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CRÍTICA

'Expediente 64: Los casos del Departamento Q': La oscura verdad oculta

Crítica de 'Expediente 64: Los casos del Departamento Q', cuarta entrega de la saga policíaca danesa. Dirigida por Christoffer Boe, protagonizada por Nikolaj Lie Kaas y Fares Fares.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 14 de Diciembre 2018 | 10:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El thriller nórdico ya se ha convertido en un habitual de la cartelera española. De hecho, la saga policíaca danesa de 'Los casos del Departamento Q' se ha convertido ya en una de las franquicias habituales de la cartelera española. Dos años han pasado del estreno de 'Redención', ahora llega 'Expediente 64', la que, probablemente, sea la mejor entrega de la saga, al poner a los agentes Mørck y Assad contra las cuerdas en una de las películas más complejas de las cuatro que están basadas en la saga literaria de Jussi Adler-Olsen.

Expediente 64: Los casos del Departamento Q

Los detectives Carl Mørck y Hafez al-Assad acaban de resolver un caso y, tras celebrarlo, a Assad le ofrecen un puesto de mayor rango en otro departamento, algo que no le gusta a Mørck pero que se resiste a confesar. Al mismo tiempo, surge otro caso del pasado. En una antigua casa en el centro de Copenhague se descubre, tras una pared falsa, tres cadáveres momificados sentados alrededor de una mesa. Se observan indicios de un cuarto acompañante que huyó. Convertido, posiblemente, en el último caso de Mørck y Assad, deberán descubrir quién era el cuarto comensal de esa siniestra mesa.

La película más compleja de 'Los casos del Departamento Q'

Al inicio, 'Expediente 64' se ejecuta de forma muy similar a 'Redención, 'Profanación' y 'Misericordia'. Se muestra un antiguo caso y se enciende la chispa que lleva a investigarlo en el presente, similar a los episodios de la mítica serie procedimental 'Caso abierto'. Sin embargo, esta cuarta entrega, dirigida por Christoffer Boe, difiere de sus tres antecesoras porque se convierte, finalmente, en una película mucho más ambiciosa de lo que parece inicialmente.

Expediente 64: Los casos del Departamento Q

Lo es porque, además de narrar un caso del pasado que, en cierta forma, está conectado con el presente, se inicia otra trama que sí afecta al presente y que pone, realmente, contra las cuerdas a los personajes interpretados por Nikolaj Lie Kaas y Fares Fares. A ello hay que añadirle que las tramas propias de los dos detectives evoluciona, provocando que Assad, cansado de las impertinencias de Mørck, explote. Curiosamente, con el dúo policíaco enfadado, las subtramas fluyen mejor.

A ello hay que comentar, de nuevo, la trama del presente, que se torna mucho más compleja que en anteriores ocasiones. Primero, porque narra una trama de corrupción que llega hasta instituciones policiales y gubernamentales. Segundo, porque dicha trama de corrupción tiene que ver con uno de los temas más polémicas de la historia danesa: la de la ley de "pureza racial", que entre 1929 y 1967 obligó a que mujeres de origen inmigrante y consideradas "difíciles o descarriadas" fuesen internadas en instituciones que, directamente, las esterilzaba, mostrando la incómoda historia de la eugenesia en el país nórdico (y que también forma parte de otros países similares como Suecia). Tercero, porque con ese ejercicio de memoria histórica se pone en evidencia cómo el racismo y la aporofobia se mimetizan de forma que resulta más complicado detectar los casos.

Llena de tensión hasta el final

Expediente 64: Los casos del Departamento Q

La película se mueve por varias pistas y logra salir indemne de todas. Aunque en sí la novela que adapta ya tenía este concepto, Boe lo lleva a su terreno, logrando mantener la tensión en todo momento, saliéndose de lo predecible. En otro lado están Nikolaj Lie Kaas y Fares Fares, que conocen sus personajes a la perfección, moviéndose como pez en el agua y llevando al extremo la entrega de sus personajes por sus carreras. Por un lado está Assad, cansado de no ser reconocido por Mørck, por otro lado está el propio Mørck, al que la situación le obliga a reconocer su estima por su compañero y a salir un poco de ese caparazón de amargura que ha ido creándose en cada nueva entrega de la saga.

'Expediente 64' es la mejor entrega cinematográfica de 'Los casos del Departamento Q' hasta el momento. Una película mucho más compleja de lo que aparenta inicialmente. Un recordatorio de que el thriller nórdico sigue en buena forma y dispuesto a dar guerra.

Nota: 8

Lo mejor: El caso relacionado con la eugenesia en Dinamarca.

Lo peor: Verla como "otra película de suspense nórdica".