Hay mucha expectación por la que será la décima y última película de Quentin Tarantino (si contamos 'Kill Bill' como una sola, claro), pero el proyecto parece muy lejano, sobre todo teniendo en cuenta que hace unos meses desechó la idea que tenía. 'The Movie Critic' iba a ser la encargada de cerrar una filmografía prácticamente inmaculada, pero Tarantino la desechó en plena preproducción. Por fin ha desvelado los motivos que le llevaron a ello.
En su podcast Church of Tarantino, el cineasta afirma que la similitud de 'The Movie Critic' con 'Érase una vez en... Hollywood', a la que incluso ha denominado como "secuela espiritual", le terminó echando para atrás. Aunque ha confirmado que no iba a repetir personajes (se rumoreaba que iba a aparecer el Cliff Booth de Brad Pitt), volver a llevar la historia a Los Ángeles solo ocho años después de los sucesos de 'Érase una vez en... Hollywood' podía resultar demasiado repetitivo y poco estimulante.
"No estaba realmente entusiasmado (...). Ya sabía cómo convertir Los Ángeles en una época más antigua. Se parecía demasiado a la última".

Al margen del paralelismo entre un proyecto y otro, Tarantino tuvo que afrontar una cuestión que a la postre fue fundamental a la hora de abandonar 'The Movie Critic'.
"A mí me gustaba, pero había un reto: ¿puedo tomar la profesión más aburrida del mundo y convertirla en una película interesante? ¿Quién quiere ver una película sobre un maldito crítico de cine que se llame 'The Movie Critic'?".
En buenas manos
'Érase una vez en... Hollywood' ha marcado al director, y es que no solo su siguiente película estaba ligada indirectamente a ella, sino que también decidió escribir un libro ampliando las aventuras de Cliff Booth, el personaje que le valió a Brad Pitt su primer y único Oscar.

Ese libro se convertirá en película en 2026 de la mano de Netflix, y Tarantino se negó a ponerse tras las cámaras para que su décimo trabajo no fuera una secuela. Por tanto, será la primera vez que no dirigirá un guion escrito por él. Una responsabilidad así solo podría llevarla a cabo alguien de su plena confianza. Alguien como David Fincher.
"Creo que David Fincher y yo somos los dos mejores directores que hay, así que la idea de que David Fincher quiera adaptar mi trabajo, para mí, demuestra un nivel de seriedad hacia mi obra que creo que debe tenerse en cuenta".