CRÍTICA

'F1: La película': Carlos Sainz tenía razón

Joseph Kosinski se consolida como el mejor director a nivel de espectáculo visual en esta trepidante (aunque irreal) historia sobre Fórmula 1.

Por Guille Galindo Más 27 de Junio 2025 | 09:00
Me sé los diálogos de 'El Padrino' y las canciones de 'High School Musical'.

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'F1: La película'
'F1: La película' (Warner Bros.)

Carlos Sainz acudió a la premier de la Fórmula 1 en Nueva York y, en medio de un Times Square que simulaba una parrilla de salida, dejó caer un advertencia de la que no hemos podido olvidarnos: "A los fans más puristas de la F1, solo diré que tengan la mente abierta con Hollywood".

Solo necesitamos unos minutos para saber a qué se refiere el piloto madrileño. 'F1: La película' es increíble... y poco creíble. No tanto por la historia central, la de la redención de un piloto que vuelve al Gran Circo. Regresos hemos visto y seguiremos viendo toda la vida. Tampoco por el tema de la edad de Sonny Hayes (Brad Pitt), que si los cálculos no nos fallan debe rondar los 50 años, ya que Luigi Fagioli ganó una carrera con 53 años y Fangio un Mundial con 46, por no hablar del nivel actual de Alonso a punto de cumplir 44.

El problema tiene que ver con todo lo que involucra al desarrollo de las carreras, y por ende del campeonato. Tras una lesión en su temporada como novato en la F1, Sonny Hayes es fichado 30 años después de aquel incidente por Expensify APX GP F1 Team, la undécima escudería de la F1, vigente desde 2022 (estamos a mediados de 2023 en la película). En concreto, quien le trae de vuelta es su excompañero de equipo, Rubén Cervantes (Javier Bardem), ahora jefe de un equipo que en año y medio no ha sumado ni un punto.

Cervantes, con el agua al cuello por sus malos resultados, recurre a la desesperada a Hayes, que ahora va cosechando éxitos por distintas disciplinas del motor, para que con su conocimiento ayude a mejorar el coche en las 9 carreras de temporada que quedan y evite así el hundimiento definitivo de APX.

Si a Lewis Hamilton, productor y hombre clave para que la película haya salido adelante, le está costando recuperar el nivel con su marcha a Ferrari, ¿qué podríamos esperar de una persona que lleva 30 años sin pilotar un F1? Pues... nada. El rendimiento de Hayes es casi inmediato, y pronto se convierte en el picante de las carreras, capaz de provocar sin apenas consecuencias unsafe releases y crashgates que harían emocionar a Flavio Briatore. ¿Tiene puntos ilimitados de superlicencia o qué?

Es una película y no un documental, pero a aquel que haya visto más de cinco carreras en su vida, tanta acción desenfrenada y tanto alerón roto posiblemente le provoque el efecto contrario al que cabría esperar, lo que sumado a la sobreexplicación de diversos conceptos básicos de la F1 como la bandera roja, nos impide quitarnos de la cabeza las palabras de Sainz, que también se habrá quedado atónito viendo según qué cosas.

A tus pies, Joseph

Dicho esto, que era imposible no entrar a valorar, estamos ante la película más inmersiva de la historia de la Fórmula 1. Involucrar a la propia competición, así como a la FIA, ha permitido a Joseph Kosinski crear el filme definitivo sobre la categoría reina del automovilismo. Los pilotos y los jefes de escudería reales, aparecen en pantalla mucho más de lo esperado, aunque echamos de menos alguna trama que los afecte a ellos directamente.

Brad Pitt condujo el coche en todo momento
Brad Pitt condujo el coche en todo momento (Warner Bros.)

Además, todo lo que concierne a APX fuera de la pista es igual de interesante que lo ocurre en ella. El desarrollo del coche a manos de Kate (Kerry Condon), la Adrian Newey de APX dispuesta a dar un salto de gigante con una serie de paquetes de mejoras prometedores, las reuniones de equipo para dilucidar las estrategias o el entrenamiento de los pilotos en el simulador son elementos que estamos menos acostumbrados a ver, por lo que se agradece su inclusión en la película para mostrar una cara menos visible del deporte.

No obstante, al gran público lo que le interesa es cuando los semáforos se apagan y los coches empiezan a rodar. Es ahí, donde el espectáculo prima por encima de todo. También 'Top Gun: Maverick' se tomaba muchas libertades en lo que se refiere a la aviación, pero es tan divertida de ver que uno se limitaba a disfrutar. Kosinski repite esa fórmula con 'F1: La película', y de nuevo le sale cara. La gente saldrá entusiasmada.

Rodada en pequeños descansos durante las sesiones reales de las temporadas 23 y 24 de la Fórmula 1, tanto Brad Pitt como Damson Idris, que interpreta a su compañero de equipo Joshua Pearce, se pusieron al frente del volante para llevar la película a otro nivel. Del resto se encarga Kosinski, que utiliza decenas de cámaras, tanto en los monoplazas como en el circuito, para mostrarnos un Gran Premio como nunca antes habíamos visto.

Las carreras son una delicia visual
Las carreras son una delicia visual (Warner Bros.)

Es especialmente meritorio cómo el cineasta estadounidense consigue trasladar la adrenalina y la velocidad que deben sentir los pilotos, todavía más viendo que hasta la propia F1 no lograr dar en el clavo a la hora de mostrar esto en sus retransmisiones oficiales. Lo que hace en el Gran Premio de Abu Dabi, con la sucesión de diferentes planos, a cada cual más llamativo, es puro cine, y consolida a Kosinski como el director de acción del momento, ya que nadie como él es capaz de sacar tanto jugo y tanto brillo visual a lo que hace.

Su dirección de las carreras, acompañada de una banda sonora envolvente obra del legendario Hans Zimmer, nos hace olvidarnos de un guion previsible tanto fuera como dentro de la pista, con la enésima historia del veterano contra el novato, y un añadido amoroso que aporta entre poco y nada a la película. Lo más interesante en este aspecto es el bromance entre Bardem y Pitt, cuya conexión es la más real de todas las que se intentan crear en el filme. El español se encuentra cómodo en un segundo plano, alternando el ligero alivio cómico del filme con varios de los momentos más tensos del mismo.

Hay mucha química entre Javier Bardem y Brad Pitt
Hay mucha química entre Javier Bardem y Brad Pitt (Warner Bros.)

Como veis, 'F1: La película' tiene muchos componentes de una temporada de Fórmula 1, como los altibajos y la tensión. Quizás le sobre show y le falte esa pizca de aburrimiento que caracteriza a tantas y tantas carreras, pero ya lo dijo Sainz: mente abierta, que esto no deja de ser un producto de Hollywood.

7
Lo mejor: El espectáculo visual, la maestría de Kosinski para ofrecer épica en cada curva, en cada vértice. La presencia de los pilotos y escuderías reales.
Lo peor: Exceso de libertad creativa en el desarrollo de las carreras. El guion es flojo.