Billy Wilder en estado puro.

Obra maestra del cine en general y de la comedia en particular, lleno de escenas míticas y de diálogos increibles. Dos actores travestidos en los años 50 sin duda estaban adelantados a su tiempo y una Marilyn Monroe preciosa y muy graciosa. Se puede destacar cualquier cosa de la película pero no soy muy original y me quedo con ese increible final.