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CRÍTICA

'Un sol interior': La eterna búsqueda de la pasión

Claire Denis dirige y coescribe 'Un sol interior', protagonizada por Juliette Binoche. Inspirada en el ensayo 'Fragmentos de un discurso amoroso' de Roland Barthes.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 6 de Abril 2018 | 18:07
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Sorprendió a muchos que la cineasta Claire Denis, conocida por una filmografía de fuerte compromiso social, dura y directa y envuelta en un clima de violencia, dirigiese una película como 'Un sol interior', un largometraje que, a simple vista, parece una canónica comedia romántica feel-good o, en el mejor de los casos, una comedia dramática profunda sobre un perfil femenino, al estilo 'Rosalie Blum' o 'Los casos de Victoria'. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, porque, bajo el barniz de cinta romántica, se esconde una afilada crítica social a la burguesía bohemia. 'Un sol interior', mostrada en la Quincena de Realizadores del 70° Festival de Cannes y protagonizada por Juliette Binoche, que fue nominada al César por este papel.

Un sol interior

Isabelle tiene 50 años, es pintora, vive con su hija adolescente y está divorciada de un músico. Su vida profesional va viento en popa, acaba de lograr un acuerdo con una galerista, pero su vida sentimental es un completo caos. Cada nuevo amante supone una nueva ilusión, una nueva esperanza, un nuevo amor... pero también supone una nueva frustración, un nuevo desengaño, un nuevo desamor. Pese a ello, Isabelle seguirá buscando ese amor ideal, esa pasión perfecta.

Una ácida crítica a la burguesa izquierda bohemia disfrazada de (anti) comedia (anti) romántica

Tras la tenebrosa 'Los canallas', con 'Un sol interior', Denis da un giro radical, al realizar un filme lleno de luz, aunque envuelto en una melancólica aflicción. Denis utiliza los elementos de la comedia romántica para deconstruir al género, mostrando la cara oscura de esas idílicas relaciones con París como fondo. No es de extrañar que su protagonista sea artista y pertenezca a una clase privilegiada y que esté buscando, eternamente y para su frustración, la pasión idealizada, metiéndose en relaciones complicadas, imposibles y tóxicas. Pero, ahí justo, es cuando dota de increíble humanidad a su protagonista, un sol que hace que todo gire entorno a él.

Un sol interior

Juliette Binoche representa a una mujer atípica en el cine, una fémina de mediana edad inmadura, egoísta e increíblemente influenciable. Muchos la relacionarán con la atrevida adolescencia, pero ese retrato nada complaciente sobre la mujer madura es, justamente, el que suele retratarse en los hombres que sufren la crisis de la edad. Isabelle sería lo contrapuesto a Nathalie, la profesora de filosofía que interpretó Isabelle Huppert en 'El porvenir', de Mia Hansen-Løve y estaría más cercana a la inseguridad del personaje de Paulina García en la chilena 'Gloria', de Sebastián Lelio, o a la arrogancia de Maria Enders, la actriz a la que dio vida Juliette Binoche en 'Viaje a Sils Maria'.

Juliette Binoche está espléndida. Ella es el sol interior

Precisamente Binoche es el alma de la película. La actriz es un genio a la hora de traer personajes femeninos completamente entregados, desde sus inicios con 'Los amantes del Pont-Neuf' hasta sus últimos papeles en 'La espera' o 'Nadie quiere la noche'. Binoche trae a una mujer inmadura pero tremendamente humana, imperfecta y carente de autoestima, cierto, pero a la que el público puede llegar a entender porque vive múltiples situaciones en las, salvando las distancias, el espectador se puede ver identificado.

Un sol interior

Aunque no solo es obra de Binoche ese retrato empático pero incómoda de la mujer madura, es también obra de Claire Denis como de la coguionista del filme, la escritora Christine Angot. La dureza habitual del cine de Denis se traslada a los diálogos, en los que retrata a la perfección a a esa artista en busca de un amor perfecto, como también en la imagen de los pretendientes a Isabelle, un banquero ególatra y desalmado, un actor casado y autocomplaciente, un hombre inculto y sin estudios y un vigilante de museos sensato y que la rechaza. En cada uno de esos amores, Denis y Angot también aprovechan para lanzar ácidas críticas a la figura deshumanizada de la banca, al ensimismamiento del hombre (incapaz de verbalizar sus debilidades), al elitismo y arrogancia de la izquierda progresista (los llamados burgueses bohemios), a la falta de amor propio. El diálogo final es, sin duda, uno de los mejores vistos en la gran pantalla, al menos de esta década.

'Un sol interior' es uno de los mejores trabajos de Claire Denis, un ejemplo de reinvención sin perder su esencia, con una protagonista espléndida. Uno de los mejores largometrajes estrenados este año. Magnífica.

Nota: 9

Lo mejor: Juliette Binoche y la deconstrucción de las pasiones amorosas.

Lo peor: Aparente ser una comedia romántica, lo que llevará a más de un desencuentro con el público.