å

CRÍTICA

'Campeones': Rompiendo prejuicios a golpe de carcajada

Javier Fesser nos presenta una feel-good movie en la que reflexiona sin filtro sobre la discapacidad intelectual y que brilla gracias a su reparto.

Por Adrián Jiménez Román 6 de Abril 2018 | 09:47

Comparte:

Ver comentarios (3)

Lo de Javier Fesser y la comedia viene de largo. El director que hizo llorar a media España en 2008 cuando estrenó 'Camino', pero su lugar siempre ha sido la comedia. Desde 'El milagro de P. Tinto' hasta sus dos películas sobre Mortadelo y Filemón, Fesser ha destacado por su predisposición a hacer reír al espectador. En 'Campeones', vuelve a intentar sacarnos las carcajadas, aunque esta vez con un importante compromiso social de por medio.

El guion de la película corre a cargo de David Marqués junto al propio Fesser y nos cuenta la historia de un equipo de baloncesto formado por personas con discapacidad intelectual. Nuestro protagonista es Marco, un entrenador de baloncesto profesional al que da vida Javier Gutiérrez. Por azares de la vida, y a lo mejor también por ser un poco mala persona, Marco termina con una condena que le obliga a realizar servicios sociales. Y su destino no será otro que este atípico grupo al que tendrá que entrenar durante unos meses para recuperar su libertad.

'Algunos de los integrantes del equipo de baloncesto de 'Campeones''

Vamos al grano: 'Campeones' es exactamente lo que vende, una feel-good movie que nos da algún que otro tirón de orejas, pero sin pellizcar demasiado fuerte. La película quiere educar y enseñar sobre la discapacidad intelectual, aunque a veces se le va la mano. Algunos diálogos parecen más lecciones de Educación para la Ciudadanía que frases naturales de un personaje. Y por mucho que lo intenta, no consigue liberarse del todo de ese cierto paternalismo hacia las personas con discapacidad que impera en demasiadas ocasiones cuando nos acercamos al colectivo.

Pero por suerte, Fesser consigue salvar los muebles con un humor natural, espontáneo y vivo. Como hacía unos meses atrás 'Toc Toc' (era inevitable compararlas), utiliza la risa para acercarse a un tema complicado. Pero 'Campeones' sale mejor parada que aquella y el mérito es exclusivo de su reparto. El equipo apuesta por utilizar a personas que realmente viven con discapacidad y que, además, no son actores profesionales. Probablemente esto trajo algún que otro quebradero de cabeza durante la producción, pero en pantalla tiene un efecto innegable. El equipo de baloncesto brilla, huele, exhuma naturalidad y espontaneidad por los cuatro costados.

Al frente de esta aventura nos encontramos con un Javier Gutiérrez entregado a la causa. Sobre todo en la primera mitad de la película, Marco es un rey de la ignorancia, un campeón del cuñadismo, que sigue diciendo "subnormales" porque "así se ha dicho toda la vida". Gutiérrez nos otorga algunas de las escenas más divertidas de la cinta y a ratos recuerda, salvando las distancias, al magnífico Jesús que protagonizaba 'Vergüenza'. Entre el resto de actores, destaca también Luisa Gavasa, que encuentra en Amparo, la madre de Marco, una secundaria de oro, que demandaba más tiempo en pantalla. La escena que comparten ella y Gutiérrez a la mesa es sencillamente brillante.

'Javier Gutiérrez da vida a Marco en 'Campeones''

Mujeres poco importantes y música estridente

Pero 'Campeones' arrastra un grave problema y es el tratamiento de sus personajes femeninos. Sonia, la mujer de Jesús, interpretada por Athenea Mata, es un ejemplo perfecto de cómo no se hacen las cosas. Una mujer cuyo único objetivo dramático es tener hijos (simplemente rompedor) y que está dispuesta a esperar lo que haga falta hasta que su marido esté preparado. Sonia es el saco de boxeo de Marco, es su ancla, su puerto seguro... pero nada más. El personaje femenino más importante de la película está definido casi en exclusiva en base al protagonista masculino.

La película se resarce un poco gracias a Collantes, uno de los personajes más potentes, interpretado por una Gloria Ramos que es una apisonadora y abre una ventana de aire fresco a mitad de metraje. Se agradece y mucho su inclusión, pero el problema sigue ahí: 'Campeones' no consigue aprobar el test de Bechdel.

No es el único defecto que tiene 'Campeones'. La cinta abusa sobremanera de la música para acentuar las emociones, hasta el punto de que llega a ser machacón (acabaréis hartos de Coque Malla). Los sentimientos estaban muy bien conseguidos, pero parece que Fesser quiere subrayarlos para decirle al espectador: "¿Ves? Aquí te toca llorar", "¿Oyes esa música graciosa de trompetas? Eso es que ahora te puedes reír".

'Lo más acertado de 'Campeones' se encuentra en su natural reparto'

Este abuso de la banda sonora se hace todavía más notorio en la segunda mitad, en la que se aprecia un descenso generalizado de la calidad. Si su arranque era interesante por descarado, a partir de los 50 minutos, 'Campeones', se vuelve previsible y se limita a seguir la senda marcada. Podría haber hecho cosas distintas, pero simplemente sigue el camino que ya han andado antes muchos otros (sin ir más lejos, 'Intocable' lo hizo en 2011). El final se hace largo y no consigue inyectar emoción, algo imperdonable en una película como esta.

Pero 'Campeones' puede estar satisfecha porque logra su objetivo. Consigue arrancar alguna que otra carcajada y salva con habilidad los obstáculos gracias a la espontaneidad de un reparto lleno de vida. Demuestra su tesis sobre la normalidad/no normalidad y nos recuerda lo verdaderamente importante de la vida. Quien vea el tráiler y se decida a comprar una entrada para verla, probablemente no saldrá decepcionado de la sala. Y a lo mejor hasta se lleva una leccioncilla, que en los tiempos que corren, no nos viene nada mal.

Nota: 6

Lo mejor: El equilibrio que logra entre respeto y humor.

Lo peor: La segunda mitad. El personaje de Sonia.

Películas