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Los vestidos más icónicos de la historia del cine

Repasamos aquellos vestidos vistos en películas que influyeron en la moda y en nuestra forma de vestir.

Por Adrián Pulido Betancort 5 de Abril 2018 | 10:17

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La moda igual que el cine ha estado presente desde siempre. Parte de nuestro primer recuerdo de una película o una escena que nos haya marcado, está directamente relacionada con la persona o personas que aparecen en ella y por supuesto con cómo van vestidos.

Nadie es capaz de recordar por ejemplo a la 'Cleopatra' que inmortalizó Elizabeth Taylor en el film de Joseph L. Mankiewicz, sin aquel vestido bañado en oro absolutamente memorable. Hubo una época en la que las prendas que se diseñaban para aparecer en las grandes superproducciones, servían además de para vestir a sus estrellas, para mostrar un escaparate de la moda que más tarde o más temprano veríamos en las tiendas y que por extensión querríamos tener en nuestros armarios, como símbolo de la distinción de aquellas míticas películas. De esa forma podíamos sentirnos un poco más "vinculados" a la cinta y porqué no, también un poco más glamourosos.

My Fair Lady,Cleopatra, etc

Pero incluso dejando a un lado el glamour ostentoso de aquella época, es innegable reconocer que muchas de esas prendas han sido objeto de réplicas, versiones y por supuesto disfraces a los que muchos hemos recurrido en algún momento de nuestras vidas. Esos vestidos igual que esas películas en las que aparecían, son parte de nuestros imborrables recuerdos cinéfilos y probablemente ninguna de esas películas hubiese sido la misma sin ese vestuario.

Las prendas en el cine no siempre han sucumbido a un reclamo comercial, muchas veces han servido como vehículo fundamental para ayudar a crear al personaje y como medio de expresión de una generación y herramienta de un movimiento social. Por ejemplo en 'My Fair Lady' (1964) el vestuario es lo que ayuda a marcar la evolución del personaje de Audrey Hepburn, Eliza Doolitlle no es consciente de hasta dónde puede llegar si se lo propone, hasta el precioso momento en que aparece con su icónico vestido blanco y negro diseñado por Cecil Beaton, y entonces el mundo entero se da cuenta (a la vez que ella) que estamos ante una nueva y mejorada versión de sí misma, y de que ella nunca volverá a ser la misma. Exactamente lo mismo que le ocurrió a la novia de América, Julia Roberts con su vestido rojo para ir a la ópera en esa versión moderna también de Pigmalión de 'Pretty Woman' (1990).

Ejemplo igual de válido como el de 'Annie Hall' (1997), las mujeres cansadas del encorsetamiento de la moda y las imposiciones sociales basadas en lo que se esperaba de ellas, empezaron poco a poco a expresarse libremente y presentarse al mundo tal y como les daba la gana. Diane Keaton y sus versiones del traje de chaqueta masculino, fueron la imagen de un movimiento, pero también un emblema que probablemente no hubiese podido alcanzar las cotas y la repercusión social que tuvo, sin un escaparate tan idóneo como fue esta película de Woody Allen. Porque cada generación tiene una película que le marcó, pero también tiene un vestido que en un momento dado les inspiró y les brindó la oportunidad de ser contemplados tal y como querían que el mundo les recordara. Acompáñanos por este precioso recorrido por los vestidos más emblemáticos y recordados del cine y la moda y descubre cuál es tu favorito.

Givenchy: el punto y aparte

Givenchy y Audrey
Hubert de Givenchy, sin duda uno de los más importantes nombres del mundo del arte del siglo XX, falleció el pasado 10 de marzo de 2018, dejando consigo un legado inolvidable como diseñador de vestuario. Givenchy trabajó en su firma en París desde 1952, hasta 1995, momento en el que se retiró. Marcó y reinó en todas las pasarelas del mundo, pero el gran público y los cinéfilos lo recordarán siempre por su eterna y fabulosa colaboración con su musa y amiga Audrey Hepburn a quien vistió hasta en siete películas.

Su primer encuentro fue una accidentada anécdota muy recordada, le habían dicho que llegaría la señorita Hepburn, y él esperaba a Katharine Hepburn, cuando llegó ella, la química fue inevitable y se forjó una amistad que marcó la moda de la década de los 50 y 60 y algunas puntadas más en años posteriores.

