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CRÍTICA

'La bruma': Bajo la niebla de París

Crítica de 'La bruma', thriller sobrenatural protagonizado por Romain Duris y Olga Kurylenko. Una tenebrosa y mortal niebla inunda todas las calles de París.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 13 de Julio 2018 | 13:23
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El cine francés siempre se ha mostrado muy transversal, capaz de producir comedias de éxito, dramas sobre las relaciones humanas, thrillers desasosegantes, cintas de terror agobiantes. El cine sobrenatural galo se ha visto poco en España. Ahora llega 'La bruma', cuarto largometraje del canadiense Daniel Roby, que lleva a Romain Duris y a Olga Kurylenko a una auténtica odisea por las calles de París.

La bruma

Una extraña niebla empieza a surgir desde las áreas subterráneas de París. Esa niebla resulta tóxica, matando a todo aquel que la inhala. Mathieu y Anna son una pareja que vive en uno de los distritos de la capital francesa, tienen una hija, Sarah, que vive en una especie de burbuja de cristal gigante, ya que padece una extraña enfermedad que le hace no poder hacer una vida normal. La extraña neblina llega también al distrito en el que vive la familia, obligando a Mathieu y a Anna a huir hasta el piso más alto del edificio, donde son acogidos por una pareja de ancianos. La niebla ha cubierto prácticamente toda la ciudad, dejando solo los últimos pisos de los edificios sin cubrir. Sarah, pese a quedarse en la niebla, puede sobrevivir gracias a que está dentro de la burbuja de cristal. Sin embargo, sobrevivir se antojará complicado. Sin alimentos, sin información, sin electricidad y sin ayuda, los supervivientes se encuentran acorralados. El tiempo pasa, la niebla sigue aumentando y la burbuja de Sarah empieza a no tener batería suficiente para protegerla, se inicia así una huida contrarreloj en busca de sobrevivir.

Lucha a contrarreloj por sobrevivir

Sin duda, la trama llama la atención, ya que recuerda inicialmente a 'La niebla', al retratar un fenómeno sobrenatural en un ambiente muy real. No obstante, el filme de Roby difiere bastante, ya que en 'La bruma', es la inhalación de la neblina tóxica lo que mata, no extraños insectos gigantes. La sensación de angustia y la acción apenas dan respiro al público, que se meterá de lleno en esta lucha por la supervivencia de Mathieu, Anna y Sarah. Ahí, Roby, junto con los guionistas Guillaume Lemans, Jimmy Bemon y Mathieu Delozier aciertan de lleno, en crear tensión e interés por la trama.

La bruma

A ello hay que añadirle las estupendas interpretaciones tanto de Romain Duris, como de Olga Kurylenko. Duris interpreta a un padre de familia que hará todo lo posible por salvar a su familia. Un héroe prototípico que el actor defiende muy bien, haciéndolo imperfecto, sin esa aura de buen padre propia del cine estadounidense. También está Olga Kurylenko, la actriz francesa de origen ucraniano demuestra que tiene experiencia en cine de acción. Ambos tienen muy buena química y logran mostrar unos personajes que, aunque canónicos, tienen cierta originalidad.

Interesante propuesta francesa

No obstante, que 'La bruma' no sea una película redonda es que su premisa, finalmente, no se explica. El director y los guionistas huyen de la metáfora política y medioambiental, quitándole un trasfondo al filme que le hubiera beneficiado, tampoco ayuda que su última parte de convierta en predecible.

La bruma

Pese a ello, vale la pena ver 'La bruma', una propuesta diferente que muestra la capacidad que tiene el cine europeo de crear potentes propuestas para la taquilla alejadas de los grandes fuegos artificiales y presupuestarios de los estudios de Hollywood.

Nota: 7

Lo mejor: Su inicio y sus efectos visuales.

Lo peor: Carece de trasfondo.