Clint en modo romántico

Sin necesidad de revelar nada tengo que decir que una de las razones por las que Clint Eastwood es mi director favorito es por como afronta los finales de sus películas dejando claro que la vida no es cuento de hadas aportando riesgo, realismo y valentía con el mayor pulso emocional posible. De ahí que todo el mundo me había hablado maravillas de esta cinta que tenía pendiente y la verdad es que me ha gustado bastante pero no al nivel de otras obras maestras del director. Quizás porque no soy muy partidario del cine romántico o porque me gusta más la faceta de tipo duro por parte de Clint.

Pienso que el mayor error de la cinta es el montaje que dificulta y corta la emoción a causa de la narración de lo escrito por el personaje de Meryl Streep que leen sus hijos y evita las sorpresas contando la historia a modo de flashback si se puede decir. Pero saliendo de esa subtrama sin sorpresas y forzada me encuentro con una bonita y agridulce historia de amor. Historia de amor con fecha de caducidad y es lo que da vida al asunto ya que no es otra cosa que un flechazo en cuatro días. Cuatro días que lo viven de la mejor manera dos actores maravillosos que son el alma de la cinta, en especial Meryl Streep que sin ser seguidor de ella me fascina en los pocos papeles en los que la he visto.

El riesgo, los diálogos, las actuaciones, la fotografía y la banda sonora son los factores que en conjunto logran una buena película de amor con un nivel algo más alto de lo habitual, pero aún así me quedo con el Clint en su faceta más arisca y borde que melodramática. Buena.