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PRECRITICA

'San Valentín sangriento 3D', espectáculo palomitero

Patrick Lussier nos brinda todo un homenaje al slasher ochentero y un recomendable festín por y para el 3D.

Por Óscar Martínez 7 de Septiembre 2009 | 20:06

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Tras haber dirigido toda una retahíla de títulos infumables como 'Drácula 2000', 'White noise 2: la luz' o 'Ángeles y demonios 3', el cineasta Patrick Lussier trae a nuestras carteleras este próximo fin de semana el remake en 3D de este film canadiense dirigido por George Mihalka allá por 1981.

Como muchos sabrán, el 'San Valentín sangriento' original fue uno de los más precoces títulos a la hora de sumarse a la recién surgida oleada de slashers surgidos a raiz del éxito de títulos como 'Halloween', 'Black Christmas' o 'Viernes 13'. A partir de ese momento, toda jornada festiva en Estados Unidos se convirtió en la excusa perfecta para desatar toda una vorágine de casquería, tal y como reflejan títulos como 'Silent night, deadly night', 'Prom night' o la propia 'Bloody Valentine', y que se ha perpetuado hasta nuestras fechas con filmes tan variopintos como 'Muerto el 4 de julio' o la todavía pendiente de estreno 'Bunnyman', donde el conejo de Acción de Gracias se encargará de arrollar con una sierra mecánica a todo desgraciado que se cruce a su paso.

'San Valentín sangriento 3D', espectáculo palomitero

Espectáculo palomitero

A pesar de que las facilidades que otorgan las nuevas tecnologías parecen haber mermado la imaginación de buena parte de los llamados filmes de género, el 3D se presenta como la nueva gallina de los huevos de oro del cine concebido como entertainment, tal y como demuestra, por ejemplo, la actual primera posición en la taquilla norteamericana de 'Destino final 4'.

Por su parte, 'San Valentín sangriento 3D' es, además de un efectivo y entretenido film concebido por y para este rejuvenecido cine tridimensional, un entrañable homenaje al cine de terror ochentero más ortodoxo, en una loable mixtura de látex y CGI, de nueva y vieja escuela, repleta de prótesis y sangre a chorros, secundarios con frases insultantemente memorables, algo de carne de fémina y, por encima de todo, picos arrojadizos que parecen clavarse en la mismísima frente del espectador.

A fin de cuentas, lo que el público venía a degustar.

'San Valentín sangriento 3D', espectáculo palomitero

De este modo, 'San Valentín sangriento 3D' es un espectáculo tan vacuo como aplaudible, todo un compendio de forzados clichés que retroalimentan un film tan efectista como efectivo en su apartado visual, y tan distendido como obvio argumentalmente hablando. Así y todo, un servidor ha echado en falta algo más de hemogoblina en ciertos pasajes, sobretodo teniendo en cuenta el inolvidable arranque de film en el hospital, en una película cuyo único sentido radica en disfrutarla - y valorarla- en una sala de cine 3D con un cuenco gigante de palomitas para su total disfrute.