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CRÍTICA

'No dormirás': 106 horas sin dormir orquestadas por una Belén Rueda de pesadilla

Belén Rueda y Natalia de Molina trabajan juntas en una obra experimental que pone a los actores de 'No dormirás' al límite de una pesadilla sin fin.

Por Sandra Sánchez Guerra 15 de Junio 2018 | 09:30

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Belén Rueda da la bienvenida al mundo de lo desconocido con cara de psicópata mientras Eva de Dominici y Natalia de Molina se internan en una clínica psiquiátrica para optar al que puede ser el papel más importante de sus carreras como actrices, el que les tendrá privadas del sueño durante más de 106 horas pero les hará alcanzar la cima de lo sublime. Tal pesadilla lleva por título 'No dormirás', es la nueva película de miedo que protagoniza la maestra del terror español y el debut en el género de Natalia de Molina.

Belén Rueda, Natalia de Molina y Eva de Dominici en 'No dormirás'

Esta coproducción entre España, Argentina y Uruguay juega con los límites de la realidad y el sueño, realizando una incursión en una fantasía muy real determinada por la desprotección que el no dormir provoca en los actores protagonistas de la obra de teatro 'Insomne', dirigida por Alma Böhm, el personaje de Belén Rueda. La introspección a la que se ven forzadas Bianca (Eva de Dominici) y Cecilia (Natalia de Molina) es la baza que mejor aprovecha el filme dentro de los márgenes del género y los giros de guión sorpresivos en los que se mueve.

Con un arranque acomodado en las costumbres de lo que usualmente vemos en producciones de miedo, 'No dormirás' crece cuando desdibuja realmente lo real y los desvaríos de la mente que confunden a los actores privados del sueño. Belén Rueda, la directora teatral que lleva la batuta de tortura en el experimento, vuelve a meterse en el papel de villana que disfruta ante el dolor. Tiene una escena junto a la actriz protagonista, la argentina Eva de Dominici, impresionante, aunque su personaje va cayendo a medida que avanza la cinta en el estereotipo.

 Un fotograma de 'No dormirás'

Recordará su actuación, sobre todo por un elemento importante en la puesta teatral de 'Insomnes', a otros thrillers psicológicos de la actriz. Ésta no es precisamente su contribución estrella al género independientemente de que fuera la estrella que necesitaba 'No dormirás' para encabezar su cartel. Junto a ella, el ver a Natalia de Molina en su primera incursión en el terror, encima poniendo acento argentino, es un plus. Al escucharla en la película, se pueden presentar dudas sobre la credibilidad de esa entonación. Sin embargo, ello no quita que la actriz de 'Techo y comida' haga una buena interpretación como víctima en este juego macabro abierto al público.

Luces y sombras de 'No dormirás'

A destacar de la dirección de Gustavo Hernández y del guión de Juma Fodde, la ambientación de esta historia y el trabajo artístico crean un entorno y un imaginario a la altura de una pesadilla que, cuando evita los pasos de manual y traspasa la barrera de lo desconocido, se vuelve un mundo alternativo de 'ensueño' para el espectador, que Eva de Dominici recorre con mucho mérito en sus escenas más difíciles. 'No dormirás' tiene un clímax que funciona muy bien y, sumado a la expectativa de un desenlace que se persigue en la trama, te da lo que te pedía el cuerpo.

Hay otro detalle especial en la cinta que es una escena grabada en plano secuencia, como ya realizó el director su película anterior, 'La casa muda'. Ahora bien, en oposición a los aciertos que luce la historia, están las incongruencias y fallos del guión que te sacan de la misma. El final está plagado de ellos y de algún momento estirado que desmerece el desenlace: comportamientos de personajes irrisorios, un cambio de actitud de un personaje que no se entiende y varios problemas de raccord en el planteamiento final.

Nota: 6

Lo mejor: La pesadilla sin filtro y sin control que se presenta a los actores y la realidad terrorífica que muestra con ello la película al espectador.

Lo peor: Los descuidos de guión, una actuación secundaria que no está a la altura y la necesidad de prodigarse en lo típico.