Nueva crítica

'Let the Corpses Tan' es un arte de alto octanaje. Es increíblemente violenta. Es inesperadamente juguetona. Es sorprendentemente suntuoso. Y sus profundidades podrían fácilmente confundirse con propuestas estilísticas superficiales. Pero si se examina la superficie más de cerca, se descubrirá que es sumamente inteligente. Puede ser una de las películas más interesantes de su tipo.

Es posible que no entiendas lo que está pasando en 'Let The Corpses Tan', pero realmente nunca te aburrirás.

Incluso si las recompensas son limitadas, la técnica es impecable.

Un experimento formalista que pronto se convierte en una indulgencia manierista.

Como "Amer" y "El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo", 'Let The Corpses Tan' es fetichista, caleidoscópica y obsesionada con la intersección entre el sexo y la muerte.

'Let the Corpses Tan' o 'Laissez Bronzer Les Cadavres', es un acto febril y obsesivo de rehabilitación cinematográfica, un juego de disparos concebido en homenaje a una peculiar línea de películas de serie B de los sesenta y setenta.

De hecho, la película funciona mejor cuando se evita el diálogo y la trama. Los elementos musicales exuberantes se combinan con los intensos tonos visuales de 16 mm de Manu Dacosse para lograr un efecto estimulante.