Conflictos intergeneracionales

Cualquiera diría que con el reparto con el que cuenta el film a tratar, debería salir una película, por lo menos, interesante. Sin embargo, una vez más, el dios del cine nos demuestra de forma contundente que una cinta no puede apoyarse por entero en actores de renombre.

De padres a hijas cuenta la historia de Jake y su primogénita Katie. Todo parece irles bien hasta que la esposa de Jake muere en un accidente de coche. Desde entonces, el cabeza de familia deberá luchar por la custodia de su hija, que pretende ser arrebatada por la hermana de su mujer fallecida.

A pesar del poco creíble planteamiento, la película comienza de forma sorprendentemente sincera y tierna. No obstante, como ya podíamos intuir antes de entrar a la sala, hacia la mitad del metraje todo se comenzará a desmadrar para hacer de esto un carrusel culebronero de emociones. Y es que la historia del padre está bien hasta cierto punto, pero los fragmentos que relatan la vida de cuando la hija ya es mayor son difíciles de digerir si no somos grandes aficionados de las soap operas baratas. Las casi dos horas de duración no ayudan para nada a que el visionado de este film sea un trayecto agradable. Se veía venir de lejos.