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CRÍTICA

'Solo': Entre dos aguas

La película, protagonizada por Alain Hernández y Aura Garrido, es una ejemplar aventura de supervivencia dentro de una cinta irregular.

Por Guillermo Hormigo López 20 de Julio 2018 | 09:30

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El cine de supervivencia, del humano aislado contra la naturaleza, lleva años siendo un filón en Hollywood: películas de presupuesto medio que ofrecen al espectador una dosis de tensión y adrenalina, justo lo que espera. '127 horas' o 'Infierno azul' son dos de los ejemplos más exitosos. Exportar este subgénero al cine español es una de las mayores novedades que ofrece 'Solo'. La nueva película del director Hugo Stuven Casasnovas, protagonizada por Alain Hernández y Aura Garrido, se esfuerza en cumplir punto por punto con las pautas de este tipo de cine. Y es ahí donde se encuentran las grandes virtudes, pero también los defectos, de esta emocionante adaptación de una historia real.

'Solo'

'Solo' (no confundir con el reciente spin-off del mercenario galáctico) relata la odisea que en septiembre de 2014 vivió el joven surfista Álvaro Vizcaíno, tras precipitarse por un arrecife en la costa de la isla de Fuerteventura (un impresionante paisaje al que el filme saca mucho partido). La caída será el comienzo de 48 horas extremas, en las que Álvaro luchará contra sus heridas y sus fantasmas interiores (y contra las gaviotas) por sobrevivir.

El segundo trabajo de Hugo Stuven, dos años después de la cinta de terror 'Anomalous', parece perfilar un cineasta dispuesto a aportar su sello en cada proyecto sin renunciar por ello a las aspiraciones comerciales. Una dicotomía presente en la propia estructura de la película: por un lado ejemplar cine de aventuras y supervivencia. Por otro, una reflexión sobre cómo la soledad y aislarnos de los demás no resuelve nuestros problemas, sino que los acrecenta.

Alain Hernández en 'Solo'

Todo lo relacionado con la agonía que experimenta el protagonista resulta sobrecogedor. Stuven consigue sacar todo el partido posible a un paisaje tan hermoso como extremo. Los planos aéreos destacan la soledad del personaje, atrapado entre dos gigantes: los áridos arrecifes a un lado y el interminable océano al otro. Pero no por ello dejamos de meternos en la piel de Álvaro, de experimentar su dolor como el nuestro. A ello ayuda sin duda la entregada interpretación de Alain Hernández, que da todo en una descarnada actuación. El protagonista de 'El rey tuerto' vuelve a demostrar que es un intérprete capaz de elevar cualquier papel. No menos meritoria es la extraordinaria labor técnica, como el cuidado trabajo de sonido, la imponente fotografía o la incesante banda sonora (una creación de Sergio Jiménez Lacima a la que se le puede achacar, eso sí, una cierta similitud con las obras de Max Ritcher).

Una película que se pierde, pero que nunca se hunde

Sin embargo, la mencionada combinación de historia de supervivencia y drama de personaje (muy repetida en el subgénero) acaba acarreando los principales problemas de la película. La introducción resulta demasiado larga, y los continuos flashbacks interrumpen la acción en lugar de implicarnos más en ella. Resulta curioso como, tras diez minutos de película dedicados a presentar los conflictos del protagonista (sin demasiado éxito), una sola escena, aquella en la que el protagonista recibe tres llamadas de teléfono, nos transmite mucho más sobre él en mucho menos tiempo.

Aunque el drama que experimenta consigue que la empatía con Álvaro vaya creciendo conforme avanza la película, el potencial dramático del filme se ve lastrado por esa falta de conexión inicial. Algo que no mejora con los flashbacks y ensoñaciones del resto del metraje, que caen en imágenes tópicas y diálogos artificiales. La diferencia se aprecia en la propia interpretación de Alain Hernández en estas escenas, mucho más artificial. Pero la verdadera damnificada es Aura Garrido, una actriz que ha demostrado su talento en cintas como 'Stockholm' y series como 'El Ministerio del Tiempo' o la reciente 'El día de mañana'. Aquí sin embargo cuenta con un personaje cercano al de mujer florero, que está ahí para hacer mejor persona al protagonista, según se dice en la propia película.

Aura Garrido y Alain Hernández en 'Solo'

Pese a todo ello, 'Solo' acaba dejando buenas sensaciones en el espectador por su cuidado aspecto visual y por la emoción que logra transmitir. Es una muy digna propuesta de cine adulto para aquellos que quieran buscar opciones alternativas a los grandes blockbusters veraniegos, sin tener que adentrase por ello en películas demasiado exigentes. No llega al nivel de 'Buried (Enterrado)', otra cinta española con la que guarda muchos paralelismos, pero 'Solo' nos brinda la ocasión de experimentar una trepidante experiencia desde la butaca del cine. Lejos de cualquier peligro y en compañía.

Nota: 6

Lo mejor: El imponente apartado visual, la emoción y tensión que transmiten muchos momentos y la interpretación de Alain Hernández.

Lo peor: La parte más humana de la historia resulta anodina y manida, descuidando a personajes como el de Aura Garrido.

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