Romance otoñal, mezclado con anatomía de un juicio
19 abr 2016
Esta película nos enseña cómo funciona la justifica francesa con jurado. Película muy agradable de ver. El actor Fabrice Luchini te habla con la mirada, pura contención. Muy buen cine el que nos llega de Francia.
El asunto principal se sustancia con naturalidad desbordante, media sonrisa irónica y ese punto de repulsión-atracción controlada a la que nos acostumbra el genial Luchini.
Gracias a la calidez y la humanidad de Fabrice Luchini y Sidse Babett Knudsen que representan la principal virtud de esta sala de juzgados en forma de película casi romántica.
Christian Vincent nos cuela un extraño, irresistible ejercicio de mestizaje de géneros (tan opuestos, contranatura, como la comedia romántica y el cine judicial).