en su boda

Si que es cierto que en 'Cincuenta sombras liberadas' se intenta poner bastante énfasis en mostrar al personaje de Anastasia como una mujer empoderada, teniendo libertad por sí misma, tomando sus propias decisiones e incluso imponiéndose al personaje de Christian Grey. Sin embargo, dicho énfasis no termina de cuajar como debería, especialmente porque se sigue reincidiendo en mostrar a Grey como un obseso sobre el control de su ahora esposa, vigilándola, siguiéndola y tomando partido en sus decisiones, dejando a entender que dicha libertad que se le otorga al personaje no es sino fruto del hecho de que Christian tiene mayor seguridad de que Anastasia es suya al haber contraído matrimonio con ella, lo que nos devuelve a la noción de la mujer tratada como objeto.

Por otro lado, la cuestión de que se muestre un lado más fuerte de la personalidad del personaje de Anastasia Steele, trae consigo que podamos ver a Dakota Johnson desenvolverse mejor en su papel, ofreciendo varias escenas en las que consigue desencasillarse de la faceta en la que siempre la hemos visto durante las tres películas de la saga. Además, a nivel argumental, este hecho también nos conlleva a descubrir nuevas facetas del personaje de Christian Grey (además de redescubrir sus buenas dotes físicas), ofreciendo algún que otro momento que gustará, divertirá e incluso emocionará a todos aquellos fans de la franquicia.

Dakota Johnson como Anastasia Steele en 'Cincuenta sombras liberadas'

Obviamente, es difícil hablar de una buena película en el caso de 'Cincuenta sombras liberadas', sin embargo, como bien se ha venido comentando, si se puede hablar de un notable producto a la altura de lo que esperan los fans de la saga. Serán muchas las pegas que se le podrán criticar, pero al fin y al cabo, estamos ante una cinta muy cuidada de cara a su público potencial, con escenas cargadas de erotismo, buena música y un gran acabado en muchos de sus aspectos. Al fin y al cabo ¿qué otra cosa se podría esperar de esta última entrega de 'Cincuenta sombras'?

Nota: 5

Lo mejor: Un producto a la altura de lo que esperan los fans de 'Cincuenta sombras'. No saldrán decepcionados.

Lo peor: Sigue siendo más de lo mismo, estando muy lastrada por el evidente menosprecio hacia la mujer y la incoherencia narrativa que ya traía consigo el material literario de E.L. James.