Robert Zemeckis sustituiría a Guillermo del Toro en el remake de 'La maldición de las brujas'

Es curioso que, a día de hoy, una de las mejores películas sobre brujería sea nada más y nada menos, que la primera película sobre brujería.

Dirigida por Benjamin Christensen en 1922, el título sueco-danés corona el podio del terror sobre brujas gracias a un documental que incluye dramatizaciones de situaciones en las que el espectador es testigo de los quehaceres de aquellas que eran acusadas de herejía durante la edad Media.

Basado en parte en los estudios que el propio Christensen realizó entorno al 'Malleus Maleficarum', el tratado para la persecución de las brujas escrito por Heinrich Kramer en 1486, contiene algunas de las escenas más perturbadoras del cine de horror, algo a lo que lo macabro de sus escenas totalmente mudas ayudan a construir un retrato de las adoradoras de Satán.

Es a Carl Theodor Dreyer a quien le debemos dos de los títulos clave de este subgénero: 'Vampyr, la bruja vampiro' y 'Dies irae'.

La primera, rodada en Alemania en 1932 y con una inspiración estética claramente ligada al expresionismo alemán, está basada en una de las obras magnas de la literatura vampírica, 'Carmilla', de Joseph Sheridan Le Fanu. Diez años después de que F.W. Murnau aterrorizara con su 'Nosferatu', Dreyer plasmó a la primera gran vampiresa del cine, presentándola como una vieja bruja que introduciría al protagonista, Allan Grey, en un espeluznante mundo onírico de pesadilla.

Rodada sin sonido, posteriormente fueron añadidos los escasos diálogos que contiene, suponiendo la primera película sonora del director, la cual fue un rotundo fracaso comercial del que Dreyer no consiguió recuperarse hasta más de una década después con 'Dies irae'.

En 1943 presentaba dicho título, considerado uno de los mejores de su filmografía, en el que viajaba hasta la Dinamarca del siglo XVII, en plena caza de brujas, para traernos un drama rural en el que un sacerdote accede a salvar a una joven acusada de brujería de arder en la hoguera si esta se casa con él. La llegada del hijo del religioso supondrá el inicio de una turbia relación con la supuesta hereje que traerá fatales consecuencias para todos.

En 1835 el autor ruso Nikolái Gogol publicaba 'El Viy', cuento de terror en el que una vieja bruja trata de traer al mundo de los vivos a una temible criatura demoníaca, el Viy del título.

Tal narración es la que sirvió de inspiración para que Mario Bava realizase una de sus obras más reconocidas en 1960: 'La máscara del demonio'. Protagonizada por Barbara Steele, cuenta como tras ser ejecutados, dos amantes practicantes de brujería, son resucitados siglos después cuando abran sus ataúdes y les sean retiradas sus máscaras, hecho que desatará su ira sobre la población.

Filmada en un exquisito blanco y negro para así homenajear a los títulos de terror gótico de la Universal de los años 30, la perturbadora mirada de Steele como la temible princesa Asa Vadja se quedará grabada en nuestras mentes para siempre.

Siete años más tarde Konstantin Yershov y Georgi Kroprachyov dirigían uno de los títulos más emblemáticos de la escasa producción de terror de la URSS, 'El Viyi', una adaptación del cuento de Gogol en el que Natalya Varley interpretaba a Pannochka, la temible bruja dispuesta a sembrar el terror de forma implacable.

En 2014 Oleg Stepchenko dirigió una nueva adaptación del relato en la que apostaba más por la fantasía y las aventuras, llamada 'Viy 3D' y que aquí fue traducida como 'Transilvania, el imperio prohibido', y de la cual debéis alejaros lo más posible.

En un primer vistazo, 'Arde, bruja, arde' y 'La estación de la bruja' no parecen tener muchas cosas en común, pero es en el espíritu de sus protagonistas que coquetean con las fuerzas del mal donde encontramos un nexo de unión.

