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TODO PAYNE

De 'Election' a 'Una vida a lo grande': Alexander Payne, de menos a más

Todo parece tan extraño, absurdo, delicado y emotivo en el cine de Payne que se nos olvida fácilmente que my pocos cineastas hablan de la vida de una forma tan completa.

Alberto Frutos Díaz
Por Alberto Frutos Díaz Más 22 de Noviembre 2018 | 10:24
Redactor especializado en cine y música. Ver, leer, escuchar y escribir.

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Alexander Payne es un tipo tan especial que parece una persona completamente normal. Y a su cine, una vez asentado el estilo adquirido a partir de 'Entre copas', una de esas películas que marcan, para bien o para mal, una carrera, le ocurre lo mismo. Todo parece tan extraño, absurdo, delicado y emotivo que se nos olvida, con demasiada facilidad, que muy pocos cineastas nos están hablando de la vida de una manera tan completa como Payne.

Completa y compleja, pese a la sencillez de un discurso que, película a película, ha ido depurando multitud de puntos álgidos. Romances tardíos, puestas de sol hawaianas, atardeceres grises, karaokes perdidos, vidas diminutas o las calles vacías de pueblos que parecen sostenidos en el aire mientras las agujas del reloj de este mundo, maldito y bendito mundo, siguen avanzando, poco importa el lugar o contexto, la poesía de Payne siempre se escribe con la sutileza, inteligencia y talento de los maestros.

 'Alexander Payne'

A continuación, repasamos todas y cada una de las películas de uno de los directores y guionistas realmente esenciales de la última década, responsable de una filmografía a la que cuesta mucho, muchísimo, encontrar un punto débil. Alexander Payne, un cineasta cuyo cine respira de forma distinta a la de cualquier otro. Lo cotidiano convertido en extraordinario.

Alexander Payne, de peor a mejor

'Ruth, una chica sorprendente'

'Ruth, una chica sorprendente'

El debut de Alexander Payne ya dejaba bien claras algunas de las señas de identidad que han acompañado el cine del director y guionista desde entonces. Personajes cotidianos capaces de convertir la normalidad en algo extraordinario casi sin darse cuenta, o dándose cuenta al mismo tiempo que el espectador, humor negro, secundarios de oro, escenas de auténtico cine y un puñado de diálogos para el recuerdo. 'Ruth, una chica sorprendente', terrible traducción del original 'Citizen Ruth', está liderada por una inmensa Laura Dern capaz de llevar con inusitada soltura el peso de la trama, pero encuentra en las palabras de Payne la mejor de sus virtudes.

Lástima que esta reflexión sobre el aborto, los medios de comunicación y los fanatismos incontrolables termine cayendo en cierta reiteración de formas en su tramo final. Por fortuna, Payne se reserva un último plano absolutamente genial que vuelve a llevar a la película a la mejor de sus formas. No es un trabajo redondo, hablamos de un primer disparo, pero el eco deja bien claro que estamos ante algo más que una promesa.

'Una vida a lo grande'

'Una vida a lo grande'

Pese a ser una obra menor dentro del maravilloso catálogo de Alexander Payne, principalmente por culpa de una extensión tan disparatada como injustificada y un tramo final sorprendentemente ñoño, 'Una vida a lo grande' tiene tantas buenas ideas, escenas brillantes y momentos de auténtico cine, que sería absurdo e injusto tratarla como un desastre.

Partiendo de una idea genial con la que el guionista y cineasta saca lo mejor de su repertorio, resultando igual de irónico, sarcástico y ácido que siempre, pero en un contexto de ciencia ficción, estamos ante un trabajo que falla al no saber controlar sus impulsos para desarrollar su historia sin perderse por el camino, por querer abarcar demasiados temas, lo que provoca que muchos queden resumidos en simples disparos al aire, y, sobre todo, por no saber finalizar a tiempo. Por supuesto que 'Una vida a lo grande' no es una mala película, Payne ha demostrado que es algo que, sencillamente, no sabe hacer, pero se queda muy lejos de lo que podría haber sido y de lo que, en sus mejores momentos, consigue ser.

Una vida a lo grande en eCartelera

'A propósito de Schmidt'

'A propósito de Schmidt'

En manos de (casi) cualquier otro cineasta, 'A propósito de Schmidt' tenía todas las papeletas del mundo para terminar convertida en un insistente martillo busca lágrimas. Sin embargo, Alexander Payne supo ver con esa facilidad suya tan característica el lado más cómico de esa tragedia llamada soledad involuntaria.

