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CRÍTICA

'Un amor imposible': El más profundo desprecio

Crítica de 'Un amor imposible', dirigida y coescrita por Catherine Corsini. Protagonizada por Virginie Efira y Niels Schneider. Basada en la novela homónima de Christine Angot. Nominada a cuatro premios César.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Julio 2019 | 16:05
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La escritora francesa Christine Angot escribió en su novela 'Una semana de vacaciones': "No utiliza nunca, jamás, palabras vulgares. Un día en que ella le dijo de alguien que era un gilipollas, él hizo una mueca. Condena toda vulgaridad y, de manera general, todo uso de la lengua que no se adapte ni a la imagen que uno quiere dar de sí mismo ni a la realidad". No hay mejor forma de entrar a analizar la nueva película de la cineasta Christine Corsini con una cita de la autora a la que adapta. La directora sigue con su análisis sobre la vida de las mujeres con 'Un amor imposible', una propuesta que narra la reflexión que hizo la autora sobre su propia madre y la relación que tuvo con ella.

Un amor imposible

Años 50, Rachel Steiner vive en Châteauroux, trabaja como secretaria de la Seguridad Social. Allí conoce a Philippe Arnold, que acaba de llegar al pueblo para trabajar como traductor para la base militar que acaba de instalar el ejército estadounidense en la zona. Entre ambos surge el amor, la pasión. Pero hay diferencias sociales que les separan, él es de clase alta, de familia burguesa, parisina y católica, ella es de origen humilde, de padre judío, criada como católica por su madre, puesto que su progenitor la abandonó cuando era pequeña. Esa diferencia marcará la relación que tendrán a lo largo de varias décadas, especialmente cuando ella se quede embarazada. Es la historia primero de la madre, después de la hija y de cómo la figura del amante, del padre, arrasó con todo lo que les rodeaba.

El veneno que emponzoña el más tierno amor

Corsini configura dos largometrajes en uno, de ahí su extensa duración, primero muestra el enamoramiento de Rachel para después mostrar la relación entre ella y su hija cuando es adolescente. 'Un amor imposible' adapta la novela homónima, que es autoficción, y además la propia Christine Angot es la encargada de narrar en off la trama, mirando en perspectiva lo sucedido. Lo que inicialmente narra es la vida de su progenitora, de cómo se enamoró, de cómo se vio deslumbrada por el carisma de esa burgués intelectual que le recitaba a Nietzsche, al que le encantaba ejercer de mentor, mirando con arrogancia y superioridad moral a una joven entregada.

Una vez la cineasta, que firma el libreto con la guionista Laurette Polmanss, logra que el público entre en esa historia de amor, es cuando empieza a mostrar el lado cruel de ese romance, el desprecio velado que existe. Su protagonista masculino, interpretado magníficamente por Niels Schneider, es un hombre fassbinderiano, burgués, con una posición económica privilegiada, que aprovecha tal lugar para cautivar a una mujer de clase trabajadora, inculta. Es en ese retrato, mucho más habitual de lo que puede llegar a pensarse, cuando Corsini da la primera punzada de dolor, mostrando con suma objetividad un sistema machista en el que el hombre ha sabido sacar provecho a su situación de diferentes maneras.

Un amor imposible

Pero la cineasta va más allá, como la propia novela que adapta, cuando entra de lleno en la segunda parte, en la relación madre e hija. En la primera mostraba los esfuerzos de Rachel, magistral Virginie Efira, por criar sola a su hija, con la ayuda de su madre enferma y de su hermana, en un mundo femenino que en el que ellas se protegen y cuidan para seguir adelante. Sin embargo, ese equilibrio, esa fuerza que va consiguiéndose, se quiebra con la reaparición del varón, del padre. Ahí es cuando Corsini da la otra punzada.

En ese acto, la cineasta y, por qué no decirlo, la autora de la novela, ahondan en la profunda herida causada por el hombre, sacando el peor rostro que puede conocerse del sexo masculino, creando un círculo vicioso que contamina todo lo que toca. Quien haya leído el libro sabrá a qué se refieren estas palabras. Precisamente esos hechos son los que influyen en la relación madre e hija. Y aquí es cuando la voz en off explica la importancia de su existencia en la pantalla, en la que curar el dolor provocado por la figura paterna.

Una reflexión para comprender la figura materna. Un duro alegato feminista

Porque finalmente el largometraje es una reflexión de una hija herida, que culpa a su madre por no haber visto su realidad. Pero en ese camino hacia la redención, se muestran los motivos de tal ceguera. Corsini hace un poderoso alegato feminista, en el que explica la sumisión histórica de miles de mujeres anónimas, a las que nadie reconocía sus labores, al mostrar los motivos de la madre por haber estado ausente en esos momentos, al vivir una depresión por ser infravalorada por su clase social, su sexo, hasta su profesión; devaluada por su amor, por su hija, enviada a la más absoluta soledad.

Finalmente, la cineasta deja una de las mejores frases para el final, que explica las consecuencias de ese amor romántico idealizado, ese que sutilmente se advertía al inicio cuando los protagonistas bailaban al son del bolero 'Histoire d'un amour' de Dalida: "Lo amaba. ¿Sabemos por qué amamos? No puedo decirte por qué. Fue así. Desde el momento en que entró en mi vida... No podía verlo salir. Había cambiado mi vida. Ya no podía verla sin él".

Un amor imposible

'Un amor imposible' es una película que busca curar las heridas, muchas de ellas difíciles de cicatrizar, analizando el pasado, el porqué se tomaron dichas decisiones, se hace desde una perspectiva femenina (la dirección, el guion y la producción son firmadas por mujeres) y feminista, con un alegato sutil pero certero, como la vida misma.

Un grito ensordecedor que busca poder seguir caminando hacia delante, comprendiendo las acciones de aquellas madres, abuelas, que vivieron una época diferente. Por otro lado, tampoco tiene reparos en mostrar las secuelas de la mirada más perversa del machismo y de cómo esas situaciones, trágicamente, son mucho más comunes de lo que se admite en público. Catherine Corsini firma una obra maestra, sublime, desgarradora por lo que narra pero que debe visionarse. Como dijo Laura Freixas en una tribuna en El Plural sobre la recomendación de leer el libro: "[...]Saca a la luz uno de los peores, y hasta ahora más silenciados, trapos sucios del patriarcado".

Nota: 9

Lo mejor: Virginie Efira, el mejor papel que ha tenido en su carrera como actriz. Su denuncia de un sistema machista, en el que influye también la posición de clases. La narración en off de la propia autora, que refleja la autenticidad que desprende la película.

Lo peor: No es una trama fácil de digerir, su mirada social, cercana a la que tuvo en su momento R. W. Fassbinder, puede provocar cierto rechazo.