Este estudio discreto, pero de alto impacto, del abuso doméstico se desarrolla desde una audiencia de custodia compartida hasta una aterradora confrontación con un ex violento.
En lugar de seguir un esquema tradicional, Legrand presta atención a los sonidos que rodean a los personajes, lo que a veces puede parecer alarmante y amenazante en el complejo diseño del sonido de la película.