En el primero, título inglés dirigido por Sidney Hayers en 1962, un profesor de psicología de una prestigiosa universidad descubrirá para su asombro como su mujer, Tansy (Janet Blair), dedica su tiempo libre como ama de casa a realizar hechizos y conjuros paganos que parecerán atraer a una serie de sucesos en los que reinará la fatalidad.

Basada en la novela 'Conjure Wife', su título original fue el de 'Night of the Eagle', cambiado para su distribución en Estados Unidos por el de 'Burn, witch, burn', y de la adaptación de su guion se encargó nada más y nada menos que Richard Matheson, autor de títulos imperecederos de la literatura de terror como 'Soy leyenda' o 'La leyenda de la casa del Infierno'.

Para el siguiente ejemplo hay que cruzar el charco hasta EEUU y centrarse en la primera etapa de George A. Romero, el padre del zombi moderno, quien para su tercera película decidió plasmar lo que él consideró una clara inspiración en el movimiento feminista y mostrar cómo Joan Mitchell (Jan White), una aburrida ama de casa de Pittsburgh, se unía a un aquelarre.

Estrenada con el título de 'Hungry wives!' en 1973 y promocionada como una película con escenas de pornografía softcore, fue un rotundo fracaso en taquilla, algo que se solventó años después tras el éxito de 'Zombi', cuando fue reestrenada bajo el título 'Season of the witch'.

Dirigida por Otakar Vávra y perteneciente a la denominada Nueva Ola Checoslovaca, 'Martillo para las brujas' está basada en el libro de Václav Kaplický llamad 'Kladivo na arod jnice', en la que se novelan los juicios por brujería que sacudieron el norte de Moravia en la década de 1670.

Censurada por el gobierno checo el año de estreno, en 1970, narra las atrocidades a las que aquellas acusadas por herejía eran sometidas con el visto bueno de la Inquisición.

Una película de visión obligada en la que el espectador se convierte en testigo directo de torturas que traspasan los límites de lo aberrante.

De viaje a Latinoamérica nos encontramos con dos títulos clave de la filmografía del terror mexicano: 'Alucarda, la hija de las tinieblas' y 'Veneno para las hadas'. Dirigidas por Juan López Moctezuma en 1977 y Carlos Enrique Taboada en 1984, respectivamente, se trata de dos películas indispensables para la formación de un mapa representativo de las brujas en el cine.

'Alucarda', inspirada nuevamente en la 'Carmilla' de Le Fanu, tiene ciertas reminiscencias a algunos textos del Marqués de Sade, pues sin ir más lejos su protagonista se llama Justine, como la protagonista de 'Justine o los infortunios de la virtud'. En la película, la protagonista entablará una relación con Alucarda dentro de un convento de monjas, donde recibirán la llamada del mismísimo Satán.

Por otro lado, ya en la década de los ochenta y con Taboada al mando (una de las grandes figuras del horror en México), 'Veneno para las hadas' se presenta como una historia de terror de corte clásico en la que la joven Verónica asegura que tiene poderes mágicos y arrastra a su amiga Flavia hasta una serie de hechos un tanto macabros y que no desvelaremos.

Basándose en el texto de Thomas de Quincey, Dario Argento ha plasmado a sus Tres Madres del Mal en tres títulos entre 1977 y 2007.

En 'Suspiria', más allá de ser uno de los títulos modernistas más representativos del terror moderno, conocíamos a la Mater Suspiriorum, Helena Markos, quien está al mando de la elitista academia de ballet Tanz, en Friburgo, lugar que Suzy Bannion descubrirá que está dominado por un legendario aquelarre.

En 'Inferno', la poetisa Rose Elliot descubre en Nueva York el hogar de la Mater Tenebrarum (Veronica Lazar) y se verá envuelta en una espiral de muerte y terror en la que su hermano acabará también implicado.

Por último, 'La madre del mal' nos lleva de viaje a Roma, donde Sarah (Asia Argento), una estudiante de restauración de arte examina un recipiente que contiene las cenizas de la Mater Lachrymarum, quien regresa del más allá y a quien las brujas de la ciudad han estado esperando durante años.

