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CRÍTICA

'The Party': El progresismo frente al espejo

Sally Potter dirige y escribe 'The Party', comedia de salón protagonizada por Kristin Scott Thomas, Patricia Clarkson, Timothy Spall, Cherry Jones, Bruno Ganz, Emily Mortimer y Cillian Murphy.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 16 de Febrero 2018 | 10:42
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La comedia de salón ha permitido acercar temas muy serios y complejos al público de forma ácida y satírica. En estos, los franceses han sido todo unos maestros, ejemplo de ello son las obras de Yasmina Reza como 'Un dios salvaje' o la tan celebrada 'El nombre'. Esta vez, la aclamada realizadora Sally Potter trae con ironía británica 'The Party', una comedia negra nada complaciente y llena de crítica a esa élite de gente progresista y de izquierda. Mostrada en la Selección Oficial del 67º Festival de Berlín y en la Sección Oficial de la 62ª edición de la Seminci.

The Party

Janet está de celebración, miembro del partido de la oposición, ha logrado ser nombrada Ministra de Sanidad del llamado Gabinete en la sombra, un tipo de sistema propio del poder ejecutivo del Reino Unido. Todo un logro, al ser una de las pocas mujeres que va a ostentar el cargo. Por ello, Janet ha organizado una cena con un pequeño círculo de amigos, entre los que están Bill, profesor de universidad y marido de Janet; April, una mujer cínica y amarga que es amiga de toda la vida de Janet; Gottfried, el novio alemán de April y un hombre ecologista que cree en la medicina alternativa y se autodenomina coach de vida y guía espiritual; Martha, profesora en la universidad de estudios sobre la mujer e intelectual feminista; Jinny, esposa de Martha y chef de alta cocina; Tom, que trabaja para la banca y no le gusta perder; y Marianne, mujer de Tom y colega y subordinada de Janet en el partido. Lo que empieza siendo una prometedora noche de celebración empieza a devenir en una reunión de rencores, odios y venganzas, terminando de una forma completamente inesperada.

Comedia negra con un toque teatral

Un lustro es el que ha tardado la realizadora Sally Potter en regresar al cine, tras la aplaudida 'Ginger y Rosa'. Conocida internacionalmente por la mítica 'Orlando', con 'The Party', Potter, que también escribe el guion, trae una película mucho más "pequeña", en sentido de puesta en escena y duración. Sin embargo, eso es justamente lo que convierte a 'The Party' en uno de sus mejores trabajos. Incisiva y directa, sin remilgos, el filme se convierte en una dura crítica de las principales figuras del progresismo y las ideas de los intelectuales de izquierda.

The Party

Potter no deja títere sin cabeza a la hora de criticar el pragmatismo de los partidos políticos de izquierda, las propias ideas progresistas, al feminismo más combativo, al ecologismo más dogmático, la hipocresía y arrogancia de la élite socialdemócrata, a la imagen de estabilidad de las parejas homosexuales, a las lealtades de las amistades, a la complicada línea entre la verdad y la mentira, al concepto de la maternidad o la propia masculinidad. Y la cineasta lo borda, provoca un verdadero choque de trenes, un golpe de realidad a esa burguesía de izquierda caviar, arrogante y que muestra síntomas de decadencia.

Una maliciosa sátira increíblemente divertida

Cierto es que 'The Party' no pretende ser una comedia teatral como 'La cena de los idiotas' u '8 mujeres', ya que las situaciones son más de crisis existencial, hay momentos en los que deja de ser comedia y se convierte en '¿Quién teme a Virginia Woolf?'. Ahí acierta de pleno Potter en rodar en blanco y negro, en una época de polarización de ideas, de dos bandos y en la que la gama de los grises reivindica su sitio. También ahí entran en escena siete actores en estado de gracia. Maravillosa Kristin Scott Thomas, completamente irreverente Bruno Ganz, acertadísima Cherry Jones como la gran paradoja de la cena, magnífico Timothy Spall, cínica y amargada Patricia Clarkson mimetizándose en Bette Davis, genial Emily Mortimer como sutil ejemplo de misandria y Cillian Murphy con el papel más extremo y el que pone frente al espejo a todos esos idealistas en crisis.

The Party

Con el patrón de las comedias de salón, Sally Potter crea un largometraje que, pese a su carácter pesimista, pretende despertar a una lánguida sociedad progresista, con un mensaje profundamente europeo, en el que se alerta de que la inacción propia de la izquierda y su falta de renovación, da pie a largos momentos de liderazgo de la derecha. Situación que en el continente europeo, y también en Estados Unidos, conocen ya muchos. Interesante, sagaz y maliciosamente divertida, 'The Party' es una película imprescindible y de rabiosa actualidad.

Nota: 8

Lo mejor: Su ácida crítica y sus siete magníficos actores.

Lo peor: No es una comedia de salón al estilo francés, lo que puede provocar cierta decepción en algunos sectores del público.

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