Un personaje protagonista desorientado frente a las incógnitas que pueblan las paredes de una casa que se parece cada vez más a una prisión, interpretado por un inconmensurable Jack Nicholson al que acompaña en el reparto una no menos impresionante Kathy Bates, que el espectador abraza desde la distancia y al que acompaña a lo largo de una historia narrada con aires clásicos, el corazón en un puño y una extraña media sonrisa omnipresente en el rostro. Payne, de nuevo, haciendo que lo (muy) complicado parezca extraordinariamente sencillo.

A propósito de Schmidt en eCartelera

'Entre copas'

'Entre copas'

La película que cambió todo para Alexander Payne. Desde su estreno, 'Entre copas' se convirtió, de manera indiscutible, en la película independiente más aclamada de 2004, un honor que, sin lugar a dudas, merecía con creces. Y es que, en una nueva demostración de talento innato para transformar lo cotidiano en memorable, el detalle mínimo en elemento magnífico, Payne encontraba el tono más preciso y el lenguaje narrativo más adecuado para contar la vida de un grupo de personajes que se instalan directamente en la memoria. Copas, brindis, mentiras, celos, encuentros y reencuentros, despedidas y abrazos; en 'Entre copas' habitan muchas vidas, pero solamente una película. La mejor posible.

Entre copas en eCartelera

'Election'

'Election'

Segunda película y primera joya para la cuenta de Alexander Payne. Celebrada por la crítica como la maravilla que es, 'Election' se ha terminado convirtiendo, con justicia, en una obra de culto para millones de espectadores que siguen disfrutando como el primer día de una de esas cintas en las que todo, de principio a fin, funciona de manera envidiable. Con un conjunto de personajes memorables y, sobre todo, un guion de acero que consigue equilibrar con acierto constante el drama y el humor, la mala leche y la ternura y el ácido con el azúcar, 'Election' brilla como una de las indiscutibles cimas creativas del cineasta. Y atención a la interpretación de Reese Whiterspoon, una de las mejores de su carrera.

Election en eCartelera

'Nebraska'

'Nebraska'

Woody, el bueno de Woody, tiene el rostro de Bruce, el gigante de Bruce. De apellido Dern, de gesto inmenso, de figura imponente, capaz de dotar a su personaje de toda la humanidad que quepa en una interpretación. Su rostro, repleto de heridas invisibles que se van descubriendo, es el de la dignidad, el de la melancolía, el de la honestidad. 'Nebraska', por encima de todas las etiquetas y adjetivos que se le puedan adjudicar, es una película honesta sobre un padre y un hijo que no tiene tiempo, ni interés, para efectismos y giros en busca de la lágrima fácil. Si te emocionas viéndola es simplemente porque has entrado en una propuesta que consigue hablar de las cosas más importantes con los mínimos elementos.

Nosotros, los espectadores, recibimos una lección de vida otorgada con sabiduría y experiencia, como si nos la ofreciera uno de esos profesores que no se olvidan. Al final, en la retina, queda la figura de un Quijote y su Sancho Panza (fantástico Will Forte), luchando contra molinos de viento. De aquellos que mueven los campos de trigo en los que Woody, con una gorra de campeón, se siente el más fuerte, el más respetado. Y a uno le entran ganas de creer en la justicia poética. O, al menos, en los versos en el cine. Esos que firman personas tan normales que parecen especiales. Los padres, esos héroes necesarios. Y lo bien que lo cuenta Alexander Payne.

Nebraska en eCartelera

'Los descendientes'

'Los descendientes'

La vida está repleta de momentos normales que el tiempo se encarga de convertir en especiales. Un instante observado tras la puerta de un hospital, un beso conmovedor tras la tormenta, una charla de madrugada en un hotel con la persona con la que menos esperarías tenerla o el dolor ahogado en una piscina de hojas muertas. Y 'Los descendientes' tiene todo lo que un gran trozo de vida puede tener.

Momentos buenos, malos, tranquilos, tensos, divertidos, esperanzadores, incomprensibles e inolvidables. Todo ello de la mano de un padre, pletórico George Clooney, y su hija mayor, brillante Shailene Woodley, personajes que, aunque estén acompañados durante toda la película, se notan y se sienten solitarios, profundamente necesitados el uno del otro. Y paseando por esas playas hawaianas que reciben el anochecer con una belleza hipnótica, nos hacen partícipes de su historia. La naturalidad que conmueve en la obra maestra de Alexander Payne.

Los descendientes en eCartelera
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