La maquinaria promocional de 'Wicked: Parte II' continúa desvelando algunos de sus momentos más elaborados y esta vez el foco está puesto en uno de los pasajes más vistosos del final: la boda de Glinda. El equipo creativo ha explicado a Variety cómo se concibió esta secuencia, un despliegue de vestuario, arte y montaje que fusiona lo espectacular con lo simbólico para mostrar el punto de inflexión definitivo en el destino de las dos protagonistas.
El diseñador de vestuario Paul Tazewell cuenta que la prioridad era que el vestido de boda reflejara a una Glinda completamente integrada en el poder y la estética de Ciudad Esmeralda. "Ella quiere impresionar", explica, recordando que el personaje —interpretado por Ariana Grande— también atraviesa un momento emocional marcado por sus sentimientos hacia Fiyero, encarnado por Jonathan Bailey, aunque el propio Fiyero no espera en absoluto la noticia del compromiso.
El espejo...
La ceremonia se celebra en el Hall of Grandiosity del Mago, un espacio que el diseñador de producción Nathan Crowley reimagina como un bosque esmeralda circular, flanqueado por árboles curvos y un camino dorado lleno de mariposas metálicas. Un escenario onírico que convierte la entrada de la novia en un espectáculo pensado para abrumar al espectador.
Tazewell creó un vestido multicapa confeccionado en organza, tul de seda y un cuerpo principal de satén, todo rematado con una lluvia de mariposas tridimensionales que rodean el bajo y continúan por la imponente cola. El velo, de 25 metros de largo —equivalente al ancho de una piscina olímpica—, también está sembrado de estas figuras. Incluso la tiara de Glinda está formada por mariposas entrelazadas, un diseño pensado para que su entrada parezca literalmente rodeada de criaturas doradas elevándose a su paso.
Pero la fantasía dura poco. En paralelo a la ceremonia, Elphaba (Cynthia Erivo) descubre que el Mago (Jeff Goldblum) mantiene animales encerrados bajo el salón. Furiosa, libera a las criaturas y provoca una estampida que arruina la boda en cuestión de segundos. Para la directora de fotografía Alice Brooks, la secuencia funciona como un espejo: Glinda desciende hacia el cumplimiento de su cuento de hadas, mientras Elphaba cae en la oscuridad y en la verdad oculta sobre Oz.
Ese paralelismo visual no estaba siempre garantizado. Jon M. Chu y su equipo de montaje, encabezado por Myron Kerstein junto a Tatiana S. Riegel, experimentaron con versiones sin intercut, permitiendo que cada personaje viviera su propio momento aislado. Sin embargo, el resultado rompía la intención original. "Había un debate sobre si arruinaríamos la fantasía del momento al intercalar el descubrimiento del secreto", señala Kerstein. Finalmente, decidieron que entrelazar ambos hilos era esencial para el significado emocional de la escena.
... de la verdad y la mentira
La irrupción de la estampida supuso otro reto: transmitir la sensación de caos absoluto. Kerstein recurrió al editor de sonido John Marquis para buscar una textura sonora inspirada en la película de 1975 'Como plaga de langosta', donde todo se desmorona sin posibilidad de retorno. "Nada vuelve a ser como antes", afirma el montador. Chu coincide y asegura que la combinación de ambos mundos —la luz y la mentira del cuento de Glinda frente a la oscuridad de la verdad que descubre Elphaba— elevó la escena: "La verdad está en lo oscuro; las mentiras, en la luz".
El clímax llega con un primer plano de Glinda, un momento que Brooks define como el más "wicked" del personaje. Rodeada por el Mago y Morrible (Michelle Yeoh) , pero sin planos alternativos que alivien la tensión, la cámara permanece con ella mientras toma la decisión que cambiará para siempre la historia de Oz. Es una elección narrativa deliberada: "No dejamos opción de cortar. Queríamos vivir ese instante con ella", explica la directora de fotografía.
Cuando el productor Marc Platt —responsable del musical original en Broadway y de su salto cinematográfico— vio la secuencia terminada y el montaje paralelo entre boda y revelación, no dudó en elogiar el trabajo del equipo. Su veredicto fue conciso: "Eso es cine". Un reconocimiento que resume la ambición visual y emocional con la que 'Wicked: Parte II' quiere poner el broche de oro a la historia de Elphaba y Glinda.