Era cuestión de tiempo que las inteligencias artificiales comenzasen, si es que no lo han hecho ya en muchos aspectos, a chocar contra derechos humanos y legales que sienten precedentes para una futura legislación. Esto ha ocurrido en el tribunal federal de Nueva York, que ha rechazado la solicitud de OpenAI para desestimar la demanda presentada por un grupo de escritores liderados por George R.R. Martin, autor de 'Juego de Tronos'.
Como recoge The Hollywood Reporter, la decisión judicial permite que el caso avance y reconoce que los textos generados por ChatGPT podrían ser lo suficientemente similares a las obras originales como para constituir una infracción de derechos de autor. El juez Sidney Stein falló a favor de los demandantes, permitiendo dos infracciones más en el proceso: una relacionada con la descarga no autorizada de libros y otra con la reproducción de contenido literario en las respuestas del chatbot.
"Los demandantes alegan que OpenAI descargó y reprodujo sus obras de manera ilícita. Que esas copias se usaran para entrenar los modelos de lenguaje no impide que el acto inicial constituya una posible infracción". La denuncia, que también incluye a otros escritores destacados, sostiene que el entrenamiento de los modelos de inteligencia artificial con libros protegidos por derechos de autor, sin permiso de los autores, constituye una violación directa de la ley.
Entre las pruebas presentadas por los abogados de Martin se encuentran ejemplos de textos generados por ChatGPT que reproducen con detalle el tono y la trama de 'Canción de hielo y fuego'. Uno de los pasajes citados por el juez describe a "los miembros de la Guardia de la Noche enfrentándose a las criaturas conocidas como Caminantes Blancos", lo que, según el tribunal, podría considerarse "sustancialmente similar" al material original.
La decisión también permite a los autores mantener separadas sus teorías legales: la del entrenamiento de modelos y la del uso de materiales pirateados. Esta distinción es crucial, pues amplía las vías para reclamar indemnizaciones, que en casos de infracción deliberada pueden alcanzar hasta 150.000 dólares por obra.
La estrategia legal recuerda al precedente del caso contra Anthropic, donde la escritora Andrea Bartz acusó a la compañía de descargar millones de libros sin licencia. Con la negativa del juez a desestimar la causa, el litigio se encamina hacia una fase decisiva. La próxima etapa, conocida como juicio sumario, determinará qué reclamaciones irán finalmente ante un jurado.
¿Qué supondría esta demanda?
De confirmarse la infracción, la decisión podría marcar un hito para el uso de obras protegidas en el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial. Por ahora, el fallo supone un duro revés para OpenAI, que enfrenta una creciente presión judicial por parte de la comunidad creativa.
En resumen, el juez negó la moción de OpenAI para desestimar la demanda y se reconocen tres posibles teorías de infracción: entrenamiento con material protegido, descarga ilegal y similitud sustancial de respuestas generadas, los textos de ChatGPT sobre 'Juego de tronos' podrían ser considerados copias derivadas. El caso avanza hacia un posible juicio que podría redefinir los límites del "uso justo" en la era de la IA.