Los vestidos más icónicos del cine

'Lo que el viento se llevó' (1939)

'Lo que el viento se llevó' (1939)

Si hay una película en la que el vestuario es una herramienta para entender al personaje que lo viste, esa es sin duda alguna 'Lo que el viento se llevó'. El film de Victor Fleming nos trajo probablemente a la primera antiheroína del estrellato, su Escarlata O'Hara fue la personificación de la ambición, la persistencia y sobre todo la supervivencia. Vivien Leigh ganaría el Oscar a la mejor actriz por interpretar a una mujer tan admirable como detestable, marcada por la necesidad de ser querida y una determinación férrea, atributos que su vestuario resaltó en particular durante la primera parte de la película, en la que aún no había estallado la Guerra Civil y ella disfruta de los privilegios de su acomodada vida en Tara.

Para muchos el vestido más recordado de la película es aquel de terciopelo verde que supuestamente ella misma se hacía con unas cortinas, pero nos hemos decantado por un virginal y primaveral vestido de flores que representa a la Escarlata más inocente y acomodada, un modelo con el que captaba la atención de todos. Un espectacular diseño firmado también por el diseñador de vestuario Walter Plunkett con el que la actriz parecía una gran dama paseándose por medio de sus plantaciones.

Lo que el viento se llevó en eCartelera

'El mago de Oz' (1939)

'El mago de Oz' (1939)

El rodaje de 'El mago de Oz' estuvo marcado por mil y una peripecias y anécdotas, hasta cuatro directores tuvieron que ir haciéndose cargo del rodaje a medida que iban renunciando sucesivamente. La acabaría King Vidor, tras la marcha de Victor Fleming para dirigir 'Lo que el viento se llevó', pero es a George Cukor a quién le debemos el vestuario de Dorothy, pues fue él quien lo escogió antes de ser elegido director relevo de la cinta.

El vestido de corte infantil de Dorothy con inspiración a babi, de cuadros celestes y camisa blanca de mangas abombadas, es junto a sus espectaculares zapatos color rubí de lentejuelas, uno de los diseños más icónicos de la historia del cine. En gran parte parte, porque la actriz que interpreta a Dorothy, Judy Garland, lo llevaba durante toda la película, algo que lo hizo todavía más inolvidable si cabe.

Tal es la popularidad del vestido que en el año 2015 alcanzó la cifra de 1,46 millones de euros en una subasta en la que fue adquirido por un coleccionista privado.

El mago de Oz en eCartelera

'Los caballeros las prefieren rubias' (1953)

'Los caballeros las prefieren rubias' (1953)

A Marilyn Monroe no le hacía falta precisamente un vestido para pasar a la Historia, pero a pesar de eso tuvo más de 5 vestidos que sí lo hicieron. En 1953 el diseñador William Travilla, conocido como Travilla, (que ya había empezado a trabajar con Marilyn) le diseñó tres vestidos icónicos para la película 'Los caballeros las prefieren rubias', pero probablemente el que acabó provocando un mayor impacto cultural fue el rosa que hemos escogido.

Lorelei Lee, que era personaje que interpretó Marilyn, lucía un vestido de satén largo de color rosa con el escote recto sin tirantes, los brazos descubiertos y una abertura trasera. Estaba decorado con un gran lazo en la espalda y una delgada franja, en el mismo tono del vestido. Complementado con un par de guantes largos para que llegaban casi hasta los hombros y muchas joyas de diamantes, de acuerdo con el inolvidable tema que interpretó llamado Diamonds Are a Girl's Best Friend. Con los años, el vestido rosa se convirtió en un icono universal de la moda y el cine, exactamente igual que su vestido blanco (lucido en 'La tentación vive arriba'), a menudo imitado y parodiado. Uno de los más famosos homenajes corrió a cargo de la cantante y actriz Madonna en el video musical 'Material Girl' allá por el 84.

Los caballeros las prefieren rubias en eCartelera

'Sabrina' (1954)

'Sabrina' (1954)

La repercusión de Audrey Hepburn en la moda está tan ligada como lo estuvo su amistad con el diseñador francés Hubert de Givenchy. Su histórica amistad dio lugar a un sin fin de colaboraciones que nos regalaron algunos de los más emblemáticos vestidos de la Historia del Cine, pero esta maravillosa relación comenzó a partir de 'Sabrina'.

La propia Hepburn fue quien buscó por su cuenta a un diseñador que trabajase a partir de los diseños de Edith Head, para que, con permiso del director Billy Wilder, le otorgaran a los diseños un marcado estilo francés. La primera idea de la actriz fue el diseñador Balenciaga, pero este estaba muy ocupado y le recomendó al que por entonces era su alumno Givenchy. Él creó una serie de vestidos para la película de los cuales el que ha sido más recordado es el que Sabrina lucía para la fiesta en la Mansión de los Larrabee; el espectacular vestido de noche constaba de un cuerpo palabra de honor y una falda recta de tubo; en la cintura lleva una sobrefalda desmontable de organza de seda con un estampado floral bordado en azul marino. Los mismos detalles florales de la sobrefalda se repetían en el escote del vestido y eso unido a pelo recogido muy corto y a unos sencillos pendientes de perlas hicieron de Sabrina, una de las imágenes más icónicas y recordadas de toda la filmografía y vida de Audrey Hepburn.

