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CRÍTICA

'Climax': La orgía de las vanidades

En 'Climax' el sexo, la adicción, la hipocresía o los deseos más ocultos irán saliendo a la luz a través de una inesperada traición que sumerge a un grupo de bailarines en el peor de los infiernos: su cara más oscura.

Por Ana Bravo Díaz 11 de Octubre 2018 | 09:21

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Llega a los cines la nueva película del siempre polémico autor francoargentino Gaspar Noé, un survival movie que se abre camino a través de una película donde la danza es uno de sus principales motores. El sexo, la adicción, la hipocresía o los deseos más ocultos irán saliendo a la luz a través de una inesperada traición que sumerge a un grupo de bailarines en el peor de los infiernos: su cara más oscura.

Basada según el propio Noé en un hecho real ocurrido a mediados de los noventa y también en situaciones vividas por amigos, 'Climax' está claramente dividida en dos mitades. Comienza como una película sobre la danza en la que los protagonistas confiesan sus deseos y ambición artística a un entrevistador. Ya desde este primer momento se siente cierta tensión ante el posible destino de estos personajes. Tras estas confesiones vemos un espectacular baile en el que somos testigos de su talento y capacidades, para más tarde pasar a otras confesiones algo más secretas en las que les vemos cargando los unos contra los otros o cotilleando. Y de ahí, irremediablemente, los personajes y la historia se van deshinibiendo para caer en la espiral de su inesperada autodestrucción.

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Con la carga pop que siempre acompaña a Noé, la película utiliza de nuevo recursos del autor como los títulos de crédito delante o frases "subliminales" que son toda una declaración de intenciones de lo que vamos a poder ver en el film. De nuevo se filtra una visión negativista de la vida y de la humanidad, aunque finalmente se va diluyendo, y como el propio autor confiesa, se parece un poco a una pelea de pareja que en la que parecen los peores enemigos y al día siguiente es como si no hubiera pasado nada. En definitiva, un film sobre gente perdiendo el control, en este caso por una traición inesperada que les hace sacar su lado retorcido.

El título de la película, que probablemente hace referencia a ese final de ciclo para estos bailarines que se encuentran en un encierro artístico durante un ensayo de tres días, narra más bien un anticlímax, la terrible tormenta antes de la calma. Las consecuencias de una rasgadura en la fina confianza de estos seres humanos vanidosos e inseguros y su frágil relación de grupo.

Fuera caretas

Cada personaje cuenta con una personalidad marcada y con una carga temática (que irá saliendo durante su viaje psicotrópico) típica de los leitmotifs que acompañan la filmografía de Noé: incesto, sexo, adicción, aborto, odio, miedo, amor... De nuevo las mujeres se llevan la peor parte en una película de este director, siendo las más sufrientes y afectadas por el descontrol de la situación; además, vuelve a tratarse el tema de la maternidad y el hecho de nacer y morir.

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Repleta de planos secuencias, la película cuenta con una cuidada dirección artística y un look que se va tornando en feísta, en sintonía con la decadencia que vamos viendo progresivamente en el film. 'Climax' es una juerga que se va de madre, un mal viaje con una gran banda sonora, en el que los propios enemigos son una supuesta familia de la danza (entre ellos y consigo mismos) y que nos habla de las consecuencias de perder el control en el momento menos indicado, y sobre todo, en contra de la voluntad.

Posiblemente muchos espectadores no entren en la historia. Posiblemente se pueda volver a acusar a Noé de provocador sin fundamento, pero sin duda es una de sus películas menos explícitas y violentas, e incluso se podría decir que es de las más festivas.

Nota: 7

Lo mejor: Su poderosa banda sonora.

Lo peor: No entrar en el film por lo extremo de algunos personajes.

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