Creado a finales de los años 30 del siglo pasado por Jerry Siegel y Joe Shuster, Superman se convirtió rápidamente en el ideal del superhéroe (y el superhombre), primero desde las viñetas de los cómics y más tarde dando el salto a la pantalla.
A lo largo de las décadas, durante múltiples etapas en DC Comics y mediante varias encarnaciones en el cine y la televisión, el héroe de Metrópolis ha ido evolucionando, pero ha mantenido intactas muchas de las características que lo definen como mito. Desde sus inicios, Superman fue interpretado como una alegoría de la experiencia de los inmigrantes en Estados Unidos y, aunque no todas las iteraciones le han dado peso, la nueva versión del superhéroe comandada por James Gunn subrayará este aspecto en la gran pantalla.
Así lo ha explicado el director y guionista del film, que además es el jefe de la nueva DC Studios junto a Peter Safran, en una entrevista con The Times U.K. con motivo del estreno de la película, que llega a los cines el 11 de julio. Ante la creciente hostilidad hacia los inmigrantes promovida por las legislaciones de Donald Trump y los partidos de ultraderecha, cabe preguntarse si 'Superman' proporcionará algún tipo de reflexión al respecto, teniendo en cuenta lo central que es el tema para la historia de Kal-El.
"Superman es la historia de Estados Unidos", afirma Gunn. "Un inmigrante que vino de otro lugar y pobló el país. Pero para mí, es sobre todo una historia que dice que la bondad humana más básica es un valor y es algo que hemos perdido".

En un panorama de división social y crispación creciente, los blockbusters prefieren jugar sobre seguro y no posicionarse, pero de la historia de 'Superman' se podría extraer un mensaje de oposición entre estados conservadores y liberales ante la cuestión de la inmigración, especialmente en esta era de deportaciones masivas y discriminación. Sobre esto, Gunn no esconde la mano, pero insiste en que su versión del problema acentúa lo positivo.
"Sí, se desarrolla de otra forma, pero es sobre la bondad humana", reitera. "Obviamente, habrá imbéciles por ahí que no son bondadosos y se ofenderán porque es sobre la bondad. Pero que les den", sentencia.

"Sí, es sobre política", dice Gunn sobre su película. "Pero a otro nivel es sobre la moralidad. ¿Decides no matar nunca bajo ningún concepto -que es en lo que cree Superman- o hay un equilibrio, que es lo que cree Lois?", reflexiona. "En realidad todo gira en torno a su relación y la forma en la que opiniones diferentes sobre cuestiones morales básicas pueden separar a dos personas".
No más Internet
Gunn reconoce lo oportuna que es 'Superman', ya que "llega en un momento concreto en el que la gente está sintiendo una pérdida de esperanza en la bondad de los demás". Por eso, para él era importante "contar una historia sobre un hombre que es bueno de forma única, y que se siente necesitado en este justo momento porque ha emergido una maldad provocada por figuras culturales siendo crueles online".
El director señala directamente las redes sociales como abrevadero de esas ideologías extremas que los políticos y multimillonarios como Elon Musk están difundiendo, pero no se exime a sí mismo de responsabilidad:
"Me incluyo, y a millones de personas teniendo rabietas online. ¿Cómo se supone que vamos a llegar a alguna parte como cultura? No sabemos lo que es real y eso es algo muy difícil de procesar para el cerebro humano. Si pudiera pulsar un botón para hacer desaparecer Internet, lo consideraría. Y no, yo no hago películas para cambiar el mundo, pero si unas pocas personas se volvieran un poco más buenas después de ver esta me haría feliz".
'Superman' aterriza en los cines el 11 de julio.