Nos relatan una historia real pero poco conocida, que está contada de una forma muy creíble, en parte por la buena interpretación de los actores, además de una ambientación perfecta y una crudeza destacable, pues los tiros son tiros, con sus efectos y el sudor se vive casi en primera persona. Predominio de la humanidad y eficacia, ante la política y el mamoneo al uso en los despachos de la época, que no eran muy distintos de los actuales.