å

SITGES 2007

Oficial Premiere: 'Redacted'

Brian De Palma critica duramente la actuación estadounidense en el conflicto de Irak en 'Redacted', película que sin duda causará todo tipo de reacciones, excepto la indiferencia.

Por Óscar Martínez 15 de Octubre 2007 | 12:02

Comparte:

Ver comentarios (1)

Dirigida por Brian de Palma (quien se llevó el León de Plata en la última edición del Festival de Venecia) y protagonizada por Izzy Diaz, Daniel Stewart Sherman, Patrick Carroll, Mike Figueroa, Ty Jones, Rob Devaney, Kel O'Neil, Zahra Kareem Alzubaidi y Bridget Barkan, 'Redacted' gira en torno a la violación de una adolescente iraquí y el asesinato de toda su familia por un grupo de soldados estadounidenses en Irak, un hecho real que sucedió en la localidad iraquí de Mahmudiya, en marzo de 2006.

Más allá de toda la polémica que haya podido suscitar la que algunos ya llaman con cierto deje despectivo 'Corazones de hierro II', 'Redacted' es toda una declaración de intenciones por parte de Brian de Palma, en una abierta crítica tanto al propio conflicto de Irak como a los medios de comunicación.

Ciertamente, De Palma ha tenido un gran valor al ser el primero de los grandes en realizar una película que flirtea con premeditación y alevosía entre la objetividad y el abierto antiamericanismo, aunque, todo hay que decirlo, lo hace cuatro años después del inicio del conflicto, cuando la credibilidad de la política Bush está ya en sus horas más bajas.

Paradójicamente, Redacted es un mockumentary basado en hechos reales, en el que la cámara en mano e internet se convierten en los ojos del espectador, recursos que, en este mismo Festival de Sitges, ya hemos podido ver en películas como 'Diary of the dead', donde Romero añade el uso de teléfonos móviles; obviamente, comparar una película con otra resulta absurdo, si bien la abierta crítica a los medios de comunicación no deja de ser igual de patente.

Así pues, 'Redacted' realiza un fiel retrato de lo que está aconteciendo en Oriente Medio, haciendo un especial énfasis en la vida cotidiana de los soldados desplazados y su concepción de lo que está sucediendo, o lo que es lo mismo, que o ni ellos mismos saben qué demonios están haciendo allí, o son plenamente conscientes de que el conflito no es sino una débil cortina de humo para ocultar propósitos puramente económicos. Ya en una de las primeras frases de la película, cuando uno de los soldados afirma que la primera baja en una guerra es la verdad, De Palma deja bien claros los derroteros por los que va a transitar la película. A partir de aquí, se inicia un retrato del día a día de los soldados norteamericanos en el que el tedio, las divergencias ideológicas -remarcadas quizá en exceso en lo que en ocasiones parece una revisitación de Norte y sur que, por desgracia, puede que sea totalmente fiel a la realidad-, y la falta de entendimiento con la población autóctona, dan pie a la atroz violación y asesinato de la joven irakí.

Para ello, Brian De Palma se basa en cuatro personajes: dos de ellos, arquetipos de sureño cuya única motivación es el pillaje, la violación y el desprecio indiscriminado (tan sólo hay que recordar cómo uno de ellos entra en la casa de la joven gritando socarronamente que está buscando armas de destrucción masiva), son los artífices de la violación y posterior asesinato, mientras que los otros dos, uno de ellos testigo presencial, dudan entre desentenderse del crimen de guerra cometido por sus compañeros o denunciarlo.

Y es a partir de aquí cuando 'Redacted' comienza a no dejar títere con cabeza, pues el soldado Salazar, siempre con la cámara en mano, no es más que el obvio reflejo de la hipocresía de los medios de comunicación, capaces de filmar imágenes atroces sin hacer nada al respecto, escudándose en la necesidad de mostrar al mundo lo que está aconteciendo, mientras que el soldado McCoy representa a ese sector de la población que prefiere mirar hacia otro lado, si bien la culpabilidad no dejará de perseguirle, marcándole de por vida.

'Redacted' critica duramente la transmisión de información por parte de los medios, esa desinformación por el exceso de información al que nos someten los mass media y que nos hace inmunes a la brutalidad de una guerra injustificada que, a diferencia del salvajismo de las imágenes de Vietnam, llega al ciudadano norteamericano de un modo aséptico, gracias a la censura televisiva y a la nueva metodología de guerra, en la que el combate cuerpo a cuerpo es ya cosa del pasado. Por ello, Brian De Palma no duda en finalizar la película con una sucesión de instantáneas reales totalmente innecesarias, destinadas a remover conciencias y fibras, en las que podemos ver las atrocidades de la guerra cometidas por parte del ejército estadounidense.

Una película necesaria

Así pues, uno debe reconocer tanto la valentía de 'Redacted' como el impacto que ésta causará en la ciudadanía norteamericana, ya que, por suerte o por desgracia, el veto, la manipulación y la censura no están tan presentes en los medios de comunicación europeos como en la tierra de las oportunidades, por lo que nada de lo que muestra Redacted va a suponer ninguna novedad para cualquiera que vea a diario las noticias.

Pero este abierto posicionamiento de Brian De Palma no deja de antojarse como una arma de doble filo, una hábil maniobra que, por un lado, parece convertir a la resistencia irakí en una suerte de mártires que tan sólo buscan el ojo por ojo, cosa que en cierto modo no deja de ser relativamente cierta y que, por otro, carece no ya de objetividad, sino de equidad informativa, cojeando, curiosamente, del mismo pie que los medios a los que el propio director critica. Y es que, mientras los medios estadounidenses muestran única y exclusivamente una versión más o menos edulcorada del conflicto a través de sus tropas, De Palma refleja una visión avinagrada de esa misma realidad.

Con esto no estoy defendiendo la política norteamericana, ni mucho menos al ejército, sea éste cual sea, pero la abigüedad de 'Redacted' no deja de resultarme tremendamente advenediza. Así pues, 'Redacted' es una película que, ciertamente, era necesaria, pero lo cierto es que las directrices que ha seguido De Palma la aproximan más al pseudodogmatismo documental de Michael Moore que a una película que, realizada de otro modo, bien podría habría marcado un antes y un después en el cine del siglo XXI.

Películas