La polémica lleva unos días en el aire. Tras años reclamándose una reducción del IVA en el cine, alegándose que se estaba machacando a la industria y vaciando las salas con esta medida, y después de bajarse el impuesto en todas las industrias culturales salvo el cine en 2017, en lo que parecía una guerra abierta del anterior gobierno contra el sector, finalmente la bajada se hizo real tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado a comienzos del verano. La noticia fue recibida con alegría por parte de la industria y del público, que pensaban que los precisos excesivos de las entradas que se veían en los grandes cines de las ciudades más grandes, habiendo habido un aumento del precio gigantesco en la última década, se verían por fin reducidos. La bajada del impuesto del 21% al 10% indicaba que se tendría que ver reflejada en el precio de la entrada, y esto hacía que la entrada podría reducirse de precio entre un euro y 50 céntimos. Pero la decepción no tardó en llegar cuando dos meses después, las Asociaciones de Consumidores denunciaban que no todos los cines habían ajustado sus precios tras la bajada del IVA.
Un estudio de FACUA en medio centenar de cines reflejaba que siete de cada diez no había aplicado correctamente la reducción. Es más, los datos del INE reflejan que las entradas de cine, teatro y espectáculos habían subido un 8,8% en julio respecto al mes anterior.
Ante tales datos, las quejas por parte de la sociedad no tardaron en llegar, y FACUA aseguró que estudiarían todos los casos y denunciarían ante Competencia estas conductas.
El último comentario en añadir más leña al fuego ha sido del nuevo ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, quien avisó que igual habría que revisar la bajada al 10% del IVA al cine en el caso de que esta medida no repercuta en los precios de las entradas, y que tenían que ser los exhibidores y los distribuidores los que hicieran que finalmente la bajada del IVA afecte en el precio de las entradas y llegue a todo el mundo.
Los exhibidores se defienden
Ante todas estas acusaciones, la Federación de Cines de España (FECE) no ha querido valorar las declaraciones realizadas por el ministro, pero ha defendido en declaraciones a Europa Press que hay una clara bajada de 40 céntimos en los precios de las entradas de cine, pasando de 6,22 euros de media en junio a 5,82 euros en julio.
Los exhibidores han publicado los datos recogidos por comScore de taquilla y espectadores de las salas de cine en España en los meses de junio (con el IVA todavía todavía al 21%) y julio (con el IVA actualizado al 10%), que según ellos reflejan esa clara bajada del precio medio de una entrada de cine en España. "Creemos necesario remarcar, una vez más, el esfuerzo realizado por las salas de cine durante los últimos 5 años para que los espectadores no se vieran afectados por la subida del IVA al 21%, donde el precio medio de la entrada de cine en España bajó en ese periodo un 8.5%", ha destacado la asociación. En este sentido, han recordado que el precio medio de la entrada de cine ha pasado desde los 6,43 euros registrados en el año 2013 a los 5,92 euros de precio medio del año 2017.
Lo cierto es que el precio de las entradas en los multicines de las grandes ciudades prácticamente no se ha visto alterado todavía. En los cines de Madrid de cadenas como Cinesa o Yelmo, la bajada no se ha visto reducida en el precio. Por otro lado, estos cines están apostando por métodos alternativos con salas de lujo con comida y asientos reclinables donde la película es lo de menos para intentar alcanzar a nuevos públicos. Veremos adónde van estas nuevas medidas y si finalmente los precios se ven reducidos al IVA cultural actual o el Estado tendrá que tomar medidas.
