CRÍTICA

'Un gran viaje atrevido y maravilloso': Margot Robbie y Colin Farrell enamoran en un fallido romance fantástico

Kogonada dirige este peculiar romance que se beneficia de la química de su pareja protagonista, pero no acaba de sacar partido a sus buenas ideas y se pierde en su propio concepto fantástico.

Por Pedro J. García Más 19 de Septiembre 2025 | 09:00
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Margot Robbie y Colin Farrell
Margot Robbie y Colin Farrell (Sony Pictures)

Después de encontrar un espacio idóneo para auspiciar una nueva era global con el streaming, el cine romántico parece estar viviendo un importante resurgimiento en la gran pantalla. Títulos como 'Cualquiera menos tú', 'Romper el círculo' o 'Materialistas' han devuelto el amor a la gran pantalla desde diferentes enfoques, más cómicos, más dramáticos, más intelectuales...

Y en este nuevo contexto, Kogonada, director conocido por películas como 'Columbus' o 'After Yang' y series como 'Pachinko' o 'The Acolyte', propone algo realmente diferente con su nuevo largometraje, 'Un gran viaje atrevido y maravilloso', un romance fantástico que abre la puerta a un nuevo mundo de posibilidades dentro del género.

Tráiler español 'Un gran viaje atrevido y maravilloso'

A partir de una premisa high-concept, Kogonada se vale de los códigos de la aventura fantástica para construir una dramedia sobre dos extraños que deciden iniciar un viaje juntos sin saber hacia dónde les va a conducir el camino. Margot Robbie y Colin Farrell interpretan a Sarah y David, dos solteros que, tras conocerse en una boda, unen sus destinos en un itinerario en coche donde en cada parada se encuentran una puerta que les lleva directamente a un momento de sus respectivos pasados.

Esta idea, a medio camino entre 'Monstruos, S.A.' y 'El Ministerio del Tiempo', sirve para desarrollar un emotivo relato sobre dos personas aprendiendo a procesar el trauma, los errores y el dolor del pasado para hallar las herramientas que les ayuden a entenderse, repararse y seguir avanzando. Todo mientras el amor florece entre ellos, un amor algo reticente que, pese a los obstáculos (autoimpuestos), se empeña en guiarlos hacia su destino, dándoles un nuevo motivo para mirar el futuro otros ojos.

'Un gran viaje atrevido y maravilloso'
'Un gran viaje atrevido y maravilloso' (Sony Pictures)

'Un gran viaje atrevido y maravilloso' hace honor a su (tremendamente cursi) título con una película que se define de principio a fin por una marcada peculiaridad que puede recordar al cine de Michel Gondry y Charlie Kaufman. Para dar forma al universo de Sarah y David, Kogonada sigue la estela de '¡Olvídate de mí!', con un ojo en 'El show de Truman' y 'Una cuestión de tiempo', y ligeros ecos al realismo mágico de Studio Ghibli, a lo que claramente contribuye la preciosa (cómo no) partitura de Joe Hisaishi.

La fantasía y la imaginación juegan un papel esencial, por tanto, en el desarrollo de una película que desde el principio nos avisa de que no estamos ante una comedia romántica al uso. En una de sus primeras escenas, Kevin Kline y Phoebe Waller-Bridge, los agentes de alquiler de coches que unen a David y Sarah, nos piden abrir la mente y confiar en los designios del GPS (literal) que nos ha planeado el viaje. A cambio, la película nos ofrece una sucesión de momentos cuquis y oníricos (incluido un número musical y una cita espacial con vistas a la Tierra) que dibujan fácilmente una sonrisa, siempre que el cinismo no nos lo impida.

'Un gran viaje atrevido y maravilloso'
'Un gran viaje atrevido y maravilloso' (Sony Pictures)

El problema es que el propio concepto que bombea la película se vuelve en su contra, creando un muro delante de sus personajes que puede dificultar la conexión con ellos. En otras palabras, Kogonada está tan ocupado en sorprender, en subrayar lo especial y diferente que es este romance, en presentarnos un envoltorio llamativo, que se acaba quedando en la superficie.

Por eso, cuando llega el clímax, en el que David y Sarah se enfrentan a la prueba final de su viaje de autoconocimiento, se ha creado una distancia que, si no se ha entrado en la propuesta, enfría unas escenas (demasiado largas) de catarsis dramática. Pese a la química y el notable trabajo de la pareja protagonista -Farrell demuestra su gran versatilidad una vez más y Robbie infunde al papel de la humanidad que le falta al guion-, 'Un gran viaje atrevido y maravilloso' resulta demasiado manufacturada y calculada en sus emociones.

'Un gran viaje atrevido y maravilloso'
'Un gran viaje atrevido y maravilloso' (Sony Pictures)

No obstante, a Kogonada no se le puede negar su buena mano a la hora de levantar un universo propio que entra muy fácilmente por la vista y el oído. La película es un caramelo visual, con una estética preciosista a base de colores vivos (tanto en los escenarios como en el vestuario) y una motivadora banda sonora que sabe tocar las teclas exactas. En la era de las películas con fotografía oscura y miedo a la viveza cromática, se agradece que 'Un viaje atrevido y maravilloso' nos dé algo tan bonito, aunque acabe cayendo en el clásico error de priorizar el estilo por encima de la sustancia.

El film tampoco encuentra el equilibrio deseado en cuanto al tono, con un espíritu Mr. Wonderful que choca con exabruptos de comedia adulta con aspiraciones edgy; y una combinación descafeinada de drama familiar lacrimógeno, romance de aeropuerto, aventura cósmica y reflexión filosófico-existencialista que no termina de hacer encajar sus piezas. Se aprecia el riesgo y el intento de hacer algo diferente (aunque no lo sea tanto como cree), pero la película se pierde en su ambición y su ejecución no está a la altura de sus aspiraciones. Su tremendamente convencional desenlace es la confirmación definitiva de que lo que había al otro lado de la puerta no era tan atrevido y maravilloso como nos habían prometido.

5
Lo mejor: Robbie y Farrell. La música de Joe Hisaishi. Su colorida estética. Algunos golpes de humor acertados.
Lo peor: Su énfasis en el concepto impide profundizar. Resulta demasiado calculada en sus emociones. Su decepcionante final.