Sabrina en eCartelera

'La ventana indiscreta' (1954)

'La ventana indiscreta' (1954)

Alfred Hitchcock, meticuloso hasta la médula le daba muchísima importancia al vestuario de sus actrices fetiche y contrató a una de las mejores diseñadoras de vestuario de la época: Edith Head para crear todo el vestuario de Grace Kelly en 'La ventana indiscreta'. El director tenía muy claro cómo debía ser el vestuario que Grace luciría, tanto que el guión estaba plagado de detalles de cómo debían ser los vestidos y el estilo de cada uno de ellos escena por escena. Head realizó un trabajo impecable de orfebrería textil al construir el vestido bicolor inspirado en una colección del diseñador Christian Dior.

Para ello, la primera vez que Grace aparece en la película como Lisa, lo hace con un conjunto de dos piezas en blanco y negro. Este impresionante diseño fue el más recordado de todos los que la actriz luciría en la película y probablemente en toda su filmografía, (sólo superado en impacto cultural por el que lució en su boda con el príncipe Rainiero de Mónaco algunos años después). La diseñadora quiso reflejar el estatus social del personaje, una mujer elegante y con exquisito gusto para la moda. El vestido estaba compuesto por un corpiño negro con escote en V y mangas casquillo, y una falda de gasa y tul adornada con cuencas negras en forma de hojas. Un cinturón muy fino y ceñido, y unos guantes (tan característicos de la época) completaban un imponente e impecable modelo.

La ventana indiscreta en eCartelera

'Desayuno con diamantes' (1961)

'Desayuno con diamantes' (1961)

La historia del cine, la moda y la vida de Audrey Hepburn cambiaron por completo en el año 1961, gracias a un solo vestido, pero... ¡Qué vestido! El "little black dress" creado por el diseñador de confianza de la actriz, Hubert de Givenchy para 'Desayuno con diamantes' fue y es el vestido más emblemático, imitado, copiado y citado del cine y de la cultura en toda su Historia.

Givenchy diseñó para la inolvidable Holly Golightly un vestido de cóctel único de satén negro con escote recortado a la espalda, guantes negros extra largos que fueron complementados con espectacular collar de vueltas de perlas diseño de Roger Scemama para Tiffany&Co. El icónico vestido revolucionó la silueta de la mujer, y la volvió más sobria, elegante y estilizada con un aire europeo y solemne que se confeccionó como contrapunto al vestuario opulento que estaba decorando los cuerpos de las estrellas del Hollywood de los años 60.

Desde entonces el vestido negro se conviritió por excelencia en el fondo de armario vital para todas las mujeres de aquella época y las posteriores, perdurando incluso hasta día de hoy. La hermandad que crearon el diseñador y la actriz traspasó a lo largo del tiempo como uno de los tamden mejor resueltos de la industria, que siempre será vinculada al legendario escaparate de la tienda de joyas más famosa del mundo: Tiffany's.

Desayuno con diamantes en eCartelera

'Annie Hall' (1977)

'Annie Hall' (1977)

Cuando se celebran 41 años del estreno de una de las películas más importantes de la filmografía de Woody Allen, recordamos cómo este modelo de 'Annie Halll' reflejó no solo el comienzo de un estilo que definiría la vida de su protagonista Diane Keaton, sino también la del resto de mujeres que no se sentían identificadas con el canon estético y el vestuario de aquella y de cualquier época. Diane Keaton sin saberlo siquiera, inventó el concepto de "it girl", 40 años antes de que se popularizara debido a que ella misma fue quién construyó "con un poco de aquí y de allá", un vestuario icónico y transgresor que firmó el diseñador Ralph Lauren y que en una colección en NY en 2017 volvería a rescatar, para conmemorar las cuatro décadas de aniversario de la cinta.

Un estilo basado en composiciones de prendas propiamente masculinas pero ahora lucidas con elegancia y una actitud desenfadada por una mujer que se siente cómoda en ellos, apropiándose de sus ventajas y aportandoles estilo sin renunciar un ápice a su feminidad.

