Dos parejas se encuentran en Lanzarote. La primera es más adulta, se dedica al vino, es residente en la isla y está comprometida: Irene y Ben. Le segunda es de dos jóvenes, Diego y Alba, casados desde hace 9 años y en medio de una crisis que les ha llevado a cruzar el Océano Atlántico para tratar de solucionar sus problemas en la isla canaria. 'Fragmentos' es el resultado del tiempo compartido entre los cuatro.
El sexto largometraje de Horacio Alcalá es un choque emocional provocativamente natural, derivado de la reunión de sus propios personajes, con sus respectivas trayectorias, líneas de vida, aprendizajes, en un mismo entorno. "Hemos trabajado con ellos individualmente. Solamente ha habido un ensayo donde estábamos todos, precisamente porque queríamos que fuesen cuatro fragmentos de espejo que se encuentren en la mesa", explica el director en una entrevista para eCartelera, haciendo referencia a la composición de la escena más compleja de la película, técnicamente hablando.
El momento en cuestión es un almuerzo; metafóricamente, una hecatombe. "La cámara está muy alejada cuando empieza la comida. Nos vamos acercando poco a poco. Luego la cámara comienza a girar alrededor de ellos y se mueve. Después llega el viento, y ese momento de explosión de Alba, cuando ya no puede más y sale lo peor y lo mejor de ella", continúa Alcalá.
Asia Ortega, a su lado, asiente. Su personaje, Alba, es uno muy potente. "Creo que al hacer un personaje tan caótico por dentro, tan incómodo consigo misma, ha habido mucho diálogo para ver qué incomodidades puedo tener yo, qué incomodidades me puede evocar una persona que vea por la calle, un amigo", reflexiona la actriz sobre el trabajo que le ha llevado construir la interioridad de Alba para su papel. "Mucho diálogo, mucho reconocer cosas que igual no me gustaban, tratarlas con ternura y colocarlas en un lugar de: esto, como es verdad, tiene que ser contado. Me dé o no me dé vergüenza".
'Fragmentos' trata a sus personajes con la empatía que, a veces, los propios espectadores, e incluso los mismos intérpretes, no tienen con ellos de primeras. "A Alba la he levantado desde mucha compasión, porque te vas a juzgarla automáticamente, sin querer", continúa la actriz. "Tienes que hacer un ejercicio de conciencia de en qué momento, en qué situación, he podido tener una actitud tóxica. Si tú a ella la desmenuzas, lo que ves es un animal acorralado que se creó un personaje por supervivencia, por seguridad y por las vivencias que ha tenido. No solo no casa con su marido, sino que no casa con lo que ella misma era".
"Siempre hay un temor cuando interpretas a un personaje, y a veces es no pasarte o quedarte corto", comenta en consonancia Emma Suárez. "En este caso el hecho de que esta mujer sea tan luminosa... Me daba miedo convertirla en alguien sin carácter". La actriz interpreta a Irene, una suerte de mujer cuya bondad, desde fuera, podría parecer indestructible.
Irene es la otra gran presencia femenina de la cinta de Alcalá, otra mujer que se encuentra en una encrucijada, consigo misma, pero desde la calma. Tanto ella como Diego buscan la estabilidad y la seguridad de las que carece su vida sentimental. "Son personajes que precisamente gracias a la afinidad que tienen se convierten en espejos y el deseo de Irene, de la empatía que ha sentido hacia este hombre, es el detonante para que ella se mire a sí misma también y se dé cuenta de que está en un lugar erróneo, que se ha inventado una fantasía", cuenta Suárez.
"Yo creo que ella no se ha parado a pensar. Es una relación que se ha ido instalando en su entorno, en su hábitat, en su forma de vivir, en esa casa. Se ha ido instalando esta persona y se ha convertido más en una costumbre que en lo que era al principio, una ilusión. Todos somos vulnerables de creernos, a veces, que lo que deseamos es lo que tenemos"
Lanzarote
Es imposible no apreciar el paisaje volcánico de Lanzarote, que no solo tiene poder visual, sino también narrativo. Y es sorprendente escuchar al propio director decir que no era una localización que estuviese planificada, porque nada habría sido más natural que la isla para sustentar el desorden emocional de los personajes.
"Me interesaba mucho el paisaje porque ves toda la escena, estrambótica, y luego, Lanzarote, que es como una cosa tan... Al principio no estaba sobre la mesa. Cuando me llegó el guion me vino a la cabeza como un sitio perfecto porque yo paso mucho tiempo en Lanzarote, la conozco muy bien. Pensé que era el lugar idóneo al punto de que se vuelve un personaje. Porque los personajes están todo el tiempo caminando sobre lava", comenta Horacio Alcalá. Desde luego, un cambio de contexto habría sido significativo en la historia.
"Eso, por supuesto, tiene una reacción en ellos, y la isla también. Las isla los une y hace, ¿no? Provoca también estas decisiones. No sé si esta situación se hubiese dado de otra manera en otro sitio. O en otro continente. Como que el paisaje siempre juega mucho con mi espectador. El bramar de la isla constante, esa cosa que está por debajo y no se dice, esa claustrofobia insular de no poder salir".Ortega concuerda con el director en el poder que ha tenido la ubicación dentro de la película: "Ese árido. Cuando se va el personaje de Manu (Vega), Diego, por ejemplo. Ponía en el guion 'se va'. Y Horacio y yo diciendo: '¿A dónde se va? ¿Se van a encontrar?'. Se va a la nada, claro".
¿El amor duele?
El subtítulo de la película contiene una afirmación contundente, desde siempre debatida: "El amor duele". "Me gustaría que no fuese de esa manera, que el amor no doliera, pero es que la vida es así", sentencia, rotundo, Alcalá.
La relación de los personajes principales, sobre todo la de Diego y Alba, plantea la posibilidad de que ambas emociones puedan ir de la mano, pero deja al espectador la responsabilidad de responder la duda de si es posible que esta unión sea eterna, o si una de las dos acaba consumiendo a la otra. Las actrices de 'Fragmentos' tienen su propia opinión: "Para mí el amor duele, es un matrimonio de conveniencia esa frase en sí misma", afirma Asia Ortega. "Creo que el amor es un pilar, el dolor es otro pilar. Nacemos del dolor y está bien; nacemos del amor, también. ¿Qué pasa? Que igual cuando los juntas, chocan entre sí"
Emma Suárez también coincide con sus dos colegas: efectivamente, para ella, el amor sí duele. "En cualquier caso es un viaje de ida también, y en la mejor de todas las posibilidades, aunque tengas una magnífica relación, vas a pasar por diferentes etapas, obstáculos... Y, muchas veces, es necesario estar en esos lugares para darte cuenta de que la persona que tienes delante de ti es la que amas o, por otro lado, entender que no te quiere. Es tratar de no engañarse, ¿no?".
'Fragmentos' ya está en cines.