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PRE-CRÍTICAS

'Salir pitando', el estreno nacional de la semana

Guillermo Toledo protagoniza 'Salir pitando', comedia en clave futbolística que llega este find e semana a nuestras pantallas.

Por Óscar Martínez 21 de Septiembre 2007 | 11:44

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El director Álvaro Fernández Armero ('Todo es mentira', 'El arte de morir') dirige la comedia en clave futbolística 'Salir pitando', protagonizada por Guillermo Toledo, Javier Gutiérrez, Antonio De La Torre y Nathalie Poza.

La película se centra en la vida de Jose Luis Ratón Pérez, un árbitro de prestigio internacional que, tras un polémico arbitraj durante el un partido de Liga, es relegado al ostracismo. A partir de entonces, su vida va de mal en peor: todavía enamorado de su ex-mujer, Jose Luis descubre que ésta tiene un amante y, por si so fuera poco, últimamente tiene un sueño recurrente en el que un antiguo compañero del colegio se le aparece allá donde vaya para amargale la existencia. Pero el colegiado no se rinde, y con la ayuda de fiel amigo y linier Rafa, decide arbitrar nuevamente el último partido de Liga, en el que se enfrentan el Recrativo de Huelvo, que opta a jugar la UEFA, contra el Valencia, que puede proclamarse campeón de Liga.

Tarjeta amarilla

'Salir pitando es', simple y llanamente, lo que peyorativamente llamaríamos un españolada: de humor zafio y situaciones risibles, la película vive de la pareja formada por Guillermo Toledo y Javier Gutiérez, en una trama que tan sólo pisa el césped en sus últimos minutos.

Pero, de todos modos, uno debe reconocer que 'Salir pitando' tiene sus momentos y que, a pesar de resultar un cliché más de nuestra comedia nacional, consigue hacernos soltar algunas carcajadas sin necesidad de recurrir al humor en clave escatológica de Torrente, por ejemplo.

Así pues, 'Salir pitando' mantiene cierta relación con otras comedias modernas realizadas en nuestro país, y sobretodo con Días de fútbol, pues coinciden tanto en el contexto como, aunque en una versión bastante más light, en su humor, que se basa en la premisa de realizar una comedia a partir de la desgracia ajena que, por contra, es un claro reflejo de la mundanal y rutinaria vida del propio espectador.

Eso sí, con matices. No todos somos árbitros de fútbol, ¿no?

Resumiendo: se puede ver, pero tampoco es una diversión asegurada.