Pantalones de pinza, zapatos planos, chalecos, corbatas, americanas y camisas de cuadros. El sombrero de ala ancha, el chaleco y las gafas grandes fueron los complementos que hicieron inmortal el look de una mujer auténtica que se ponía lo que le apetecía sabiendo qué escoger y cómo conjuntarlo. Un estilo que ha seguido popularizando la propia Keaton y que sirve de inspiración a otras actrices como Emma Stone o Ellen DeGeneres.

Annie Hall en eCartelera

'Pretty Woman' (1990)

'Pretty Woman' (1990)

Uno de los grandes atributos de 'Pretty Woman' es su cuidadísimo y precioso vestuario. Los 80 fueron una época de color y excesos en cuanto a las prendas de vestir, pero los 90 empezaron a ser algo más sobrio aunque permanecían todavía los volúmenes y ondas tan característicos de los años anteriores. Todos los vestidos que Julia Roberts luce en la comedia romántica por excelencia han traspasado como prendas icónicas, pero es sin duda el elegante vestido rojo el que más se asocia a la película.

El vestuario debe servir para ayudar a contar la historia y a conformar el personaje, y cuando Vivian se viste de princesa para acudir a la ópera por primera vez en su vida, lo hace con un vestido que hacía que literalmente el mundo la mirase como nunca antes lo había hecho.

La razón era un ajustado y larguísimo modelo rojo con escote en forma de corazón y nudo justo debajo del ombligo, firmado por la diseñadora Marilyn Vance. La pieza se creó en diferentes colores y Julia posó con todos y cada uno de ellos, pero la combinación ganadora fue el poderoso rojo y unos guantes blancos extra largos, que junto a un collar de rubíes completaban un conjunto para ir a la ópera y "mearse de gusto en las bragas".

Pretty Woman en eCartelera

'Instinto básico' (1992)

'Instinto básico' (1992)

Es curioso que la película que acuñó el concepto de "thriller erótico", esté en una lista de de vestidos cuando sus personajes se pasan gran parte de la cinta tal y como Dios los trajo al mundo. Pero es que cuando Catherine Tramell, el personaje que inmortalizó Sharon Stone aparece vestida, lo hace como nadie.

Prueba de ello es el inolvidable vestido impolutamente blanco de dos piezas que luce en la famosa escena del interrogatorio. El vestido fue creado por la diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick (habitual colaboradora de todas las películas de Michael Douglas) y diseñadora del vestuario de 'El Gran Showman', que recreó el nuevo estilo "minimal" y sobrio del año 92, con un vestido corto de cuello de cisne y manga hueca acompañado de una chaqueta sin hombreras overzige, que remató con unos zapatos en color crudo con tira trasera, tan arrebatadoramente sexys como elegantes digno de una de las mejores femme fatale del cine.

Instinto básico en eCartelera

'Fuera de onda' (1995)

'Fuera de onda' (1995)

Nadie esperaba el enorme éxito y repercusión que 'Fuera de onda' iba a tener en el cine y sobre todo en el mundo de la moda. La adaptación de 'Emma', una de las novelas más queridas de Jane Austen trasladada a la adolescencia pija de mediados de los 90 en Beverly Hills, cambió el género de la comedia adolescente y los armarios de todas las chicas de la década manteniéndose 23 años después como un emblema fashion único y perpetuamente imitado.

La combinación del traje de chaqueta en 4 piezas que potenciaba el encanto y el refinado gusto de Cher Horowitz, interpretada por Alicia Silverstone siguen siendo una representación perfecta de la moda y "onda" que trajeron consigo los maravillosos años 90. En color amarillo a cuadros escoceses con minifalda, chaqueta, blusa corta y rebeca de cachemir, solo podían ser complementados con esas medias blancas a la rodilla y unos zapatos de salón al más puro estilo Lolita. Tal fue su impacto que por su 20 aniversario, la cantante Iggy Azalea rindió homenaje al juvenil conjunto de inspiración Chanel, en su videoclip "Fancy" en el que demostraba cuál fue el verdadero espíritu fashion de aquellos años. Un vestuario a partir del cual se ha creado todo un nuevo estilo de indumentaria bautizada como gothic lolitas que goza en el mercado asiático de un éxito sin igual.

Fuera de onda en eCartelera

'Titanic' (1997)

'Titanic' (1997)

En 1997 James Cameron se propuso sacar adelante la mayor hazaña cinematográfica hecha hasta el momento, y lo consiguió, vaya que si lo consiguió. 'Titanic' ganó 11 Oscars y estableció un récord a día de hoy insuperable, y una de sus merecidas estatuillas fue a parar como no, al espectacular trabajo de vestuario firmado por Deborah Lynn Scott.

