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CRÍTICA

'Colombiana', una venganza tan sexy como vieja

Tras el boom de las series policíacas en televisión, Olivier Megaton emula su forma de rodaje con todo el peso en los hombros de Zoe Saldana. Pero la historia es demasiado conocida.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 9 de Septiembre 2011 | 02:11
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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En muchas ocasiones se ha llevado a la gran pantalla la imagen de la mujer fuerte, fría, una persona de acción que no necesariamente requiere gigantescos músculos y mandíbula cuadrada. Si además ellas tienen de ventaja es que son las asesinas más glamourosas del mundo.

Colombiana

Pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y no precisamente porque Zoe Saldana no tenga clase, sino porque todo el envoltorio que supone 'Colombiana' es tan vacío de contenido que sus piruetas no podrán esconder una película de acción aburrida y mal construida.

Olivier Megaton quiere convertirla en una Angelina Jolie, y forma física no le falta. Pero ya desde su nacimiento no termina de convencer que una niña de ocho años aparentemente ajena a los negocios sucios de su padre pase en un suspiro a clavar puñales en la mano y a decirle a su tío que quiere ser una asesina. Definitivamente Amandla Stendberg no es Chloe Moretz en 'Kick ass', le falta el carisma, o un padre como Nicolas Cage.

Si encima la historia no es lo que digamos original, no ayuda a captar la atención. ¿Cuántas veces hemos visto al típico personaje que solamente busca venganza tras haber visto cómo asesinaban a sus padres cuando era pequeño? Incontables veces, por eso esas películas deben dar un algo más que 'Colombiana' no tiene.

Colombiana

Estilo post-CSI

Una sucesión de situaciones tomadas de lo más tópico del cine de acción y de espías, con una cámara que está sufriendo los estragos post-CSI con movimientos bruscos y mucha imagen sobrevolando ciudades; no es que la película nos suene de algo, es que ya la hemos visto demasiadas ocasiones.

Rodeada de momentos increíbles en plan MacGyver, o situaciones completamente irreales o insulsas, no hay realmente un punto de la película que se pueda decir que es entretenido. Las exageraciones, como una piscina con caimanes, o las resoluciones de los asesinatos, provocan risa, pero no de la divertida sino de la patética.

La relación con Michael Vartan está metida con calzador para intentar hacernos creer que una niña a la que hemos visto casi en pañales decir que quiere ser asesina puede amar a otro ser humano. Pero como la relación muchas otras cosas están incluidas para justificar un gasto de presupuesto en una película realmente innecesaria.

Me reitero en que Zoe Saldana tiene el cuerpo para el papel que le han diseñado, pero quizás era demasiado pronto para darle un protagonismo absoluto, o simplemente la actriz no brilla por culpa de todo a su alrededor. Si ni siquiera sus perseguidores, con Jordi Mollà entre ellos, intimidan, no es posible creerse lo que Megaton nos quiere contar.

Pocos alicientes se pueden encontrar para recomendar esta película en la que el único punto álgido en forma de "chiste político" en el que está involucrada una fotografía de George W. Bush, pone el listón demasiado bajo a todo el resto del conjunto. Pesada, sin un principio enganchante o misterioso ni un final deslumbrante, la venganza de Cataleya Restrepo quedará perdida en el océano de "vendettas" que hemos visto y veremos en una sala de cine. Será verdad que queda poca inventiva en Hollywood.