Qué lástima

Qué lástima que todos estos años de esfuerzos se queden en tan poquita cosa. A veces el destino te pone tan difícil llevar a cabo un proyecto que quizá es mejor abandonarlo y a otra cosa mariposa. Hay muy poco del Universo visual de Gillian y un montón de actores perdidos en busca de un hilo que les permita entender el guión. Destaca la interpretación de Jonathan Pryce, un Quijote loco sin desmesura que entiende su personaje en todo momento, quizá porque su carácter, estar fuera del contexto, le facilita su paso por la película.

No dejo de ser fan de Terry Gillian.