Oda a 'Jason X', la cumbre trash de la saga 'Viernes 13'

Hacía ya ocho años que Jason Voorhees se había despedido del público en lo que parecía ser su capítulo final, 'Viernes 13. Parte IX: Jason se va al infierno', donde a modo de spoiler se anunciaba que el célebre asesino de Crystal Lake acabaría con su alma en el averno.

El final de la película daba un avance de cuales serían los pasos a seguir por el estudio, pues veíamos como el guante de Freddy Krueger se llevaba con él la máscara de Jason, sirviendo de prólogo para 'Freddy contra Jason'.

Con el proyecto de dicha película sumando un retraso tras otro, fue el guionista y actor Todd Farmer quien propuso a New Line la idea de llevar al asesino al espacio mientras pensaban bien qué hacer con el esperado enfrentamiento con el asesino de 'Pesadilla en Elm Street'.

Con la intención de descubrir si la audiencia seguía interesada en Jason y a la espera de que 'Freddy contra Jason' se hiciese realidad, Sean S. Cunningham, director de la primera 'Viernes 13' decidió repetir como productor tras 'Viernes 13. Parte IX: Jason se va al infierno'.

Eso y el regreso de Harry Manfredini (responsable de la banda sonora de todos los títulos anteriores de la saga, a excepción de la octava entrega) le daban cierta validez a 'Jason X', título que quedó lejos de convertirse en uno de los mejores de la saga, pero sí que podríamos catalogar como uno de los más divertidos.

Una vez que se dio luz verde al proyecto, en primer momento conocido como 'Jason 2000', llegó la hora de darle forma. Para ello, y del mismo modo en el que las películas de 'Viernes 13' pueden ser tachadas de horteras vistas a día de hoy, 'Jason X' no se quedó atrás en cuanto a los looks con los que nos deleitan sus personajes.

Si en los anteriores films podemos encontrarnos con todos los outfits ochenteros habidos y por haber, no hace falta pensar qué sería lo que nos presentaría esta décima secuela, rodada a principios del nuevo milenio y que además de combinar la moda de los primeros 2000, se le debía dar a los personajes cierto aire futurista. Para que luego haya quien se ría de las vestimentas de 'Demolition Man'.

Si de algo puede presumir el bueno de Jason es haber aguantado el tirón a lo largo de las doce películas que componen su saga (incluyendo su cameo en la primera 'Viernes 13', el enfrentamiento con Freddy y el remake de 2009), cifra que pocas franquicias de terror han conseguido alcanzar.

Sin embargo, y pese a que en la octava entrega el asesino ya decidía dejar atrás Crystal Lake para empezar a conocer mundo y conquistar Nueva York, no eran pocos los villanos que habían sido mandados al espacio en alguna u otra de sus películas.

En 1992, 'Critters 4' ya había llevado a los temibles monstruitos hasta un transbordador, mientras que en 1996 Leprechaun se embarcaba en su particular aventura espacial, bajo el original título de 'Leprechaun 4: En el espacio'. Ese mismo año, Doug Bradley y su Pinhead habían sembrado el terror en la estación espacial de 'Hellraiser: Bloodline'.

No cabe decir que de todos los ejemplos citados, 'Jason X' acabó por convertirse en la mejor incursión en la ciencia ficción de un personaje antagonista, y el hecho de tomarse muy en serio a sí misma fue el principal factor a tener en cuenta.

Para muestra de que 'Jason X' es un título mucho menos serio de lo que algunos llegaron a pensarse en su momento, tan solo hace falta ver cuál es su cameo estrella.

Nada más y nada menos que David Cronenberg, maestro de la Nueva Carne y realizador de culto que se prestó a interpretar al Dr. Wimmer, uno de los varios que morían a manos de Jason Voorhees en el prólogo de la película. Porque después de haber dirigido clásicos como 'La mosca' o 'Videodrome', ¿qué mayor logro hay en el cine de terror aparte de morir a manos de uno de los psychokillers más famosos de todos los tiempos?

El principal aliciente de la película no lo encontramos en trasladar al asesino hasta una nave espacial llena de jóvenes (evidentemente, su principal carnaza), sino que está en la transformación que Jason sufrirá tras haber sido aniquilado por una androide (porque claro, también hay robots en 'Jason X').

Después de que el cuerpo hecho añicos del pobre de Voorhees caiga por accidente sobre una estación médica de última generación, la nanotecnología de esta hará sus funciones y dará vida a Uber Jason, un implacable cyborg que, tal y como había pasado con el Jason de la máscara de hockey, acabó convertido en icono pop para la posteridad.

El hecho de dar un paso más allá en la saga no impedía que se tuvieran en cuenta a algunos personajes más míticos de la misma. Por aquello de que 'Jason X' no fuese únicamente vista como un puro divertimento, no podía faltar la referencia a la primera final girl de franquicia.

Así es como Kristi Angus se convierte en Adrienne, la primera en morir a manos de Jason Voorhees una vez la acción nos lleva hasta la nave Grendel en el año 2455. El nombre del personaje puede que no dijera nada a muchos, pero Adrienne King había encarnado a Alice en la primera 'Viernes 13', donde después de decapitar a la Sra. Voorhees y soñar con un pequeño Jason que emergía del lago para llevársela, era asesinada por él al comienzo de 'Viernes 13, 2ª parte'.

A lo largo de las siete películas en las que Jason había estado en activo (desde 'Viernes 13, 2ª parte' a 'Viernes 13. Parte IX: Jason se va al infierno' y sin contar 'Viernes 13, Parte V: Un nuevo comienzo', donde el asesino resultaba ser un imitador), habíamos visto al hijo predilecto de Crystal Lake acabar con la vida de todo aquel que se le pusiera por delante de todas las formas imaginables.

Hachazos, decapitaciones, empalamientos y harpones, lanzas, cuchillos, sierras y todo tipo de instrumentos punzantes y/o cortantes se habían convertido en los principales aliados de Voorhees. La excusa de llevarle hasta el espacio y convertirlo en un cyborg implacable, daban carta blanca a la hora de imaginar nuevas y salvajes (y divertidas, según se mire) formas de morir para las potenciales víctimas, siendo las más recordadas la de Adrienne, ahogada en nitrógeno líquido para después machacar su cabeza contra la mesa de operaciones. O la de las dos chicas del falso Crystal Lake, aplastadas una contra otra por culpa de Uber Jason, quien las sacude dentro de sus propios sacos de dormir como si estuviera en una guerra de almohadas.

Jason Voorhes, cuyo historial laboral como matarife de Crystal Lake se extendía en el tiempo desde 1981 hasta 1993, no estaba muy acostumbrado al cambio de siglo. Y ni hablar de la generación millennial.

Es por ello que, para hacerle sentir como en casa y a modo de trampa, será confundido con un holograma del Crystal Lake que tanto ama, con sus jóvenes semidesnudas de picnic bajo la luz de la luna y actitudes un tanto lascivas que, como bien le enseñó la querida Pamela Voorhees, deben ser castigadas con la muerte.

Habiéndose puesto detrás de la máscara de hockey desde 'Viernes 13 VII: Sangre nueva', Kane Hodder aceptó encantado volver a interpretar a Voorhees en 'Jason X'.

El actor quedó encantado con lo cómodo que resultaba el aparentemente engorroso traje de Uber Jason, el cual contaba con una cremallera posterior que le permitía entrar y salir de él sin problemas. Así es como Hodder se despedía del icónico villano, pues en 'Freddy contra Jason' sería sustituido por Ken Kirzinger, quien en la 'Viernes 13' de 2009 le cedía el testigo a Derek Mears.