Réquiem por Boris

Necesitaba retomar un poco el cine de Woody Allen que lo tenía un poco abandonado y la verdad es que improvisé y me ha salido una película muy disfrutable y entretenida, divertida por momentos. Woody en su estela logra una de sus mejores interpretaciones, aún más loca y graciosa que en Bananas o Zelig, en la línea de Toma el dinero y corre aunque esa ya es un clásico en comparación con esta. Resulta muy agradable a la vez que chocante el humor negro que utiliza muy acertado sobretodo en el último acto que cierra la cinta. Es amena y entretenida y aunque se base en una sucesión prácticamente de sketches si logran ser efectivos aunque no todos. Hay todo tipo de humor en la cinta aunque cuando se va por la zona infantil es cuando fracasa a mi parecer. El resto de secundarios parecen más bien robots que actores ya que sueltan las palabras sin apenas expresividad o naturalidad alguna cosa que Allen si desprende.

En definitiva, La última noche de Boris Grushenko es un relato lleno de todo tipo de humor muy gratificante y disfrutable que se pasa rápido aunque tiene sus situaciones un tanto absurdas y a excepción de Allen su reparto no sobresale. No es de lo mejor de Allen pero está claro que es una buena comedia para los amantes del director sobretodo.