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PRECRÍTICA

'La noche es nuestra', buen cine de gángsters

James Gray firma una notable película en torno a las relaciones entre mafia y policía, dotada de una gran intensidad y de unas secuencias de acción aisladas aunque verdaderamente impactantes y explícitas.

Por Óscar Martínez 28 de Marzo 2008 | 10:00

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Con unos cinco meses de retraso, por fin llega a nuestras salas 'La noche es nuestra', película dirigida por James Gray y protagonizada por Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg, Robert Duvall, Eva Mendes, Danny Hoch, Alex Veadov, Oleg Taktarov, Dominic Colon y Joe D'Onofrio.

'We own the night' nos sitúa en el Nueva York de 1988, donde el hampa rusa ha invadido la ciudad, seguida por la más feroz y aterradora oleada criminal que se recuerda. Superada en número de efectivos y en armas por los nuevos gánsters, la policía pierde de promedio a dos de los suyos cada mes. Es una guerra declarada que amenaza con llevarse por delante a culpables e inocentes. Bobby Green se ve atrapado en el fuego cruzado: es el encargado de una discoteca situada en Brighton Beach frecuentada por gánsters como Vadim Nezhinski. Bobby intenta mantenerse apartado y no involucrarse. A pesar de un estilo de vida amoral y hedonista, quiere a su novia Amanda y sueña con abrir una discoteca en Mannhattan. Pero Bobby tiene un secreto muy bien guardado: su hermano es el teniente de policía Joseph Grusinsky, que ha seguido los pasos de su padre, el legendario jefe de policía Burt Grusinsky. Bobby no se lleva bien con ellos y la relación empeora cuando su padre le advierte que es la guerra y que deberá decidir de qué lado está.

Más de lo mismo, aunque no por ello menos bueno

Uno debe reconocer que la trama de 'La noche es nuestra' no resulta para nada novedosa, pues en nuestra mente afloran títulos como 'El clan de los irlandeses' o incluso la más reciente 'Infiltrados', todas ellas girando alrededor de un mismo nexo en común aunque con ciertas divergencias entre sí. Por su parte, la película de James Gray se revela como un título bastante notable, aunque no redondo, y curiosamente esto sucede por los motivos diametralmente opuestos por los que este tipo de películas no suelen terminar de cuajar, y es que a pesar de sus casi dos horas de metraje, 'La noche es nuestra' se me hizo corta.

Y eso en teoría debería ser bueno, ya que significa que su ritmo es ameno y su historia atrayente, pero la película de James Gray peca de cierta falta de equilibrio en su narración: de este modo, el planteamiento de la película transcurre en demasía rápido, pasando sin más preámbulos a dos grandes arcos argumentales que hacen que 'La noche es nuestra' adolezca de cierta falta de intensidad en el retrato inicial tanto de sus personajes como de su entorno. Dicha carencia, empero, queda suplida más adelante por el grueso del metraje, con un Joaquin Phoenix y un Mark Wahlberg solventes, un Robert Duvall como casi siempre irreprochable, y una Eva Mendes que, a pesar de que no terminó de convencerme, debe reconocérsele el mérito de no limitarse a ejercer de mero florero.

Por ello, 'La noche es nuestra' bien merecería gozar de un metraje todavía más holgado, en la línea de las grandes historias de mafiosos y policías como 'El padrino', 'Érase una vez en américa', 'El precio del poder' o la reciente 'American gangster', pues su acción transcurre demasiado acelerada para mi gusto. Así pues, 'La noche es nuestra' resulta ser un producto más que digno, dotado de una gran intensidad y de unas secuencias de acción aisladas aunque verdaderamente impactantes y explícitas, pero cuyos diferentes arcos argumentales se antojan poco compensados entre sí.

De todos modos, se trata de una notable película, aunque uno debe reconocer que su temática es uno de los puntos débiles de un servidor.