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PRECRÍTICA

'Rosa y negro', locazas medievales

Un filme bastante entretenido, en el que su inocencia moral y topicismos quedan enmendados por su afabilidad general.

Por Óscar Martínez 12 de Mayo 2010 | 15:33

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Sin duda alguna, la mayoría de nuestros lectores recordarán al veterano actor galo Gérard Jugnot por sus papeles más recientes en filmes como 'Los chicos del coro', 'El albergue rojo' o 'París, París', si bien su carrera se remonta a muchos años atrás.

'Rosa y negro', locazas medievales

El actor regresa este fin de semana a las pantallas españolas, delante y detrás de las cámaras, pues protagoniza, guioniza, produce y dirige 'Rosa y negro', un filme tan inocente como bien intencionado, tan naif como atractivo, en una suerte de mezcla entre 'Zoolander' y 'Priscilla, reina del desierto' en clave medieval.

'Rosa y negro' se divide en dos partes muy diferenciadas, la primera de ellas repleta de humor en plan locaza en la que el gag soez y la sutilidad transitan con ligereza y agrado ante los ojos de un espectador que se encuentra sin previo aviso ante un anacrónico pase de modelos en la Francia de Enrique III. El hilvanado de su historia conducirá a la feria multiracial y cultural de su elenco protagonista hasta la intransigente España de la Inquisición y, por ende, a derroteros mucho más serios, donde el humor a base de contrastes (que da pie al propio titulo de la película) se va diluyendo en favor de un trasfondo más crítico yabiertamente didáctico, en el que la igualdad y la libertad de expresión conforman su principal premisa.

'Rosa y negro', locazas medievales

'Rosa y negro', en resumen, resulta ser un filme bastante entretenido, en el que su inocencia moral y topicismos quedan enmendados por su afabilidad general. Por desgracia, la película de Gérard Jugnot pierde cierto fuelle a medida que se pone seria, pero en líneas generales resulta ser un producto bastante recomendable.

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