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PRECRÍTICA

'Petit indi', fatalismo obrero

Marc Recha nos trae una fábula sobre la condición obrera a través de la descripción del extrarradio barcelonés que nace a orillas del río Besós.

Por Óscar Martínez 29 de Octubre 2009 | 14:22

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Marc Recha es un claro ejemplo de la disparidad de opinión entre público y crítica. Alabado por ésta última, sobretodo desde Francia, el director de L'Hospitalet de Llobregat posee un estilo de narración verdaderamente particular, muy próximo según muchos a ese cine asceta e hiperrealista de Bresson.

Con ello, resulta lógico que buena parte del público considere a Recha un cineasta a evitar, pues su uso de la cámara, repleta de exasperantes planos fijos cargados de un silencio contemplativo, es capaz de acabar con la paciencia del más pintado. Por su parte, 'Petit indi' es una muesca más en la particular filmografía del director catalán, siguiendo las mismas premisas de sus anteriores películas, en esta ocasión centrándose en la descripción de la periferia barcelonesa que nace a la orillas del rio Besós.

'Petit indi', fatalismo obrero

Con el novel Marc Soto en el epicentro de su historia, y acompañado por actores nacionales como Eduardo Noriega, Sergi López o Pere Subirana, 'Petit indi' es, por un lado, el retrato social de ese extrarradio barcelonés, gris, industrial y anclado en décadas anteriores, por el que su protagonista deambula ajeno a la realidad. El ya desaparecido canódromo, las tres chimeneas de Sant Adrià o la fábrica de Estrella Damm se nos muestran como reductos atemporales, pequeños microcosmos fantasmas por los que divagan obreros, pensionistas y trileros cuyo único único leitmotiv cotidiano radica en insuflar algo de esperanza a sus vidas con un pequeño golpe de suerte.

Por otro lado, 'Petit indi' contiene una faceta mucho más conceptual, una fábula con zorro, pájaro y cabezudos a modo de diosa Fortuna incluidos, en el que la crudeza de una realidad con ecos de fatalismo obrero, se impone sobre los sueños y esperanzas de un protagonista que, durante buena parte de su metraje, aguarda un posible final feliz.

'Petit indi', fatalismo obrero

Todo hay que decirlo, el nuevo film de Marc Recha resulta excesivamente contemplativo y carente tanto de diálogos como de intensidad, con un protagonista inexpresivo a lo largo de todo el metraje a excepción de una cruenta y dolorosa secuencia final que, finalmente, da sentido y moraleja a un film que parecía carecer de un verdadero entramado en aras del retrato social.

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