Biografía irreal y aburrida

'Joy' es un cuento imprudentemente brillante, cargado de vértigo y confusión, que crece impulsado por la magia redentora de las películas.

Es la historia de una Cenicienta aunque con fregona (...) 'Joy' es un obra mixta- parte comedia negra, parte estudio de una familia disfuncional, parte un cuento bastante inspirado- y termina unos 15 minutos después de que lo pudo haber terminado.

'Joy' saca lo mejor de Russell y Lawrence para mostrar como Joy lucha por conservar su sentido del humor y su humanidad en un mundo de comercialismo absoluto.

Es difícil no desear que 'Joy' fuese mejor y que sus buenos momentos diesen como resultado algo más que un producto ligero que parece estar atrapado en la etapa de desarrollo.

Russell debería haber confiado más en la verdadera historia de Mangano. En lugar de hacerlo, convierte su vida en un lío sobreescenificado con torpe exposición, diálogos artificiales y personajes tan salvajemente irreales que parecen acrílicos.

Como sucede siempre con las películas de Russell, los actores están todos conectados, completamente con sus papeles. Una vez más, Lawrence se levanta para la ocasión y acepta el peso de la película, dando vida a un personaje que lucha durante varias décadas y termina triunfando.

El film, en todo su caos y esplendor, pertenece casi de forma completa a Lawrence. Ella es la clase de estrella que convierte a todos los demás en actores secundarios.

En las más recientes películas de Russell, la combustión espontánea entre temperamentos animados ? sin dejar de mencionar a los actores que se han entregado para ofrecer grandes interpretaciones- puede ser tremendamente liberadora y contagiosa. Pero en 'Joy', la técnica comienza a sentirse como un truco y Russell es incapaz de generar momentos de improvisación comparables.

Se supone que el épico combate de la desventurada aunque tenaz inventora para triunfar y sacar adelante a su extraña familia puede contagiar sentimentalmente al receptor. No es mi caso. Pero al menos, no me irrita.