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PRECRÍTICA

'Aurora boreal', fantasmas del pasado

Un film predominado por una indiferencia -que no apatía- que hace de la película de Leif Lindblom un producto tan consumible como prescindible.

Por Óscar Martínez 21 de Mayo 2010 | 11:56

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A pesar de compartir el mismo apellido, a Asa Larsson no le vincula ningún parentesco con el creador de la saga 'Millennium'. Eso sí, sin duda alguna, la joven escritora debe buena parte de su popularidad, -al menos, a nivel internacional- al fenómeno literario de la saga de su compatriota, que ha convertido a toda novela negra o policial procedente de Suecia en best-seller, ya sea de la mano de escritores actuales orecurriendo a los antiguos pilares del género surgidos en la década de los sesenta, como Maj Sjöwall o Per Wahlöö.

'Aurora boreal', fantasmas del pasado

'Aurora boreal' es la adaptación de la primera novela de Larsson, dirigida en 2007 con escaso presupuesto por Leif Lindblom y protagonizada por Izabella Scorupco (quien fuera chica Bond en 'Golden Eye'), Jakob Eklund, Mikael Persbrandt, Suzanne Reuter y Krister Henriksson, El film, como ya ocurriera con las dos últimas entregas de 'Millennium' dirigidas por Daniel Alfredson, contiene cierto regusto a telefilme que su pobre entramado no ayuda a mitigar.

La película, en líneas generales, se deja ver con afabilidad, si bien el espectador en todo momento es consciente de que se encuentra degustando un producto menor, de consumo rápido y escaso empaque, donde la falta de un verdadero punch de thriller queda suplido por el retrato de la hermética sociedad laestadianista, movimiento cristiano conservador luterano en cuyo entorno creció la propia escritora. De este modo, y salvando las distancias, 'Aurora boreal' no puede dejar de evocarnos a filmes como, por ejemplo, 'Único testigo', película del siempre correcto Peter Weir cuyo entramado no deja de mantener ciertas similitudes genéricas con el film de Lindblom.

'Aurora boreal', fantasmas del pasado

Así y todo, la sensación que predomina durante el visionado de 'Aurora boreal' es, por encima de todo, el de una indiferencia -que no apatía- que convierte a la película en un producto tan consumible como prescindible, en el que se echa en falta una mayor carga dramática en un personaje protagonista cuyos vínculos del pasado bien podían haber sido mucho más exprimidos por su director.

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