Si bien 'Mystics in Bali' se escapa un poco del concepto del cine de brujería, no está de más tenerlo en cuenta como la rara avis que es.

Dirigida en 1981 por H. Tjut Djalil y basada en la novela de Putra Mada llamada 'Leák Ngakak', es una macabra historia en la que una joven estadounidense viaja hasta Bali buscando los secretos de la magia ancestral. Una noche se topará con una mujer miembro del aterrador culto de Leyak.

La chica querrá convertirse en su discípulo, pero la bruja Leyak tiene otros planes para ella...

A principios de los noventa, con el cine familiar plenamente consagrado, aparecieron dos títulos clave que pese a alejarse de los esquemas del terror, merecen su reconocimiento en un especial sobre las brujas en el cine.

'La maldición de las brujas', dirigida por Nicolas Roeg en 1990 y producida por Jim Henson, adapta un cuento de Roald Dahl en el que se nos presenta a Luke, un niño que se verá cara a cara con un aquelarre formado por todas las brujas de Inglaterra, lideradas por Eva Ernts (Angelica Huston).

Tres años después, de la mano de Disney llegaba 'El retorno de las brujas', mítico título protagonizado por Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy como las tres hermanas Sanderson, sentenciadas en Salem y que regresarán a la vida una noche de Halloween de forma accidental, enfrentándose a los jóvenes Max (Omri Katz), Dani (Thora Birch) y Allison (Vinessa Shaw) por conseguir la inmortalidad.

Justo antes de la resurrección del terror adolescente, Andrew Fleming estrenaba uno de los títulos de los años noventa más representativos para toda una generación: 'Jóvenes y brujas'.

Protagonizada por Robin Tunney, Fairuza Balk, Neve Campbell y Rachel True, amén de la aparición de Assumpta Serna, traslada los aquelarres y ritos de iniciación hasta un instituto de Los Ángeles, donde Sarah (Tunney) entablará amistad con tres chicas con predilección por las ciencias ocultas.

Titulazo de culto, le pese a quien le pese.

Además, Leigh Janiak, directora de la magistral 'Honeymoon', ha sido la escogida para dirigir la secuela, con vistas a estrenarse el año que viene.

Con una campaña de marketing viral a las que ahora ya estamos acostumbrados, 'El proyecto de la bruja de Blair' llegaba a cines de todo el mundo en 1999. Y lo hizo revolucionando el género y poniendo de moda el found footage.

¿La premisa? Tres estudiantes de cine se perdieron en los bosques de Maryland mientras realizaban un documental sobre la bruja de Blair. Las cintas de vídeo fue lo único que encontraron y es lo que se le mostrará al espectador.

En este caso, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez consiguieron aterrar al público sin mostrar nada, dejando vía libre a la imaginación y convirtiendo a su bruja en un antagonista al que nunca veremos en pantalla pero que llega a infundir escalofríos.

Puede que esta sea una de las grandes desconocidas, pero a la colombiana 'El páramo', dirigida por Jaime Osorio Marquez y estrenada en 2011, hay que tenerla en cuenta en un especial como este.

La historia nos presenta a un grupo de soldados veteranos colombianos que, tras perder el contacto con sus superiores, llegan hasta su destino, un lugar aislado en el que únicamente encuentran a una campesina que había sido encerrada y maniatada.

Sin saber qué hacer y temiendo el ataque de la guerrilla, pronto se verán asediados por la paranoia y el terror que infunda esa extraña mujer...

Además de ser la obra más personal de Rob Zombie, en 'The Lords of Salem' confluyen el cine de horror setentero, el de autor y lo más kitsch y surrealista de su carrera.

Heidi (Sheri Moon Zombie), una locutora de una radio local, recibe un disco de vinilo de un grupo desconocido llamado The Lords. Tras escucharlo, iniciará un descenso a un mundo de pesadilla en el que las brujas condenadas siglos atrás tendrán mucho que ver.

Atmósfera de pesadilla y ambiente malsano en uno de los mejores títulos sobre brujería del terror contemporáneo, perfecto para cerrar este círculo iniciado por 'Häxan'.