La Sección Oficial del Festival de Sitges 2010 presentará la premiere española de 'Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives', película del director tailandés Apichatpong Weerasethakul que obtuvo la preciada Palma de oro en la última edición del Festival de Cannes, quien regresa a Sitges varios años después, después de que en 2004 su film 'Tropical Malady' formara parte de la Sección Seven Chances del festival.
Según el Comitè de Selección del Festival, la pellícula del autor tailandés descubre no sólo una nueva concepción del cine fantástico, cosa que ya remarcó el propio Tim Burton, presidente del jurado este año en Cannes, si no la dimensión del arte cinematográfico como expresión multimediática para descifrar una realidad compleja, donde conviven leyendas y realidades, drama y parodia, vida y muerte, historia y mitología, siendo un fascinante juego de espejos y realidades contrastadas que su director recrea mediante una original y revolucionaria concepción artística.
La película cuenta la historia del tío Boonmee, quien sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus días entre los suyos en el campo. Sorprendentemente, los fantasmas de su mujer fallecida y de su hijo desaparecido se le aparecen y lo toman bajo sus alas. Mientras medita sobre los motivos de su enfermedad, Boonmee atravesará la jungla con su familia hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, el lugar de nacimiento de su primera vida...
Por su parte, los críticos nacionales desplazados al festival dijeron de ella en su día cosas como de repente, el cine se exhibe como un ejercicio radical en el que, literalmente, se inventa una forma de comprender el mundo, cualquiera de ellos. No es cine, es un animal que sangra (Luis Martínez: Diario El Mundo); otra colitis mental con el venerado y plúmbeo estilo de la casa, algo naíf con pretensiones líricas, (...) sin hilo narrativo, con diálogos absurdos y ritmo extenuante, con desprecio poético hacia esa tontería llamada coherencia (Carlos Boyero: Diario El País); mediante un ritmo sudoroso, la diálisis fílmica y algunas imágenes de belleza hipnótica, (...) resuelve de un modo naif, (...) Hay momentos deslumbrantes, (...) En fin, una obra que esta fácil de despreciar como de hinchar y desorbitar. (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC).