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ESTA VEZ SIN DADOS

'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' le gana la partida al mainstream

Nadie la había pedido y ha llegado dando la sorpresa como una secuela fresca, moderna y muy autoconsciente del clásico de los 90.

Por Luisa Nicolás 22 de Diciembre 2017 | 10:30

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2017 ha sido un año de sonados regresos. Entre 'Blade Runner 2049', 'Alien: Covenant' o'T2: Trainspotting' da la impresión que la industria se ha quedado sin ganas de arriesgar o probar cosas nuevas y prefiere jugar sobre seguro echando la vista atrás. Es cierto que ninguna de estas secuelas tardías es especialmente desastrosa, y que las 3 hicieron el esfuerzo de reflexionar sobre el paso del tiempo, la ética de la sociedad actual o el futuro de la humanidad, pero es difícil evitar la sensación de déjà vu o innecesaria repetición.

Por eso, y por reto que supone intentar retomar una icónica historia de aventuras, las expectativas con la secuela de 'Jumanji' no eran altas, de hecho, probablemente la simple idea de su existencia hiciese temblar a más de un fan de Robin Williams. Y, sin embargo, 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' nos ha dado una de las grandes sorpresas de la temporada, actualizando su esencia a las nuevas generaciones sin copiar al original. Las dos parten de una idea común: un juego que te puede costar la vida; pero a partir de ahí ambas historias toman caminos opuestos y el resultado es sorprendente y divertido, un desahogo trepidante para la taquilla navideña.

Fotograma 2 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla'

Hace 20 años que nadie juega con él, así que Jumanji ha decidido reinventarse de cara a las nuevas generaciones en forma de videojuego, y terminará cayendo en las manos de cuatro adolescentes castigados en el instituto. Siguiendo el ritmo de los tambores deciden jugar, pero esta vez el tablero no cobrará vida, ellos serán absorbidos por el videojuego y transformados en avatares arquetípicos para disputar una partida a vida o muerte. O a varias muertes.

El empollón, la popular, el deportista y la outsider, cuatro personalidades opuestas con nada en común, las distintas jerarquías del instituto obligadas a trabajar juntas y a descubrir lo que los prejuicios no les dejan ver. ¿Os suena?. Los protagonistas representan en sí mismos los estereotipos de los adolescentes contemporáneos, exactamente igual que hiciera en 1985 John Hughes con 'El club de los cinco'. Unos encerrados en la biblioteca y otros corriendo aventuras en la selva, pero la idea central es la misma: hay más cosas que nos unen de las que nos diferencian. Mientras en la de Hughes la rarita terminaba convertida en princesa para reintegrarse en la sociedad, 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' tiene un mensaje más acorde a nuestros tiempos, que parodia lo roles tradicionales e invita a abrazar las diferencias y ser fiel a uno mismo.

La clave de la película dirigida por Jake Kasdan es que dentro del juego, de la terrible jungla en la que Alan Parrish pasó 26 años, sus avatares no se corresponden a sus personalidades. El empollón es el héroe del juego, cachas, intenso y sin ninguna debilidad, interpretado por un Dwayne Johnson que aprovecha el personaje de Spencer para hacer una sátira de sus (muchos) papeles en el cine de acción y la WWE. Por su parte, el de Kevin Hart pasa de ser el tipo duro al sidekick, mientras que Karen Gillan tiene la responsabilidad de ironizar sobre la imagen de la mujer en los videojuegos.

Peligro especial tenía el personaje de Jack Black, que interpreta a Bethany, la chica popular obsesionada con las redes sociales, convertida en el profesor Shelly Oberon, experto en cartografía. Las películas de cambios de cuerpo, especialmente cuando incluyen cambio de sexo, pueden caer fácilmente en el humor soez o sexista.... 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' salva los muebles con nota, no solo evita recurrir a estereotipos rancios, si no que crea entre los dos personajes femeninos una sana relación de sororidad y aceptación. Porque claro que se pueden hacer chistes de penes, pero hay que hacerlos bien.

Karen Gillan en 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla'

Hemos venido a divertirnos

Más allá de las lecturas internas que podamos hacer, 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' es diversión desenfrenada, una aventura clásica en lenguaje millennial. Motoristas, serpientes, rinocerontes y pasadizos llenos de trampas cual 'Indiana Jones', en esta jungla no hay descanso para los personajes o el espectador. La trama en sí no esconde giros ni grandes sorpresas más allá del esperado homenaje a Robin Williams, que llega de mano de un correcto Nick Jonas que pasa desapercibido al lado de los huracanes cómicos que son sus compañeros. Como en un auténtico videojuego de plataformas, los villanos están desdibujados y no son mucho más que el gran reto final para el que te vas preparando pantalla tras pantalla. Bobby Cannavale no tiene el carisma ni genera la aversión que convirtieron a Jonathan Hyde y su Van Pelt en un icono.

Puede que sigáis pensando que una secuela es innecesaria y llevaréis razón, pero al menos en esta ocasión nos encontramos con una propuesta diferente, una auténtica actualización que, con libertad, se adapta a las nuevas generaciones y aprovecha la cultura popular sin recurrir a la nostalgia. No es una película para que los (ahora) adultos que crecieron con la original vayan con sus hijos, es el 'Jumanji' de los adolescentes de ahora pero que no conseguirá el calado de su predecesora. En el mundo de la inmediatez, los memes, de Netflix y opulencia audiovisual, es casi imposible que una película de aventuras, sin grandes pretensiones, se convierta en un éxito atemporal como cuando no existía una oferta tan amplia. 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' no es singular ni revolucionaria para el género, pero qué bien nos lo vamos a pasar.

Nota: 7

Lo mejor: Que sea tan autoconsciente y su sentido del humor.

Lo peor: Es demasiado predecible y sus villanos no tienen carisma alguna.