Que un famoso haga promoción de tu negocio en internet es el sueño de cualquier pequeño comerciante. Si ese famoso tiene además más de 44 millones de followers en Instagram, ese sueño puede convertirse casi en una utopía. Salvo que esa persona sea Blake Lively que, como hemos visto esta semana, puede hundir tu empresa en menos de 24 horas.
-
-
-
-
-
-
La actriz, que se encuentra envuelta en un cruce de demandas con Justin Baldoni por presunto acoso durante el rodaje de la película 'Romper el círculo', acudió hace unos días a una pequeña tienda de donuts de Wilton, Connecticut. El motivo es que al parecer es amiga de los dueños, y pensó que sería una buena ocasión para echarles una mano.
Así, la actriz se remangó y se puso manos a la masa a ayudar en la confección de algunos de los apetitosos donuts de la tienda. No sabemos el tiempo que estuvo echando una mano, pero todo quedó convenientemente reflejado en varios posts y stories de Instagram, donde además mencionaba la cuenta y dirección de la tienda animando a sus 44 millones de followers a visitarla.
El ataque de los trolls
A las pocas horas, la tienda recibió un aluvión de mensajes, pero no del tipo que esperaban. El hate que ha despertado entre cierto sector de internet su polémica con Justin Baldoni ha propiciado que un ejército de trolls estén pendientes de cómo hacer daño a la actriz, y en este caso lo lograron. El motivo es que, durante su visita, Lively se metió en la cocina sin llevar una redecilla para el pelo, algo que los internautas consideraron insalubre. O dicho de otro modo, fue la excusa que encontraron para atacar a la tienda y la actriz.
A las pocas horas, Yelp tuvo que cerrar la página de Rise Doughnuts ante el aluvión de reseñas negativas a la tienda, que rápidamente hundieron el 4,5 de nota que tenía.
Más mala fe tuvieron alguno de estos trolls que incluso denunciaron a la tienda ante el departamento de sanidad de Wilton, que esta semana realizó una inspección de salud a la tienda tras los mensajes.
Para fortuna de la tienda, que ha borrado de sus cuentas sociales cualquier presencia de Blake Lively en sus instalaciones, la inspección de salud fue positiva y no se encontró ningún motivo para cerrar el negocio, como mucho de los haters pedían.
Una historia con aparente final feliz pero que demuestra lo polarizada que está la polémica entre estos dos actores y su séquito de seguidores, dispuestos a hacer casi cualquier cosa para atacar al rival.
