Con la creciente moda de llevar las películas de nuestra infancia a la 'acción real' tenia miedo de a que se podia convertir esta nueva adaptación, han habido adaptaciones buenas (Maléfica, Cenicienta) regulares (Alicia en el país de las Maravillas) y horribles (Pan) pero sin duda esta se corona como la mejor de todas esas.
La película tiene un ritmo muy bueno que no llega a cansar en ningún momento, los efectos especiales están fantásticamente producidos y dan la sensación de una selva real y no de una película de animación. El villano (Sher Khan) me parece intimidante y estupendamente escrito. Las canciones de la película de animación la verdad es que no desentonan y cuadran perfectamente con la historia.
Para acabar le deseo la mejor suerte a la secuela que están produciendo "El Libro de la Selva 2" y al director (Jon Favreau) para su arriesgado proyecto de llevar "El Rey León" a la gran pantalla.
El libro de la selva tiene unos poderes de inmersión totales, desde sus esplendores visuales hasta su diseño de sonido; incluso más impresionante es el uso que la película hace de su destreza, no simplemente para impresionarnos sino también para impulsar sus intenciones dramáticas.
La película de Favreau es una sincera y conmovedora adaptación que retorna a la versión original de Kipling para buscar inspiración, pero que también conoce qué elementos de la animación son el nuevo Evangelio, y se presenta con una respetuosa reconciliación de los dos.
Manteniendo un optimista latido bajo todos los flashes digitales, Favreau nunca pierde el sentido del hecho de que está haciendo una historia de aventuras para niños.
Incluso aunque el drama y su tratamiento incrementan en convencionalismo y familiaridad mientras la película avanza en relación a su discutible y agradable audiencia, la espectacular calidad visual, y las realistas interpretaciones animales que permanecen despampanantes a lo largo de toda la película.