Los diferentes vestidos (hechos todos a mano) con los que Kate Winslet se paseaba, bailaba, corría e incluso se sumergía en la película, se convirtieron en otro elemento icónico más de la película. Pero si tenemos que escoger un solo vestido del que hablar, nos quedamos sin duda con el traje de chaqueta y línea diplomática en blanco y violeta con el que vemos por primera vez a Rose DeWitt Bukater en la película. La pamela, el impecable vestido de inspiración masculina que nos recordó a un tiempo anterior a la visión de Coco Chanel, y los guantes y hasta el paraguas, completaron un look más que icónico, histórico, que nos hizo enamorarnos de Kate Winslet desde ese preciso instante hasta el día de hoy, 21 años después.

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'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005)

'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005)

La saga de 'Harry Potter' destacó siempre por un muy elaborado vestuario, pero la gran oportunidad de brillar vino en la cuarta entrega con 'Harry Potter y el cáliz de fuego' en donde vimos por primera vez a Hermione Granger con vestido.

La excusa fue la celebración de la Navidad y el Torneo de los tres magos, que sirvió al departamento de vestuario para que la diseñadora Jany Temime crease el emblemático vestido rosa de Hermione. La confección del vestido fue todo un reto que llevó más de tres meses y se elaboró con un montón de seda rosa y 12 metros de chifón dispuestos en capas para darle un toque romántico. La principal curiosidad en torno al vestido que lucía Emma Watson a sus 14 años, fue que originalmente para esa escena el vestido era azul, el mismo color que describen en el libro, pero accidentalmente la actriz lo destrozó con los tacones y entonces decidieron sustituirlo por este de inolvidable color rosa.

Harry Potter y el cáliz de fuego en eCartelera

'Expiación' (2007)

'Expiación' (2007)

Evidentemente el vestido verde de 'Expiación: más allá de la pasión' tenía que estar en esta lista. El diseño en seda verde creado por la diseñadora Jaqueline Durran que lució como nadie podría haberlo hecho Keira Knightley, esta considerado hasta el momento como el mejor vestido de la Historia del cine por Sky Movies y un sin fin de gremios de vestuario y especialistas en moda.

El espectacular modelo largo de tirantes y espalda descubierta en raso verde y nudo delantero a la altura de las caderas, es sencillamente perfecto. La inspiración lencera le iba como un guante a la actriz que desfilaba por la biblioteca de la mansión dejando entrever una cola elegante que se desplegaba ligeramente al andar. Sin lugar a dudas es también nuestro vestido preferido, y es que hay que reconocer que Keira luce como nadie los modelos de época, incluso los más atrevidos como este.

Expiación: más allá de la pasión en eCartelera

'La, La, Land' (2017)

'La, La, Land' (2017)

Clásico, atemporal y con toques retro, son tres calificativos que describen el vestuario que la diseñadora Mary Zophres creó para 'La ciudad de las estrellas: La La Land', y por el que logró la nominación al Oscar en la categoría de Mejor Diseño de Vestuario.

La diseñadora se inspiró en los grandes clásicos musicales para crear un vestuario moderno pero nostálgico que demostrase el amor de los protagonistas de la película. Pero el centro de todas las miradas se las llevó el icónico vestido amarillo de Emma Stone. El alegre vestido fue pintado a mano y con corte a la cintura y falda al biés. Con un escote cuadrado en la espalda, el diseño representó la sencillez y juventud del personaje de Mia, además el color amarillo es uno de los colores que mejor sientan a las pelirrojas, por lo que la propuesta de su diseñadora fue un total y doble acierto.

La ciudad de las estrellas: La La Land en eCartelera

'La Bella y la Bestia' (2017)

'La Bella y la Bestia' (2017)

No podíamos realizar una selección de vestidos que han pasado a la Historia sin incluir por supuesto el mágico vestido amarillo de Bella. Empezamos a soñar con este vestido desde que en 1992 apareciera ante nuestros ojos en la preciosa versión animada 'La bella y la bestia', pero tuvimos que esperar hasta el año 2017 para verlo hacerse realidad.

El increíble vestido amarillo de Bella fue firmado por Jaqueline Durran para la versión live action de Bill Condon, por la que conseguiría otra nominación al Oscar (la anterior fue por 'Expiación: más allá de la pasión' pero lo ganó por 'Anna Karenina'). El trabajo de adaptación del vestido implicó 500 días de trabajo, 55 metros de organiza de raso muy ligera y teñida a mano de amarillo, 914 metros de hilo y 2.160 cristales de Swaroski. Una elaboración en la que se implicó hasta la mismísima Emma Watson que quiso dar su toque y su visión al vestido de cuento de hadas por excelencia.

La Bella y la Bestia en eCartelera